Es la zona verde más grande del término municipal de San Sebastián, enmarcado en la actualidad en un proceso de diseño de espacios, auspiciado por Lantxabe, para potenciar su uso por parte de los ciudadanos. Este entorno suma 628.000 metros cuadrados y contiene una amplia zona boscosa. Representa la tercera parte de un total de zonas verdes en la ciudad de 2 millones de metros cuadrados. Es un espacio verde sustancial, el más significativo de la ciudad y resulta primordial la tarea de su rehabilitación.
¿Cuánto durará esta ancha superficie ante el comportamiento depredador de la Red de parques Tecnológicos?
El mantenimiento de las zonas naturales y parques cuesta 4,4 millones de euros al Consistorio. El del Bosque de Miramón exige un esfuerzo grande, enorme.
¿El ayuntamiento invierte la tercera parte, proporcional a su extensión, en el sostenimiento del Bosque de Miramón? No, ni la décima parte. La cota 85 lleva dos años interrumpida, por un derrumbamiento, y por el deslizamiento del monte, en una zona perfectamente identificada.
El municipio minusvalora su gran Bosque y, sin embargo, se trata del gran espacio público trascendental para el futuro de la ciudad.
La capital guipuzcoana cuenta con dos millones de metros cuadrados de parques y zonas verdes, lo que supone el 3,3% del término municipal. La tarea de mantenimiento de estas zonas se reparte entre cuatro empresas especializadas en limpieza y en jardinería: Miguel Pagola Manterola, que obtuvo el pasado año la gestión de cuatro de los lotes en los que se divide la ciudad, además de Jokin Pagola Manterola, Viveros Pagola y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC).
A ninguna de las cuatro se las ve mucho por Miramón.
Por su parte, Ulia tiene 318.249 metros cuadrados y Urgull 253.514 metros cuadrados.
Otras zonas vírgenes reconvertidas en jardines también ejercen de pulmones verdes para los donostiarras. Entre ellas, destacan, por ejemplo, el parque de Larratxo, con 96.158 metros cuadrados; Cristina Enea, con 94.000 metros cuadrados; el de Otxoki en Intxaurrondo, con 46.852 metros cuadrados; el parque de Harria de Altza, con 32.000 metros cuadrados; el de Ametzagaina, con 380.000, y el de Puio con 26.000.
Otro grupo de áreas de esparcimiento está formado por zonas ajardinadas creadas hace más de un siglo, como el Paseo de Francia, de 3.000 metros cuadrados; los jardines de Ondarreta, con 18.332; Alderdi Eder, con 6.584; el Palacio de Miramar, con 29.037; la plaza de Gipuzkoa, con 5.400, y los jardines de Aiete, con 80.000 metros cuadrados
Más recientemente, el Ayuntamiento también ha ido creado nuevas áreas verdes, en ocasiones con motivo del desarrollo de nuevos barrios y, en otros, en zonas que no estaban aprovechadas. Por ejemplo, se prevé que el Parque de la Memoria, en Riberas de Loiola, alcance una superficie de 30.000 metros cuadrados. En Bidebieta, se adecuó una zona verde sin uso y se convirtió en el parque de Allende, de 5.900 metros cuadrados, mientras que el espacio central del barrio tiene 5.500. El clásico parque de Araba, por su parte, tiene 12.000 metros y el de Zubimusu, reducto natural de antes de las obras del nuevo barrio de Ondarreta, tiene 6.146.
La ciudad cuenta también con zonas urbanas ajardinadas como Eustasio Amilibia (6.500 metros cuadrados), la plaza de Zaragoza (1.000), Santa Catalina (1.100) y el Boulevard (2.950).
Sobre un artículo de C. Alonso en NG
Domingo, 16 de Noviembre de 2014
¿Qué edad tienen tus hijos? Pregunta una matemática a una vieja amiga suya. Ésta le responde: Como recuerdo que eras buena para los números te daré la repuesta a manera de problema. El producto de las edades de mis tres hijos es 36 y la suma es igual al número de ventanas de la casa de enfrente, la blanca. La matemática, luego de contar las ventanas de la casa de enfrente, afirma: Me falta un dato. Ni corta ni perezosa, su amiga se lo da: El mayor tiene un lunar en la frente. ¿Qué edad tiene cada muchacho? La pregunta no es una broma y ahora que el lector tiene los datos indispensables para despejar todas las incógnitas no es tan complicada de responder.