Los vecinos del entorno de Munto y aquellos que, al recorrer el paseo de Aiete, circulan por sus inmediaciones (incluidos los que se desplazan de una zona a otra del barrio) están preocupados y molestos poque, a pesar de sus quejas (manifestadas en dos recientes reuniones presididas por la concejala delegada de mantenimiento), en la parcela de Munto, convertida con el paso del tiempo, en un matorral y en una zona insegura, angosta -por las desordenadas y agresivas vallas- y agresiva para el paso de peatones….sigue creciendo la apariencia de escombrera.
No puede ser excusa el compromiso municipal de construir ahí la plaza que reclama el barrio; pero, mientras las brigadas municipales no inicien sus trabajos de urbanización de la plazoleta, los gestores de la limpieza de los espacios públicos tienen el deber de emplearse en esa parcela y mantener su decencia.
Con el riesgo de ser calificado como Perico de los Palotes como me ocurriera la última vez, por tocar este tema, no puedo por menos que comentar, que al pasar el otro día frente al solar del caserío Munto, pude ver como entraba una rata. Estando comentando lo visto con una señora, vimos que salía otra, ambas de considerable tamaño. Como quiera que cuando vemos una rata, se dice que hay diez que se esconden, el cálculo es muy sencillo, y nos hace suponer que por lo menos hay veinte ratas que habitan en ese lugar. Si a esto le añadimos los artilugios que rodean el sitio, peligrosos, que estrechan la acera y de lo antiestético que resulta todo, se debiera animar a los servicios de limpieza que hagan algo ¡Por Dios!
Sigo los comentarios que se hacen sobre el lugar donde estaba el caserío. Los vecinos de esta zona estamos hasta el moño de que no se tomen medidas de siega y limpieza, vivimos en un foco de suciedad considerable pegado a nuestras viviendas. Que se vayan a inciar obras no quiere decir que los vecinos tengamos que pagar con la desidia del ayuntamiento.