Las tardes de septiembre en nuestro país son una maravilla. Si además son fiestas, si además le añadimos interés, ganas de pasarlo bien y salir al encuentro, con nuestra familia, hijos y padres, terminamos encontrándonos en un bellísimo lugar: el caserío Katxola.
Al lado, a primera hora de la tarde, veremos unos excelentes partidos de pelota en el Miguel Gallastegi, y al final de la tarde, rayando la noche, un concierto celestial, en un marco único para nuestro tiempo: el teatro clásico de Miramón.
En medio de este sabroso bocadillo, la romería en Katxola y en la romería el protagonista es “disfrutar en compañía”. El caso es que cada vez es mayor la gente de Aiete que descubre este lugar de feliz encuentro. Y ayer sábado, Katxola estaba pleno de personas contentas, animadas, sonrientes, optimistas, graciosas, chistosas, en una palabra, festivas
Ana y Juan Carlos, nuestra creativa (y entregada pareja) a la Txalaparta.
Como bertsolaris nuestros entrañables amigos Arkaitz Oiarzabal “Xamoa”, Ion Martin y Haritz Casabal, la txispa del bertso, el don de la oportunidad.
Y las constantes, incansables y resistentes -y guapísimas- compañeras de tantas tardes con nosotros -empezaron de muy niñas- Uxue Ezeiza y Laia Bernues.
Ese conjunto ¡Qué bien lo ha recogido Aurelio Arteta en su “Romería Vasca”!