En Aiete un 12,9% de las familias reciclen la materia orgánica. El objetivo es llegar al 40 %
Un total de 13.410 familias donostiarras hacen uso de los nuevos depósitos dotados de chip
La recogida de materia orgánica ha crecido un 51% desde el comienzo de la extensión del contenedor de color gris oscuro por las calles de Donostia, el pasado mes de marzo.
Las zonas en las que mayor número de domicilios están apuntados a la iniciativa siguen siendo Amara y Gros, ya que partían de una posición avanzada. En la actualidad, en Amara se contabilizaran 3.889 tarjetas chip para abrir estos depósitos de desechos comestibles, lo que supone que más del 31% de los hogares del barrio las poseen. En Gros, por su parte, las tarjetas son 2.151, es decir, un 25% del total.
Otros barrios se han ido incorporando paulatinamente a la iniciativa y oscilan entre el 9% de Altza hasta el 18% de Ategorrieta y Ulia. La zona en el que menos atractivo resulta el sistema es Igeldo, con solo ocho viviendas apuntadas, un 2% del total.
En la actualidad, son 13.410 las familias que están apuntadas y hacen uso de estos contenedores, lo que supone un 17,5% del total de hogares que posee la capital guipuzcoana.
Hasta el momento, el Ayuntamiento ha adquirido 400 contenedores para materia orgánica, que se distinguen por su color gris y franjas marrones, y están dotados de un chip que permite abrir el portón. Estos mismos chips funcionarán en las máquinas expendedoras de bolsas.
El contenedor con chip que comenzó a implantarse el pasado mes de marzo en los distintos barrios de Donostia ha tenido hasta el momento unos resultados insuficientes ya que la cifra de 13.400 familias apuntadas a este sistema suponen cerca de un 18% de la población, un índice que está muy lejos del 40% de participación que se estableció al inicio de la campaña.
Decir que son 13.490 las familias que depositan el orgánico en el quinto contenedor es una soberana mentira; en todo caso son 13.400 las familias habilitadas para hacerlo, pero de ahí a que lo hagan va un largo trecho, ya que, según sostienen, muchos de quienes tienen la txartela para poder abrir estos contenedores no hacen uso de ella nunca o casi nunca.
Por otra parte, la asociación calculó que las toneladas de materia orgánica recogidas en junio por medio de este contenedor, que alcanzaron las 120 toneladas, suponen que solo se ha recogido un 4,2% de la materia orgánica generada en Donostia ya que, según los datos del Observatorio de la Sostenibilidad de Donostia, los restos de alimentos suponen el 40% de las 85.122 toneladas de basura que se recogen cada año en la capital guipuzcoana.
Bildu intentar desfigurar la realidad de los hechos y confundir a la población con una lectura positiva sobre el reciclaje de materia orgánica en Donostia, cuando, a su juicio, la adhesión de los donostiarras a este sistema es muy pobre.
Para Eguzki, el sistema voluntario adoptado por Donostia, tiene una eficacia limitada a la buena o nula disposición de cada uno.
En otros sistemas, como el puerta a puerta que funciona en otras localidades gobernadas por Bildu, es obligatorio.
El colectivo sostiene que los contenedores grises no se llenan ya que las 120 toneladas recogidas en junio suponen una media de 10 kilos al día en cada depósito.
El quinto contenedor solo sirve allá donde se dirija uno a una población concienciada, la misma que acogería sin reparos el PaP; sistema que sí posibilita los logros que se necesitan, y pensemos no solo en nosotros y ahora, sino en las generaciones que respirarán nuestra apuesta por la comodidad en detrimento del bien hacer
Las opciones están entre el contenedor gris (txerrijana) o el PaP (la voluntaria mortificación)