Conclusiones principales de las estimaciones electorales del Euskobarometro de Diciembre 2014
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Panorama electoral excepcionalmente volátil, caracterizado por una alta movilización, sobre todo de los jóvenes y del electorado de izquierda (por el efecto Podemos), una mayor fragmentación, una caída importante de la fidelidad de casi todos los electorados y un nivel de indecisión en torno al 25%.
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La participación se situaría alrededor del 67%.
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El incremento de la fragmentación y la volatilidad electorales producirían un parlamento más fragmentado y plural, sobre todo, en la izquierda.
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El PNV, con unos 350.000 votos y algo más de un 30% de los votos válidos, volvería a ser el vencedor electoral, pero con una mayoría parlamentaria más débil.
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No hay ninguna otra alternativa de gobierno viable, salvo que Podemos encabece un gobierno de izquierda EHB y PSE-EE
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Podemos, con unos 300.000 votos y alrededor de una cuarta parte de los votos válidos, se encarama en la segunda posición, disputándole la Hegemonía al PNV.
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EHB, con algo más de 230.000 votos y casi un 20% de los votos válidos, retrocede a la tercera posición y puede condicionar la mayoría de gobierno.
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El PSE-EE, con algo más de 150.000 votos y alrededor de un 13% de los votos válidos, caería a la cuarta posición, pudiendo condicionar o aspirar a formar parte de la nueva mayoría.
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El PP, con algo menos de 100.000 votos y alrededor de un 8% de los votos válidos, pierde apoyos electorales
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La división entre EB e IU/EZKER ANITZA y la irrupción de Podemos les deja fuera del Parlamento otra vez
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UPyD, con alrededor de 26.000 votos y algo menos de un 3%, podría mantener su escaño alavés.
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En el nuevo parlamento, a seis ó siete partidos habría una sólida mayoría de izquierda, mientras que los nacionalistas perderían la suya y las fuerzas autonomistas seguirían en retroceso
En este nuevo grupo naciente hay vascos, gente comprometida con este Pais y con su derecho a ser libre ..Pero, se mire como se mire, no pueden ser considerados abertzales los vascos que apoyen a Pablo Iglesias y los suyos, en detrimento de fuerzas politicas abertzales y genuinas de este Pais, limpias del polvo y paja. Aquí, a algunos les a tocado pagar a España, y a un precio muy alto ademas … Por muy bien que no caiga Podemos, y prescindiendo de posibles manipulaciones, son necesarios en España… Pero aqui o Catalunya ya hay quien se ocupe, aunque silenciados, de intentar hacer esa funcion… Aquí no necesitamos a Podemos, si quieren ayudar, bueno sean bienvenidos
Quizás es necesario empezar ya a llamar a las cosas por su nombre, a exigir posicionamientos claros y responsabilidades políticas a la nueva banda del militón madrileña, y dejar de estar «anestesiados» con el nuevo invento mediático de los medios de comunicación nacionalistas españoles como parece ser que nos quieren algunos por aquí. En Catalunya, en la nación catalana, ya se han dado cuenta de ello hace tiempo. Y así lo expresan ya muchas personas y ciudadanos sin tapujos ni complejos. Aquí no, aquí tenemos que seguir con caras de alelados por lo que parece respecto a los «camaradas» que un día te llaman «casta» y al siguiente te acusan de ser parte del «bipartidismo» del País Vasco. Es hora de acabar ya con las tonterías. Es hora de ser claros y hablar claramente.
Hace no muchos meses miraban por encima del hombro a esos jovencitos que se manifestaban en las calles, acompañados por los yayoflautas; ahora no hay día que no se refieran a ellos como el coco que viene a comernos.
Estos han leído la intención de voto que tienen y les ha entrado el miendo en el cuerpo. Ahora resulta que Podemos es un producto español. Pues bien, se equivocan, Podemos es la punta de lanza de un movimiento que se está extendiendo también fuera de España, es la expresión de la nueva forma de hacer política, es la esperanza de que esas élites se bajen de sus pedestales y comiencen mirar al pueblo como lo que es, es la promesa de eliminar tanto asesor digital, tanta privacidad de servicios públicos, tanto mangoneo como el que ha habido. No se trata solamente de la corrupción que manda sus dineros a Suiza, no; se trata de abrir las ventanas de las instituciones, que entre el aire y refresque un poco ese hedor que se percibe de sus interioridades.
Es una aventura, cierto; pero acaso la independencia no lo es y de consecuencias mucho más imprevisibles. ¿A qué le tienen miedo? Supongo que tienen miedo a que Podemos pueda presentar en Euskadi un proyecto de futuro más razonable e ilusionante que el salto al vacío de la independencia
Maite Urriza
Inkestaren fidagarritasuna alde batera utzita, pilak ipini eta kaleko lanari berriro ekin behar diogu. Badirudi batzuk azken boladan oporraldiak hartu ditugula eta