Y tras la peripecia de la Bretxa, como nueva ubicación de su centro de salud (la actual es una cueva de la calle Embeltrán), con la metedura de pata del señor alcalde -todo está bajo control- y la salida en tromba de los oportunistas que anidan en algunos negocios de dudosa rentabilidad, el asunto Bretxa ha quedado en el limbo
Y en el limbo han dejado las autoridades del Gobierno Vasco y del Gobierno Municipal el centro de salud de Aiete.
Ellos no se acuerdan del ambulatorio, ni gobierno, ni asociación, pero somos 16.000 y Oakidetaza tiene presupuestada una partida de 880.000 €, para el equipamiento de salud pública, en este año 2014
¿Piensa el Gobierno Vasco reembolsarse ese dinero y volver a ponerlo en los presupuestos del 2015?
¿El Gobierno Municipal no va reclamar esa cantidad para invertirla en la Bretxa o Embeltrán pero no en Aiete, porque el barrio no es su cantera de votos?
¿Y la fiel oposición también está en el limbo, haciendo cálculo de votos para ver cómo les irá a partir de junio?
La ciudadanía se puede movilizar recogiendo firmas, asistiendo a concentraciones o manifestaciones, pero también lo puede hacer sin hacer ruido, sino música, como en las fiestas de Aiete.
Listos los cisnes del estanque. Han reaparecido los cuatro, aitás y umetxos, transustanciados en patos pedidores
Y lo han hecho en el momento oportuno, es que sienten el barrio, son los auténticos aitekoak. Llevan más años que carracuca
Detrás de toda esta leyenda está Marcial. El que más carne está poniendo en el asador por el ambulatorio, hasta el punto que hace crujir, él, el mas aitekoak de los aitekoak, las resistentes empalizadas, algunas encaramadas en lo más alto del palacio consistorial
¡Y el ambulatorio qué! le dijo al alcalde el pasado 21 de junio en Katxola