Un alcalde que afirma incumplir la ley «todos los días, a todas horas»; según SOS Racismo, usa una base de datos con antecedentes policiales para hacer una «selección» y evitar que inmigrantes «conflictivos» alquilen viviendas en Sestao. Pero la negativa a empadronar a cualquier inmigrante, desde el año 2012, deja a varias familias, padres, pero sobre todo hijos indefensos, desprotegidos, sin escuela.
Y llevamos dos años viviendo en Sestao
La familia de Caterina Popovici es una de las cinco que ha denunciado al Ayuntamiento de Sestao (Bizkaia) por negarse a empadronarla en la localidad. Lleva dos años viviendo en este pueblo y su hijo de ocho años aún no ha podido ir al colegio. Por eso, cuando le pregunta: «Mama, ¿cuándo voy a ir al colegio?», no sabe qué contestarle. La denuncia, respaldada por la organización SOS Racismo, se basa en un supuesto delito de prevaricación con agravante de racismo. Unas declaraciones del alcalde, Josu Bergara, grabadas con cámara oculta, muestran a las claras el rechazo que los inmigrantes le producen al regidor.
«No tenemos posibilidad de mandar a los niños al colegio; tampoco tenemos derecho a la sanidad. Llevamos dos años viviendo en Sestao y no tenemos derecho a nada», se queja amargamente Caterina. A lo largo de esos dos años, Caterina ha solicitado varias veces el empadronamiento al Ayuntamiento, pero no hay manera. Nekane García, abogada de SOS Racismo que lleva la denuncia, acudió al Ayuntamiento en una ocasión con el hijo de Caterina para ver qué pasaba con la petición. «El pequeño se llevó una gran alegría cuando entramos en el Ayuntamiento porque creía que ya le iban a dejar ir al colegio, pero yo sabía que no iba a ser así».
La paradoja se produce cuando la policía municipal «amenaza» a Caterina con mandar a su hijos a los servicios sociales de la localidad porque el niño se encuentra sin escolarizar. «¿Cómo lo va a escolarizar si no pueden empadronarse? Es el colmo. No puede ir al colegio porque el Ayuntamiento no le deja al impedir su empadronamiento».
Caterina paga puntualmente el alquiler del piso donde vive con su familia y la inmobiliaria ha presentado en el Ayuntamiento el contrato en regla del arrendamiento. «No hemos conseguido nada. Otras familias se han tenido que marchar de vuelta a Rumanía y a otros municipios de Euskadi debido a las trabas y dificultades que pone el alcalde de Sestao». Y mientras, el hijo de Caterina sigue en casa preguntándole a su madre: «¿Cuándo voy a ir al colegio?»
Sestaoko alkate jeltzalearen auzian, deigarria da baliatu zuen hizkera (la mierda… a ostias…), arrasto ona da pribatuan esan zuena neurtzeko: egia bada hizkerak esandakoaren edukia markatzen duela eta anplifikatzen, egia bada hizkera dela pentsamenduaren jantzia, Bergarak streapteasea egin zuen.
«Buenos días, queridos conciudadanos, vecinos y residentes ilegales que succionáis nuestras prestaciones sociales,
Quiero aprovechar esta comparecencia pública para salir al paso de la tergiversación que se ha hecho de mis palabras, sacándolas totalmente de contexto, para que, justo en plena campaña electoral, dé la sensación de que aborrezco de esta gentuza de la que he de hacerme cargo.
Y en primer lugar, deseo aclarar que en todo momento era plenamente consciente de que mis palabras estaban siendo grabadas de un dispositivo oculto, comprado con toda seguridad por cuatro duros en algún puto ‘chino’ de ésos que proliferan en nuestras calles. Dicho lo cual, pido disculpas por utilizar el término «mierda», pero es que tras barajar otras opciones, las descarté. Francamente, no me veía diciendo ‘los residuos orgánicos ya no vienen a mi pueblo’. No sé, me sonaba raro. En cualquier caso, que quede claro que cuando dije ‘mierda’ me refería exclusivamente a los inmigrantes delincuentes, no a los inmigrantes en general y muchísimo menos a los delincuentes vascos.
Por otra parte, me ha dolido especialmente que se me atribuyera la expresión ‘y si la mierda viene a Sestao, la echo yo; a base de hostias, claro’. Por favor: si se escucha la grabación atentamente, se observa con nitidez que en ningún momento digo ‘hostias’ (‘golpe fuerte’), sino ‘ostias’ (‘Hoja redonda y delgada de pan ázimo que el sacerdote consagra en la misa para el sacramento de la comunión’).
Otro ejemplo del uso retorcido que se ha hecho de mi declaración de mi principios es la amputación de la grabación cuando suelo lo de que ‘gitanos buenos, hay muy pocos’. A ver, que estábamos hablando de la práctica del golf. Ya me gustaría a mí saber cuántos gitanos con un buen hándicaps conocen todos estos progres de salón. Otro tanto podría decir de mi ya famoso ‘yo incumplo la ley todos los días y todas horas’. Obviamente, me refería a la ley de Murphy, la otra ni me la he leído, pero, claro… ¡qué fácil es manipular! Esto me pasa por hablar el lenguaje del pueblo, en fin…
No quisiera terminar mi intervención sin reiterar que acepto las disculpas de toda esas personas de fuera que viven en el pueblo, la mayor parte de las cuales, en absoluto son delincuentes, probablemente, por falta de tiempo ya que han venido a quitarnos el trabajo a los de aquí y el día sólo tiene veinticuatro horas… Como para encima ponerse a robar por las noches.
Y nada más. En la esperanza de que, esta vez sí, mis palabras sean recogidas con fidelidad, me despido de todos ustedes con un beso. Negro, por supuesto».
AM
Lo que ha dicho el alcalde de Sestao es muy grave. Y lo que, según la denuncia presentada por varias familias, está haciendo es intolerable, porque supone incumplir la ley con pleno conocimiento de ello. SOS Racismo, una asociación con credenciales serias, asegura que en Sestao se está produciendo una actuación pública que no puede ser calificada simplemente de embarazosa, sino de peligrosa. No se trata de que el alcalde pida perdón por llamar «mierda» a los inmigrantes, delincuentes o no. Se trata de que debe dimitir porque, según SOS Racismo, ha reconocido en una grabación que es él quien se encarga de «echarles a hostias» del municipio. El alcalde fue requerido por el Defensor del Pueblo para que empadronara a los inmigrantes que residen en el municipio, pero se sigue negando a ello, y según la mencionada grabación, enviada al juez, ha afirmado que «incumple la ley todos los días, a todas las horas».
Si esas declaraciones son ciertas y si es cierto que el alcalde entrega los antecedentes policiales de algunas personas a las inmobiliarias de la localidad a fin de que no les alquilen viviendas, se trata de un verdadero caso de discriminación, y resulta extraño que el Gobierno, tan preocupado por la manifestaciones de racismo en twitter, no se haya alarmado mucho mas ante algo que no son solo palabras sino hechos.