Carolina Alonso entrevista a Higinio Otazu (presidente de Kalapie)
El colectivo de ciclistas urbanos Kalapie nació en 1989, por lo que cumple estos días 25 años. 200 socios hacen rodar la maquinaria de esta entidad, que está en el origen de los más de 60 kilómetros de carriles ciclistas que recorren Donostia.
¿Como surgió Kalapie?
-Tuvo su origen en el movimiento vecinal y ecologista, pero llegó un momento en el que se desgajó hacia la bicicleta y la movilidad sostenible. El propio nombre de Kalapie lo eligió el grupo promotor del colectivo.
¿La puesta en marcha del bidegorri de La Concha fue el punto de arranque de la extensión de los bidegorris?
-Sí, a partir de ese momento, Kalapie se hizo mayor. Hubo muchas reticencias tanto en la ciudad como en la mayoría de los partidos políticos. Hubo una pelea muy fuerte entre muchos sectores. El gran problema era quitar un carril para los coches; parecía que la ciudad se hundía y el marco incomparable iba a desaparecer. Hubo mucha presión de los comerciantes. Tan es así que no se llegó a inaugurar por la tensión que había supuesto. Se aprobó con los votos del PSE-EE, PP y HB, pero los dos últimos decían que estaban en contra de quitar un carril a los coches. Odón Elorza tuvo un papel importante en su puesta en marcha.
Kalapie nació para Donostia pero se ha ido extendiendo.
-Sí, aunque surgió para la capital se ha ido ampliando a zonas limítrofes como Errenteria, Irun… Y tenemos buenas relaciones con otros grupos del territorio.
En 25 años ha cambiado totalmente la ciudad en cuanto a bidegorris. ¿Están satisfechos?
-Ahora tenemos 61 kilómetros de carriles específicos y estamos satisfechos. Se producen cada día 20.000 viajes de ciclistas en la ciudad y es un salto cuantitativo. Es nuestro mejor resultado. Pero hay que seguir mejorando. Hay que finalizar la red y unirla con los pueblos limítrofes. Falta la conexión con Lasarte y con Hernani. Ya se hizo la de Errenteria y ahora se puede ir hasta Arditurri en un paseo precioso.
El Ayuntamiento ha sacado a concurso la conexión ciclista de Martutene. ¿Cómo la ven?
-Nuestro planteamiento ha sido colaborar con las instituciones en todo lo que ha sido la promoción de la bicicleta. Cuando no estamos de acuerdo con algo siempre damos alternativas y en este momento los proyectos más interesantes que tiene el Ayuntamiento, los bidegorris de Egia y Loiola-Martutene, fueron propuestas nuestras. El de Loiola lo propusimos en la anterior legislatura y el de Egia se lo presentamos a principios de esta.
Este último va a ser el primero hacia un barrio en cuesta.
-Hay que tener en cuenta que es un barrio difícil. Creo que se va a hacer bien y va a ser una solución para mejorar el tránsito para ciclistas y para peatones en el barrio.
¿Con este carril quedará la red terminada?
-Faltará la conexión con Altza, Bidebieta y Trintxerpe. Y queda por mejorar la Calzada Vieja de Ategorrieta, detrás de Jesuitas, que es un lugar muy delicado, que está muy mal y da continuos problemas. Es un punto difícil, pero tienen que dar una solución. También falta Aiete.
¿Qué otras necesidades ven?
-Potenciar las zonas 30 -en las que no se puede circular a más de esta velocidad- porque es necesario que en algunas zonas las bicicletas puedan compartir espacio con los coches. También queda mucho por hacer en el aspecto educativo. Hay que respetar a los peatones. No podemos enfrentarnos con ellos porque ambos somos los elementos más débiles de toda la cadena de movilidad. También hay que mejorar algunas conexiones donde se junta el bidegorri y la acera.
¿No cree que hay lugares, como la zona señalizada para bicicletas junto al Kursaal, donde existe confusión y tanto peatones como ciclistas creen que tienen preferencia?
-En este punto en concreto, la preferencia es de los peatones porque es una acera. Durante el Festival de Cine se hizo un bidegorri alternativo por la carretera y dio un resultado maravilloso. Habrá que estudiarlo y buscar una línea recta desde el Ayuntamiento a Ramón y Cajal, donde empieza el bidegorri de la Zurriola
¿Cuántos accidentes con ciclistas implicados hay?
-Según la memoria del Observatorio de la Bicicleta, el pasado año hubo 92 accidentes con víctimas en los que hubo ciclistas implicados, y 96 ciclistas implicados en accidentes con víctimas. Se contabilizaron seis heridos de gravedad, cinco de ellos ciclistas y un peatón. Todos los demás fueron leves. Teniendo en cuenta el volumen de gente que anda en bicicleta, no nos parece excesivo.
¿La gente es respetuosa?
-En general sí.
¿Aconsejan contratar un seguro?
-Dentro de la cuota de Kalapie incluimos un seguro a terceros porque creemos que es bueno que todos los ciclistas lo tengan.
¿Los robos de bicicletas no cesan?
-Hay muchísimos. Cada vez más. Muchas veces se han llevado las bicis robadas a países del Este; en la zona de las Landas y por aquí también se venden. Hemos sacado un folleto para que la gente cande bien sus vehículos porque la prevención es muy importante. Según la memoria del pasado año hubo 700 denuncias por robo de bicicletas. Se recuperaron 53 y hubo 42 detenciones.
¿Una bici con motor es una bici?
-Sí porque es pedaleo asistido. No avanza si no le das a los pedales. Estas bicicletas asistidas, como las del servicio Dbizi del Ayuntamiento, van a tener un gran futuro. Creemos que en Donostia pueden cumplir un gran papel en los barrios altos, donde vive casi el 50% de los ciudadanos.
¿Qué retos tienen para el futuro?
-A partir de ahora, el impuso de los bidegorris va a ocupar una parte muy pequeña de nuestra labor. Queremos mejorar lo que hay, finalizar la red, conectar con los pueblos de Lasarte y Hernani y facilitar el aparcamiento de las bicicletas a cubierto. Se están llevando a cabo distintas experiencias en los parkings de La Concha y plaza de Cataluña y esperamos que en unos meses se puedan meter las bicis en ellos. Ha habido que cambiar parte de las concesiones a los parkings para autorizar la entrada de las bicicletas, pero se va a hacer. También ha empezado a haber parkings privados. En la calle Birmingham de Gros, por ejemplo, hay un garaje con unas 120 bicicletas. El precio es de diez euros al mes.
¿Qué diferencias hay entre el uso de las bicicletas en Donostia y en otras ciudades?
-En ciudades como Sevilla, donde ha habido un boom muy grande en poco tiempo, se ha usado mucho la bici pública. Aquí, por el contrario, se emplea mucho la bicicleta propia. Por eso los aparcamientos están a rebosar. Hay unos 6.500 y siempre están llenos.
¿Qué opina de llevar las bicis en los autobuses?
-Esto se puede hacer en algunas líneas pero no es una buena solución. Los ascensores son mucho mejores. Se ha visto que ha crecido mucho el uso de la bicicleta en El Antiguo, en Herrera… a causa de los ascensores.
No debemos crear falsas ilusiones, Aiete queda excluida de los 60 kilómetros de bidegorris con los que cuenta actualmente Donostia
La esperanza es una espada
Me parece muy bien que esta practica se extienda y alcance los niveles de países como Holanda, pero es preocupante que el numero de accidentes alcance la cifra de 92 y seis de ellos de gravedad, disiento por tanto de la opinión de la entrevistada acerca de la levedad de los datos en relacion con el numero de ciclistas ya que probablemente los accidentes causados por vehículos de todo tipo serán inferiores estadísticamente a los anteriores Creo que el problema radica en primer lugar en la falta de prudencia de algunos energúmenos que circulan por donde no están autorizados y a velocidades excesivas, así como peatones que invaden el bidegorri, y como mas importante la carencia de una vigilancia queordene y dirija este tipo de situaciones sancionando a los infractores para que adquieran conciencia ciudadana y eviten esos 6 accidentes graves que de seguro habrán sido una desgracia para la vida de las familias de los afectados.
Javier