En conclusión, es necesario que el Dtº de Urbanismo se comprometa con la totalidad del proyecto de Lur Paisajistak, hecho con el concurso y el compromiso de la gente
Que se convoque al Comité Tripartito para que continúe su trabajo de vigilancia y tutoría, en definitiva de colaboración ciudadana, que fuerce a la Red de Parques Tecnológicos a que cumpla el convenio firmado y lo haga sin más demora, sin burlarse de la ciudadanía donostiarra.
Cuando desde el Ayuntamiento, en el actual proceso de reuniones por barrio, se dice a la vecindad “queremos compartir con las ciudadanas y ciudadanos la responsabilidad de construir la ciudad” dudamos si están hablando en serio. Los pescadores, cuando un pez pica el anzuelo, sobre todo si es hermoso, nunca recogen el carrete de una vez, lo hacen poco a poco y si el pez hace resistencia, vn soltando el hilo y nuevamente lo recogen despacio. La acción se repite hasta que, de cansancio, el pez deja de tirar y se entrega del todo. A veces parece que el Ayuntamiento actúa con la ciudadanía responsable, como un consumado arrantzale, esperando que aquella se canse y tire la toalla.
A José Miguel Corres, por su parte, parece gustarle la ducha escocesa, que alterna los chorros de agua fría y caliente. Apoya la inicitiva ciudadana, la integra en su proyecto y luego, de esa manera arbitraria y despótica, la desprecia.
En nuestra ciudad -y no sólo desde que gobierna Bildu- se ha pervertido y manipulado la palabra participación. Se montan falsos procesos participativos para dar una imagen de gobiernos democráticos, renovadores del estilo de administración de los recursos públicos, quieren hacer ver que tienen en cuenta las opiniones de los ciudadanos, pero por los hechos, parece pura retórica, fachada, no se someten a las consecuencias del compromiso ciudadano, a sus correctas y responsables decisiones. Tanto se ha abusado de la palabra participación, que muchos son los que ya no la utilizan.
Los que utilizan la ciudad deben saber que la gente tiene derecho a influir en ella. Si hay una crisis de ciudad es porque la ciudadanía se ha despreocupado y su diseño ha quedado en manos de los técnicos o de los oportunistas. Es necesario reivindicar el derecho a la ciudad, apoyar una nueva conciencia ciudadana.