La estrechez de la acera en la calle doctor Marañón, en las proximidades de Munto, la hace intransitable
Desde hace un año, Lantxabe está en contacto con el departamento de mantenimiento urbano, para encontrar una solución.
Entre la vecindad y el departamento, se han planteado varias opciones:
-
Eliminar la acera y sustituirla por un jardín de parterre. Plantar lechos de flores o de hierbas delimitados por arriates de plantas perennes, alrededor de los árboles.
-
Mantener la acera sin árboles, y pedir a los vecinos de las fincas 35 37 y 39 que planten los árboles en el interior del muro de su propiedad (recortada al espacio público). Lantxabe y Depatamento coinciden en lo mal que se hizo la concesión de la licencia de construcción a estas fincas. No se consultó a los vecinos sobre el espacio que debía ser publico y ahora es privado.
-
Aumentar la anchura de la acera aprovechando el espacio de estacionamiento del otro lado de la calle. (Esta opción suprime los aparcamientos)
-
Sustituir los actuales árboles por otros de menos porte. Al suprimir las montaraces y agrestes raíces, y ensanchar la acera unos centímetros, la vía sería más factible para uso peatonal.
Lantxabe se inclina por esta última opción. Defiende los árboles y la acera.
Una hilera de árboles es un espectáculo bello, da una agradable sombra y, además, hermosea una calle inmediata a la futura plaza de Munto.
La acera es la apología de la ciudad del peatón, objetivo perseguido por parte de la vecindad de Aiete.
Los árboles también reducen la contaminación del aire, ya que este filtra los vientos al estar su copa diseñada para que el aire pase a través de las hojas, filtrando los polvos, cenizas, humos, esporas, polen y demás impurezas que arrastra el viento. Las hojas y la corteza rugosa en el tallo también atrapan tales impurezas.
Una de las funciones mas importantes de los árboles y fundamentales para la buena vida de los humanos es la captación del bióxido de carbono que contamina la atmósfera, el cual es emanado de las empresas, autos y buses. A través de la fotosíntesis que realizan las hojas, el árbol atrapa el CO2 de la atmósfera y lo convierte en oxígeno puro, enriqueciendo y limpiando el aire que respiramos.
Desde el ámbito de lo social un árbol mejora la calidad de vida de las personas que cohabitan con ellos.