La asociación de vecinos de Aiete, Lantxabe, abre el mes de junio en Aiete con dos charlas-coloquio
Junio (del latín Iunius, mes de Juno)
Recibió el nombre que lleva según algunos en honor de Junio Bruto fundador de la República romana, mas otros creen que era llamado así por estar dedicado a la juventud y no falta quien opina que tomó su nombre de la diosa Juno.
República, juventud o diosa Juno, podemos elegir
De acuerdo con una vieja tradición, la piedra de junio es la perla, y su flor, la rosa.
El 2 de junio, Italia ha celebrado la fiesta de la República Italiana.
El 5 de junio, se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente.
El 20 ó 21 de junio es, en el hemisferio norte, el solsticio de verano, y en el hemisferio sur, el solsticio de invierno.
El 24 de junio, se celebraremos las Hogueras de San Juan; quema de trastos viejos y malas intenciones.
Pues bien, entre esas fechas, el próximo miércoles día 4 y el martes día 10, (asteazkena/asteartea) se abren las puertas de la casa de cultura de Aiete, para poder atender las charlas de Pablo Becerra e Irene Cormenzana
Protagonistas:
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Pablo Becerra
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Licenciado en Geografía e Historia, profesor de la escuela de adultos de Rentería, reconocido experto en el románico y gótico y guía habitual de los viajes que organiza Lantxabe por diferentes países de la geografía europea
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Irene Cormenzana
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Coordinadora de SOS Balkanes, hasta su disolución
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Licenciada en Psicología.
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Vive en Ayete
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El miércoles 4 junio, a las 19:30, Pablo hablará sobre Croacia: espacio geográfico y edificios artísticos singulares,temario que forma parte de las materias que él domina, y que en el mes de julio, contando con su compañía y profesorado, disfrutaremos del contacto visual y físico en los propios espacios artísticos que él nos va a dibujar.
La conferencia estará conformada por dos partes claramente diferenciadas. La primera, de contenido estrictamente geográfico, aspirará a poner en relieve las peculiaridades derivadas de la incidencia de los Alpes Dináricos en la costa oriental del Mar Adriático: litoral kárstico extraordinariamente recortado. La segunda, destacará las estructuras arquitectónicas más sobresaliente que el hombre ha erigido en Dalmacia a lo largo del tiempo y que testimonian una variada y rica Historia
El martes 10 de junio, a las 19:30, Irene Cormenzana nos hablará de la actual encrucijada balcánica. Ella subtitula su conferencia como Notas para un viaje en el centenario de la Gran Guerra.
Irene, Coordinadora de SOS Balkanes hasta su disolución -acto formal que se desarrolló en nuestra casa de cultura- se va a ocupar de describir la aberración de la guerra de los Balcanes y sus consecuencias actuales. Irene, aitearra, conoce bien el trabajo desarrollado por su ONG en los países balcánicos. Fue “un trabajo intensivo y emocionante” afirma.
SOS Balcanes, recibió en 1995 la Medalla al Mérito Ciudadano del Ayuntamiento de San Sebastián, y ha desarrollado buena parte de su trabajo en Gorazde (Bosnia oriental). Era un trabajo voluntario, de un buen número de guipuzcoanos, que permitió llevar adelante diferentes proyectos en la región.
Las consecuencias de la guerra en los Balcanes han pasado a un segundo plano mediático, han pasado 20 años, pero “los problemas en Gorazde y alrededores son enormes todavía. Las heridas de la guerra son profundas”, nos comenta. “Algunas son evidentes con las marcas en los edificios, otras no son tan palpables como la huella dejada en las personas”.
Es necesario saber sobre quiénes recae la responsabilidad de las guerras de desintegración de Yugoslavia y para ello hace falta analizar a qué intereses respondió, qué objetivos pretendió alcanzar y qué mentalidad alimentó y fue su sustento, pues “mientras los criminales morirán algún día, la ideología por la que cometieron los crímenes ha envenenado ya los órganos vitales de un sector amplio de la sociedad balcánica y continúan constituyendo un peligro para las generaciones venideras”.
Las guerras responden fundamentalmente a razones de Estado, es decir a razones de poder (en el caso que nos ocupa a las ambiciones territoriales y políticas de Croacia y Serbia) pero las hace viables el apoyo ciego, sordo y mudo de una masa de personas a la que consiguen convencer de que esos intereses de Estado son también los suyos.
Atraer a esa masa es tanto más fácil cuanto mas débiles sean los individuos y tras la apariencia de fortaleza no hay más que una cobarde mansedumbre y el deseo de formar parte de un rebaño a cualquier precio. Lo terrible es que una vez que se ha dominado a esa masa y se ha logrado insuflar en ella el odio y el deseo de la guerra o al menos el desprecio de la paz, resulta difícil echar marcha atrás.
Parte del cine hecho en los Balcanes en este milenio protagonizará el próximo Zinemaldia y figura en el actual ciclo de literatura y cine que estamos llevando a cabo en Ayete