4 comentarios en “Renombrar las calles o mejorar su mantenimiento, por Baltasar de la Hera”
Patxi
Una cosa no quita la otra. ¿Quién dice que cambiar de nombre a ciertas calles esté reñido con la limpieza y el buen estado de las mismas? Le recuerdo a este señor de Burgos que existe la Ley de Memoria Histórica. ¿Acaso le molesta que se retiren los nombres de personajes franquistas?. Y en cuanto al tema lingüistico: ¿le molesta la normalización del euskera? No mezclemos churras con merinas, que se le ve el plumero.
Gezurrak buztana motz o el ATSOTITZAK en castellano: «agua pasada no mueve molino», por eso no estoy seguro de si es necesario polemizar.,
Creo que Patxi coge el rábano por las hojas. En primer lugar saca de contexto la carta de Baltasar. Aquella polémica ya está resuelta. La Concha se sigue llamando la Concha y no Maskor, nombre de concha en euskera. No exageremos. (Txirlak bi maskor ditu)
Me consta que al “señor de Burgos”, concretamente de Villadiego, y a mucha honra, le ha pasado como a tantos obreros de Burgos, de Castilla, gallegos, extremeños, que se ha dejado la piel trabajando en este país, explotado, como tantos otros vascos, por una empresa….. multinacional. No se sabe de que región vasca es Patxi y, al que suscribe, le importa un bledo. Le preocupa que sigamos todavía con “Sabinadas”.
Baltasar no sólo sabe que existe la Ley de Memoria Histórica, sino que junto a Lantxabe, lucha por su aplicación. De hecho estamos representados en la Comisión de la Memoria.
Aseguro a Patxi, y tenemos testigos, que difícilmente encontrará a personas más sensibles contra los los nombres y los personajes franquistas, que nosotros. Esa es nuestra trayectoria de hechos. La casa de cultura ha sido testigo de actos de homenaje a las personas mas emblemáticas de la república como Azaña, Machado, organizados por Lantxabe. Hemos pedido, en la citada comisión, que se restaure en la calle Getaria, nº 6, la placa recordatorio del pacto de San Sebastián, preludio del gobierno republicano.
Siga si acaso esta propia página web…
Y en cuanto al tema lingüistico, Baltasar, y el que suscribe, han educado a sus sus hijos en euskera. Y ambos dos hacemos todo lo que podemos por aprenderlo.
Usted encontrará que en todos los actos que organizamos el euskera es una prioridad
Pero además de todo eso que, por obvio, no se si debo haber escrito lo que antecede, Baltasar se interesa por la calidad de vida de la gente y se empeña en ello. Y su aportación le ha llevado a ser una persona reconocida en Donostia
Creo, con todos los respetos, que es Patxi -me cuesta creer que es un personaje real y no una simple provocación- quién va recogiendo plumas. Dejo a ustedes que elijan el ave que las pierde.
Machistas, xenófobos, maquetos (y/o refugiados)
Los sucesos registrados en la Nochevieja alemana introducen una nueva modalidad de abuso, agresión y robo masivo y organizado. La turbamulta como imaginario amante despechado. Cabe preguntarse en qué concepto se tienen a sí mismos los perpetradores de tocamientos y sobeteos forzados -por no hablar de las violaciones- que, una vez descartada por improbable la hipótesis de la experiencia gratificante, no parecen tener más objetivo que establecer una jerarquía: quién va a someter a quién. Y la desasosegante respuesta es que los desheredados de la Tierra a los acomodados y sumisos europeos. Como quiera que este cuadro impide salir favorecido en el ‘selfie’ de la denuncia, buena parte de los sempiternamente autoproclamados-sectores-más-comprometidos-de-nuestra-sociedad han obtado por la incomparecencia en el debate. Y así, lo que habitualmente es un cutis ultrasensible se convierte ahora de golpe y porrazo en piel de elefante. A cambio, se evitan las posturas incómodas, se esquiva el riesgo de la contradicción y se adopta un confortable silencio que en este caso suena a estrepitosa sintonía de ‘Verano azul’ en versión silbada, una forma como otra cualquiera de hacerse el despistado para pasar desapercibido. Es logico. Si los oprimidos se convierten en opresores, ¿quién quiere verse envuelto en un galimatías del que es fácil salir pintado como machista o como xenófobo? Por eso, mejor acogerse al inolvidable “no te signifiques”. Por cierto, llama también poderosamente la atención decir que lo hicieron con “el permiso de la señora Merkel”
El hombre es un bípedo implume.
O esa es la definición de Platón para el ser humano: un animal que camina sobre dos patas y no tiene plumas. (Y esto vale también para nosotras)
Se cuenta que Diógenes el cínico, tras escuchar las palabras de Platón, se presentó ante él con un gallo desplumado, exclamando “¡he aquí el hombre de Platón!”. Tras ello, el maestro se vio obligado a añadir “y con uñas planas” a su definición inicial.
Bueno pues a partir de entonces tenemos un problema, hasta hoy. Antes que Patxi y que Félix, a Aristóteles se le planteó la cuestión de qué es el hombre -implume, descerebrado, poseedor- y este asunto esencial entra de pleno en el espacio del pensamiento. Desde entonces, los pensadores han tratado de encontrar cuál es aquella “característica especial”, la esencia, que diferencia al hombre del resto de los animales -que nadie se de por aludido- y de las cosas existentes.
Una cosa no quita la otra. ¿Quién dice que cambiar de nombre a ciertas calles esté reñido con la limpieza y el buen estado de las mismas? Le recuerdo a este señor de Burgos que existe la Ley de Memoria Histórica. ¿Acaso le molesta que se retiren los nombres de personajes franquistas?. Y en cuanto al tema lingüistico: ¿le molesta la normalización del euskera? No mezclemos churras con merinas, que se le ve el plumero.
Gezurrak buztana motz o el ATSOTITZAK en castellano: «agua pasada no mueve molino», por eso no estoy seguro de si es necesario polemizar.,
Creo que Patxi coge el rábano por las hojas. En primer lugar saca de contexto la carta de Baltasar. Aquella polémica ya está resuelta. La Concha se sigue llamando la Concha y no Maskor, nombre de concha en euskera. No exageremos. (Txirlak bi maskor ditu)
Me consta que al “señor de Burgos”, concretamente de Villadiego, y a mucha honra, le ha pasado como a tantos obreros de Burgos, de Castilla, gallegos, extremeños, que se ha dejado la piel trabajando en este país, explotado, como tantos otros vascos, por una empresa….. multinacional. No se sabe de que región vasca es Patxi y, al que suscribe, le importa un bledo. Le preocupa que sigamos todavía con “Sabinadas”.
Baltasar no sólo sabe que existe la Ley de Memoria Histórica, sino que junto a Lantxabe, lucha por su aplicación. De hecho estamos representados en la Comisión de la Memoria.
Aseguro a Patxi, y tenemos testigos, que difícilmente encontrará a personas más sensibles contra los los nombres y los personajes franquistas, que nosotros. Esa es nuestra trayectoria de hechos. La casa de cultura ha sido testigo de actos de homenaje a las personas mas emblemáticas de la república como Azaña, Machado, organizados por Lantxabe. Hemos pedido, en la citada comisión, que se restaure en la calle Getaria, nº 6, la placa recordatorio del pacto de San Sebastián, preludio del gobierno republicano.
Siga si acaso esta propia página web…
Y en cuanto al tema lingüistico, Baltasar, y el que suscribe, han educado a sus sus hijos en euskera. Y ambos dos hacemos todo lo que podemos por aprenderlo.
Usted encontrará que en todos los actos que organizamos el euskera es una prioridad
Pero además de todo eso que, por obvio, no se si debo haber escrito lo que antecede, Baltasar se interesa por la calidad de vida de la gente y se empeña en ello. Y su aportación le ha llevado a ser una persona reconocida en Donostia
Creo, con todos los respetos, que es Patxi -me cuesta creer que es un personaje real y no una simple provocación- quién va recogiendo plumas. Dejo a ustedes que elijan el ave que las pierde.
Machistas, xenófobos, maquetos (y/o refugiados)
Los sucesos registrados en la Nochevieja alemana introducen una nueva modalidad de abuso, agresión y robo masivo y organizado. La turbamulta como imaginario amante despechado. Cabe preguntarse en qué concepto se tienen a sí mismos los perpetradores de tocamientos y sobeteos forzados -por no hablar de las violaciones- que, una vez descartada por improbable la hipótesis de la experiencia gratificante, no parecen tener más objetivo que establecer una jerarquía: quién va a someter a quién. Y la desasosegante respuesta es que los desheredados de la Tierra a los acomodados y sumisos europeos. Como quiera que este cuadro impide salir favorecido en el ‘selfie’ de la denuncia, buena parte de los sempiternamente autoproclamados-sectores-más-comprometidos-de-nuestra-sociedad han obtado por la incomparecencia en el debate. Y así, lo que habitualmente es un cutis ultrasensible se convierte ahora de golpe y porrazo en piel de elefante. A cambio, se evitan las posturas incómodas, se esquiva el riesgo de la contradicción y se adopta un confortable silencio que en este caso suena a estrepitosa sintonía de ‘Verano azul’ en versión silbada, una forma como otra cualquiera de hacerse el despistado para pasar desapercibido. Es logico. Si los oprimidos se convierten en opresores, ¿quién quiere verse envuelto en un galimatías del que es fácil salir pintado como machista o como xenófobo? Por eso, mejor acogerse al inolvidable “no te signifiques”. Por cierto, llama también poderosamente la atención decir que lo hicieron con “el permiso de la señora Merkel”
El hombre es un bípedo implume.
O esa es la definición de Platón para el ser humano: un animal que camina sobre dos patas y no tiene plumas. (Y esto vale también para nosotras)
Se cuenta que Diógenes el cínico, tras escuchar las palabras de Platón, se presentó ante él con un gallo desplumado, exclamando “¡he aquí el hombre de Platón!”. Tras ello, el maestro se vio obligado a añadir “y con uñas planas” a su definición inicial.
Bueno pues a partir de entonces tenemos un problema, hasta hoy. Antes que Patxi y que Félix, a Aristóteles se le planteó la cuestión de qué es el hombre -implume, descerebrado, poseedor- y este asunto esencial entra de pleno en el espacio del pensamiento. Desde entonces, los pensadores han tratado de encontrar cuál es aquella “característica especial”, la esencia, que diferencia al hombre del resto de los animales -que nadie se de por aludido- y de las cosas existentes.