¿Es tan escandalosa la relación entre la deuda y el fútbol profesional?
El fútbol profesional es un ámbito que mueve muchísimo dinero: ahí están los sueldos que cobran los jugadores en relación con otros sectores económicos o las subvenciones públicas que reciben los clubes. A veces también hay mecanismos encubiertos; de cesión de infraestructuras públicas a precios irrisorios, como ha pasado con Anoeta. Hay casos sonados de evasión de impuestos. Y un montón de recursos públicos que podrían utilizarse en sectores públicos en los que se está recortando se están encauzando hacia los clubes de fútbol que, por otro lado, deben mucho dinero a la Hacienda pública, cuando no se les ha cancelado dicha deuda
Aquí ahora mismo está al pil pil el tema de la remodelación de Anoeta, aunque de momento se ha conseguido parar el proyecto. Por eso nos centramos en el tema de Anoeta, en la posible utilización de dinero público para su remodelación, a pesar de que ha habido situaciones de evasión de impuestos y otro tipo de mecanismos de patrocinio. Como decías, de momento el proyecto de remodelación se ha tumbado, pero eso no quiere decir que no vayan a seguir adelante en su empeño. De hecho, dicen que alguna reforma esperan hacer.
¿Hay conciencia entre la ciudadanía de lo que supone que las administraciones públicas financien este tipo de proyectos?
La verdad es que los mecanismos que se utilizan son opacos: no se sabe lo que aportan los clubes y temas como los patrocinios tampoco están claros. Habrá un sector social que sí apoyará este respaldo público, pero nosotros creemos que debe haber un debate ciudadano, sobre todo en lo que tiene que ver con la transparencia a la hora de explicar los proyectos, los mecanismos, las cantidades a desembolsar, etc. El debate público que queremos promover en el caso de Anoeta es precisamente para que cada parte explique su postura y que, en base a la transparencia, la ciudadanía sea quien decida si prefiere mejores estadios o mejores hospitales, por ejemplo.
Para ustedes esta desinformación ciudadana ha devenido en la instauración de un sistema que han bautizado con el nombre de “deudocracia”. ¿En qué consiste?
Bien por despilfarros, bien por la falta de un sistema fiscal justo que pueda financiar los servicios públicos necesarios, se ha visto que muchas administraciones públicas han recurrido a la deuda y ahora están en manos de sus acreedores. En los últimos años la deuda ha crecido mucho y todo lo que se ha recortado ha sido justificado en base a ella. Se han puesto en marcha políticas públicas basadas en esa deuda y sin un debate ciudadano abierto, que tal vez no hubiese resuelto las cosas de esa manera. Nosotros estamos promoviendo también que se informe sobre los tipos de interés a los que se está pagando esa deuda. Porque sabemos que el Banco Central Europeo da crédito a las administraciones a un interés muy bajo, como del 1%, y aun así están yendo a otros bancos. Y lo que se podrían ahorrar de esta manera podría encauzarse a políticas sociales y demás.
Entonces, ¿los bancos son los acreedores exclusivos de la deuda?
Hay tanto deuda pública como privada, y los mayores acreedores en ambas son los bancos, sí, que, a su vez, se endeudan con bancos extranjeros. Luego, en menor medida, estarían otros inversores.