Las Pruebas de Selectividad arrancaron ayer en Euskadi con, entre otros, un examen de Historia sobre el régimen que sustituyó la monarquía española en 1931
Alrededor de 9.300 vascos comenzaron a superar ayer el umbral que separa la vida escolar de sus respectivas trayectorias universitarias. La siempre temida Selectividad, cuyos exámenes se prolongarán hasta mañana viernes, echó a andar por la mañana, con las pruebas de Historia de España, Filosofía y Lengua, unas citas que, para abrir boca, dejaron sensaciones dispares entre el alumnado guipuzcoano. Y es que los estudiantes del territorio colmaron las aulas del campus donostiarra de la UPV/EHU para enfrentarse, entre otras, a una pregunta sobre la Segunda República, una cuestión que generó disgustos, alegría y cachondeo a partes iguales.
Las bromas eran una constante. «Parece que lo tenían todo hablado con el Rey. Ha sido abdicar el Juan Carlos y poner la Segunda República como pregunta en el examen de la Selectividad», bromeaba Julen, hernaniarra que se declaraba abiertamente republicano. Eso sí, este joven de 17 años, futuro estudiante de Derecho, confiaba en no haberse mojado en exceso con las respuestas. «He sabido contestar bien, así que he quedado satisfecho con cómo me ha salido la prueba. Espero que no se me haya notado que soy un anti monárquico. Todavía se me va a volver en contra…», aseguraba entre risas.
«esperábamos otra cosa»
Cachondeo por un lado, y decepción por otro. A Leire, alumna del Instituto Pío Baroja de Irun, la pregunta de marras sobre la Segunda República le había pillado a contrapié. A ella y a sus compañeras Carolina y Elena. «El año pasado también cayó. Normalmente no suelen repetir, así que este tema lo habíamos estudiado un poco por encima. Y resulta que lo han vuelto a poner. Nosotras pensábamos que iban a preguntarnos por la Transición. Pero nada. Porque el otro tema de Historia ha sido la Guerra Civil en Euskadi», sostenían ante la entrada a la Facultad de Psicología. Aún así, este trío de estudiantes se las arregló para salir del paso y arrancar con buen pie la selectividad, ya que sus integrantes terminaron la jornada matinal con «muy buenas» sensaciones.
A escasos metros de allí, en el acceso al antiguo Aulario, Kepa, Ibai y Joanes charlaban con el resto de sus compañeros con un aire mucho más pausado que el de las irundarras. Estos estudiantes del Instituto Urola de Azkoitia no se quejaban del resultado de los primeros exámenes, y contestaban con un «ya veremos» respecto a la pregunta de cómo había transcurrido la mañana. En realidad, las pruebas de Lengua, Filosofía e Historia no suponían su fuerte. «El año que viene queremos estudiar Ingeniería; estas asignaturas no son las que mejor se nos dan», reconocían Kepa e Ibai. Joanes, mientras, acudió a la cita con un aire aún más despreocupado. «He venido de visita», comentaba, ante su intención de realizar a partir del próximo curso un Módulo Superior que no requiere superar las Pruebas de Acceso a la Universidad.
tranquilidad ante todo
Ante las puertas de las distintas facultades donde se llevaron a cabo los exámenes, el bullicio obligaba a elevar el volumen para conversar con los alumnos. Las anécdotas, los comentarios sobre las pruebas y algún que otro lamento convertían el lugar en un enclave poco tranquilo e incluso estresante. Bastaba con caminar un par de minutos y alejarse de la muchedumbre para dar con pequeños grupos de estudiantes que, al menos en apariencia, lo tenían todo bajo control. Los donostiarras del Instituto Usandizaga Jon Beñat, Aitor y Harri, por ejemplo. Mientras muchos todavía repasaban apuntes de exámenes pasados y futuros, ellos se disponían a hincar el diente a unos suculentos bocadillos.
«No ha ido mal la mañana. El examen de Filosofía consiste en que te preguntan sobre un autor y tú tienes que soltar todo lo que sabes sobre él. Han tocado San Agustín y Tomás de Aquino, que no son de los difíciles. La prueba de Historia nos ha salido bien. Y en Lengua parte del examen es un comentario de texto. A ver si hay suerte en lo que queda por delante», comentaban entre bocado y bocado. Afrontaban lo restante con total tranquilidad, sin presión por obtener nota, ya que los tres han elegido cursar carreras en centros privados que solo les exigen aprobar. Ingeniero Industrial en Tecnun, Ingeniero Mecánico en Mondragon Unibertsitatea y Empresariales e Informática en Deusto son los grados que les esperan.
Al fin y al cabo, si solo se trata de superar el cinco sobre diez, la Selectividad no resulta tan fiera como la pintan. «Te preparan para estos días como si te mandaran a la Guerra de Vietnam, y resulta que luego todo es un chiste», aseguraba socarronamente un alumno tras concluir la jornada matinal de exámenes. Seguro que muchos de sus compañeros no piensan lo mismo. Y es que, dificultad de las preguntas al margen, se trata de jugárselo todo a una carta. En solo tres días.
Marco Rodrigo
Foto Iker Azurmendi
Jueves, 5 de Junio de 2014