La Renta de Garantía de Ingresos es una prestación periódica de naturaleza económica, dirigida tanto a la cobertura de los gastos básicos para la supervivencia de la gente sin medios económicos para vivir, como a la de los gastos derivados de un proceso de inclusión social.
Es una de las pocas medias sociales de la que nos podemos sentir orgullosos todos nosotros, Gobierno Vasco y Ciudadanía, y que debemos defender contra el viento neo-racista y la marea totalitaria. Es necesario defenderlo, mejorando su sistema; adaptarlo a la nueva realidad, y no convertirlo en “un cajón de satre”
– Ramón Saizarbitoria: Tradicionalmente el sistema de protección social es un parche, una industria de paliativos, de hacer frente a algo, pero no soluciona el mundo. Incluso no sé si las políticas para frenar la pobreza o incrementar el bienestar deben surgir de ese ámbito, sino que deben nacer desde las distintas políticas culturales, económicas… Aquí lo que está fallando es el sistema económico.
– Joseba Zalakain: No hay que pensar que la RGI está fallando. Hay que pensar que están fallando muchas otras cosas. Sería impensable que suba el desempleo y que eso no se traduzca en un incremento de gente que está cobrando ayudas. Estas ayudas funcionan cuando falla todo lo demás. La RGI es la última red de seguridad.
Ramón Saizarbitoria y Joseba Zalakain, dos voces ligadas al Centro de Documentación y Estudios SIIS.
Detrás de Saizarbitoria (Donostia, 1944), además de un escritor reconocido, (a quién tuvimos el gusto de conocer, el pasado mes de enero, en nuestras tertulias de literatura, dirigidas por Lola Arrieta) hay un sociólogo implicado en la fundación en 1972 de esta entidad sin ánimo de lucro de la que fue director hasta 2004. Saizarbitoria rememora cómo se construyó el sistema social en Euskadi «en un tiempo en que era impensable» y reivindica aprender de la experiencia como opción de futuro.
«Echo de menos el estudio y los foros donde se pueda indagar en estos asuntos con la seguridad de que no van a ser utilizados ni malinterpretados», defiende desde una mirada crítica su actual director, Joseba Zalakain (Donostia, 1968)
Cualquier prestación no contributiva debe tener una contrapartida. Por ejemplo obligar a quienes la perciban a colaborar 20 horas semanales en residencias de ancianos, hospitales, centros de día etc.
La RGI no debe de existir, lo que tiene que haber es trabajo, y mientras no exista el pleno empleo no se puede permitir la inmigración como se está permitiendo
No hay que quitar el RGI, se puede quitar el ejercito, la polícia, los chorizos, los de las tarjeta, los de los viajes, los de la Gurtel, se puede obligar a pagar impuestos a las multinacionales
En 3 o 4 años habrá muchos mas jubilados que ahora pero sus sucesores en puestos de trabajo no cobrarán lo mismo que ellos ¿Y cuántos perceptores de la RGI ocuparan esos puestos? Una persona que se tira 5 años sin pegar un palo al agua (por desgracia) como lo metes a producir al 100% que es lo que ahora te exigen los de ADEGI, ya hay expulsiones en empresas por bajo rendimiento. Hay que empezar a activarlos un poco y que empiecen a hacer trabajos para la comunidad. Como la comunidad cotiza para que ellos para que puedan mantener un poco de vida digna. ¿Por qué no ayudar a una abuelita a llevar la compra a su casa? Por ejemplo
No se puede pensar como un millonario si no lo eres, quedas muy mal.
El Gobierno Vasco va a cambiar las Ayudas de Emergencia Social. El proyecto de decreto está disponible en Internet, en el portal Irekia, a debate público, abierto a opiniones hasta el 9 de mayo. 30.000 personas recurrieron el año pasado a estas ayudas.
Ni una sola persona ha participado en el debate.
Este desinterés no es excepcional.
Ahora Lakua tiene 20 proyectos en debate público. Sólo han recibido 166 opiniones.
En la web del Parlamento, en Parte Hartu, donde se puede preguntar directamente a los parlamentarios, la última pregunta es del 4 de febrero.
Nuestras instituciones pueden mejorar en transparencia, pero no olvidemos que el objetivo final es que los ciudadanos nos impliquemos en la gestión de lo público y en el robustecimiento de la rendición de cuentas.