El ascensor uniría el paseo de Aiete, con una de las entradas del túnel de Morlans y desde ese punto con toda la ciudad llana de Donostia.
El bidegorri se prolongaría hasta las Jesuitinas y, derribando el muro, -para el que se tiene autorización de las monjas-, se prolongaría por el paseo de Oriamendi, hasta las comarcas vecinas y la zona de Hospitales y el Bosque de Miramón.
No tenemos por qué ser ninguneados.
¡Sí se puede!