1 comentario en “Las ventanas de Katxola y Zuriñe Hidalgo en la portada de Gaztezulo”
Elena Viñas
Entrevista con Zuriñe Hidalgo
Dejó temporalmente Donostia este verano para organizar Enraizadas, unos encuentros «por y para mujeres» que tienen como escenario la isla de Ibiza. En ellos, esta cantante y presentadora de televisión, lleva a la práctica su faceta de coach menstrual. Hablamos con ella cuando a punto está de celebrar la tercera edición de esta iniciativa.
– Es la primera vez que escucho el concepto de coach menstrual. ¿En qué consiste?
– La verdad es que yo tampoco lo conocía, hasta que hace tres años empecé a indagar de un modo totalmente autodidacta en el mundo de la fertilidad femenina y del ciclo menstrual. Había muchas cosas que no me cuadraban, como, por ejemplo, lo relacionado con el dolor menstrual, por qué muchas mujeres sufrimos cuando nos baja la regla. También me apasionaba la unión entre los ciclos lunares y los menstruales. Empecé a formarme hasta que llegué a un punto en el que me apetecía hacer algo más profesional o acompañada.
– ¿Qué aprendió?
– En este proceso que inicié en solitario me di cuenta de que la mayoría de las respuestas no estaban en los libros, sino en una misma. Empecé así un camino de autoconocimiento bastante potente mediante los ciclogramas. Se trata de un material muy enriquecedor para conocer mejor tu ciclo menstrual, a ti misma y a tu cuerpo. También di con algo que me llamó mucho la atención: el terapeuta menstrual.
– Otra profesión desconocida…
– Es algo que hay en una escuela feminista de Cádiz. Intenté apuntarme al curso que daban para formarme, pero no estaba disponible en ese momento. Acabé haciendo otro curso, el de coaching menstrual, que tenía un factor psicológico y emocional.
– ¿Se lanzó a iniciarse en un oficio desconocido?
– ¡Me sumergí! Lo hice por conocerme más a mí misma, comprenderme mejor y tener respuestas. Al mismo tiempo que iba aprendiendo, me daba cuenta de que sería la bomba poderlo compartir con más mujeres. Para mí, este era un mundo completamente desconocido hasta hace tres años. Ahora me pregunto cómo he podido vivir sin saber esto, sin saber que soy cíclica.
– ¡¿Cíclica?!
– Nadie nos dijo que lo somos. Deberían habernos explicado que, además de menstruar equis días al mes y hacerlo todos los meses, íbamos a atravesar una serie de fases y en cada una de ellas, íbamos a ser una mujer muy diferente. Todas pasamos por cuatro fases: la preovulatoria, la ovulatoria, la premenstrual y la menstrual. En cada una varían muchísimas cosas a nivel físico, emocional y espiritual. Tenemos que conocer lo que nos sucede en cada fase, entenderlo, aceptarlo. ¿A cuántas no nos pasa que, en la fase premenstrual, no nos entendemos y nos decimos a nosotras mismas que estamos locas? Pero no. No es que las mujeres estemos locas, es que somos cíclicas. Necesitaba que todo esto se supiera.
– Imagino que es así como surge Enraizadas.
– Sí, surge de la necesidad, por un lado, de crear un espacio seguro y libre de juicios, porque durante mucho tiempo se nos ha educado para ser competitivas entre nosotras; y por otro, del desear que las mujeres pudiéramos compartir cosas unidas a nuestro ciclo menstrual. El autoconocimiento es el camino hacia el empoderamiento y a la vez, hacia la libertad de las mujeres. Ha tenido que venir una pandemia mundial para hacer hueco a este proyecto. Si no hubiera llegado, yo hubiera seguido con mi gira de conciertos y mi trabajo.
– Así que Enraizadas se ha convertido en su plan B.
– Sí, empecé a desarrollar la idea el día dos del confinamiento. El día uno se me desmoronó todo. Me quedé sin trabajo y tuve que ponerme las pilas.
– Cuando uno oye la palabra retiro, le vienen a la mente imágenes de meditación, momentos envueltos en un halo mágico…
– Lo llamamos retiro, pero es un encuentro de mujeres en el que trabajamos a todos los niveles. Hay una parte de yoga, de alimentación, talleres de ciclo menstrual, círculos en el que se comparten cosas más personales… De cara al retiro que tenemos en octubre, estoy introduciendo cuestiones relacionadas con los chacras, los aceites esenciales…
– Choca que el retiro tenga lugar en una isla como la de Ibiza, sinónimo de fiesta.
– Ibiza es una isla que tiene una energía y una luz muy bonitas. Llevo muchos años viniendo. Es un sitio que me permite conectar conmigo. ¡Qué lugar mejor! Para comenzar, era el ideal. Eso no quiere decir que me cierre a buscar otros enclaves.
– ¿Cuál es el perfil de las mujeres de Enraizadas?
– Hay de todo. Desde chicas de 26 a otras de 44. Todas aprendemos de todas y conectamos.
– Y acaban con un tabú.
– Totalmente. Lo más importante es informarnos porque a día de hoy no estamos bien informadas y deberíamos estarlo.
Entrevista con Zuriñe Hidalgo
Dejó temporalmente Donostia este verano para organizar Enraizadas, unos encuentros «por y para mujeres» que tienen como escenario la isla de Ibiza. En ellos, esta cantante y presentadora de televisión, lleva a la práctica su faceta de coach menstrual. Hablamos con ella cuando a punto está de celebrar la tercera edición de esta iniciativa.
– Es la primera vez que escucho el concepto de coach menstrual. ¿En qué consiste?
– La verdad es que yo tampoco lo conocía, hasta que hace tres años empecé a indagar de un modo totalmente autodidacta en el mundo de la fertilidad femenina y del ciclo menstrual. Había muchas cosas que no me cuadraban, como, por ejemplo, lo relacionado con el dolor menstrual, por qué muchas mujeres sufrimos cuando nos baja la regla. También me apasionaba la unión entre los ciclos lunares y los menstruales. Empecé a formarme hasta que llegué a un punto en el que me apetecía hacer algo más profesional o acompañada.
– ¿Qué aprendió?
– En este proceso que inicié en solitario me di cuenta de que la mayoría de las respuestas no estaban en los libros, sino en una misma. Empecé así un camino de autoconocimiento bastante potente mediante los ciclogramas. Se trata de un material muy enriquecedor para conocer mejor tu ciclo menstrual, a ti misma y a tu cuerpo. También di con algo que me llamó mucho la atención: el terapeuta menstrual.
– Otra profesión desconocida…
– Es algo que hay en una escuela feminista de Cádiz. Intenté apuntarme al curso que daban para formarme, pero no estaba disponible en ese momento. Acabé haciendo otro curso, el de coaching menstrual, que tenía un factor psicológico y emocional.
– ¿Se lanzó a iniciarse en un oficio desconocido?
– ¡Me sumergí! Lo hice por conocerme más a mí misma, comprenderme mejor y tener respuestas. Al mismo tiempo que iba aprendiendo, me daba cuenta de que sería la bomba poderlo compartir con más mujeres. Para mí, este era un mundo completamente desconocido hasta hace tres años. Ahora me pregunto cómo he podido vivir sin saber esto, sin saber que soy cíclica.
– ¡¿Cíclica?!
– Nadie nos dijo que lo somos. Deberían habernos explicado que, además de menstruar equis días al mes y hacerlo todos los meses, íbamos a atravesar una serie de fases y en cada una de ellas, íbamos a ser una mujer muy diferente. Todas pasamos por cuatro fases: la preovulatoria, la ovulatoria, la premenstrual y la menstrual. En cada una varían muchísimas cosas a nivel físico, emocional y espiritual. Tenemos que conocer lo que nos sucede en cada fase, entenderlo, aceptarlo. ¿A cuántas no nos pasa que, en la fase premenstrual, no nos entendemos y nos decimos a nosotras mismas que estamos locas? Pero no. No es que las mujeres estemos locas, es que somos cíclicas. Necesitaba que todo esto se supiera.
– Imagino que es así como surge Enraizadas.
– Sí, surge de la necesidad, por un lado, de crear un espacio seguro y libre de juicios, porque durante mucho tiempo se nos ha educado para ser competitivas entre nosotras; y por otro, del desear que las mujeres pudiéramos compartir cosas unidas a nuestro ciclo menstrual. El autoconocimiento es el camino hacia el empoderamiento y a la vez, hacia la libertad de las mujeres. Ha tenido que venir una pandemia mundial para hacer hueco a este proyecto. Si no hubiera llegado, yo hubiera seguido con mi gira de conciertos y mi trabajo.
– Así que Enraizadas se ha convertido en su plan B.
– Sí, empecé a desarrollar la idea el día dos del confinamiento. El día uno se me desmoronó todo. Me quedé sin trabajo y tuve que ponerme las pilas.
– Cuando uno oye la palabra retiro, le vienen a la mente imágenes de meditación, momentos envueltos en un halo mágico…
– Lo llamamos retiro, pero es un encuentro de mujeres en el que trabajamos a todos los niveles. Hay una parte de yoga, de alimentación, talleres de ciclo menstrual, círculos en el que se comparten cosas más personales… De cara al retiro que tenemos en octubre, estoy introduciendo cuestiones relacionadas con los chacras, los aceites esenciales…
– Choca que el retiro tenga lugar en una isla como la de Ibiza, sinónimo de fiesta.
– Ibiza es una isla que tiene una energía y una luz muy bonitas. Llevo muchos años viniendo. Es un sitio que me permite conectar conmigo. ¡Qué lugar mejor! Para comenzar, era el ideal. Eso no quiere decir que me cierre a buscar otros enclaves.
– ¿Cuál es el perfil de las mujeres de Enraizadas?
– Hay de todo. Desde chicas de 26 a otras de 44. Todas aprendemos de todas y conectamos.
– Y acaban con un tabú.
– Totalmente. Lo más importante es informarnos porque a día de hoy no estamos bien informadas y deberíamos estarlo.