«Palacio, buen amigo,/ ¿está la primavera / vistiendo ya las ramas de los chopos/ del río y los caminos? En la estepa/ del alto Duero, Primavera tarda,/ ¡pero es tan bella y dulce cuando llega!…»
El Antonio Machado más actual, en el 75º aniversario de su muerte (22 de febrero de 1939)
La fatalidad del destino se fue tejiendo en aquellos últimos días de la vida de poeta Antonio Machado. Pero los homenajes que se le rinden por el 75 aniversario de su muerte demuestran que está más vivo que nunca y que dejó mucho para celebrar. El hombre que dio profundidad inolvidable a los campos de Castilla sufrió apenas un mes de exilio en el pueblito francés de Colliure cuando ya la causa republicana estaba casi perdida, por la inminente ocupación de Barcelona. La España franquista trató de borrar las huellas que había dejado en la cultura y la enseñanza. Pero no tuvo éxito. Si Machado fue el poeta del abandono y la ausencia, se hace muy visible y presente en los homenajes con motivo del aniversario de su fallecimiento en Madrid, Andalucía, Segovia y en Soria. El acto central será en Colliure este fin de semana.
En el Ateneo de Madrid, al que el sevillano estuvo muy ligado y donde conoció a personajes centrales para su arte, se talla su recuerdo este viernes con un acto en el que participan Leonor, la sobrina del poeta, con el que convivió cuando era niña; una mujer ahora ya nonagenaria con energías para hablar de su tío. El actor José Sacristán dará voz a sus versos, mientras suena la música de la violonchelista Aurora Martínez Piqué. El hispanista Ian Gibson, estudioso de Machado, explicará su obra.
“Antonio Machado es más símbolo que nunca porque preconiza la España de la rabia y de la idea”
«Palacio, buen amigo,/ ¿está la primavera / vistiendo ya las ramas de los chopos/ del río y los caminos? En la estepa/ del alto Duero, Primavera tarda,/ ¡pero es tan bella y dulce cuando llega!…»
Estos son los primeros versos de A José María Palacio, que el poeta Jordi Doce recitará en el homenaje a Machado en el Ateneo. “Su poesía sigue siendo actual por su ejemplo vital, la palabra cordial, accesible, exigente, como un gran poeta pensador…”. Porque Antonio Machado es poeta, pero también, según Doce, un hombre de ejemplo cívico.