Cabu, el dibujante que se atrevió a burlarse de los fanáticos y silenciaron a balazos

2Charlie Hebdo atacada por terroristas y con doce personas muertas. Entre ellos figura el dibujante y uno de las piezas claves de la cabecera: Cabu (Jean Cabut), cofundador del semanario, que publicó en portada la caricatura de Mahoma, en respuesta a los dibujos daneses de 2006 y que acarrearon polémica y demanda. Pelo a tazón, gafas redondas y un brillante espíritu adolescente que le impedía retirarse y dejar de morder el lápiz.

Estaba trabajando en la redacción cuando entraron los asesinos y dispararon, tenía más de setenta años, fue soldado en la guerra de Argelia –donde pasó 27 meses- y se convirtió a la fe antimilitarista y anarquista. Era un excelente dibujante, además de tener una de las visiones más ácidas de la realidad política y social de su país. Muy popular en Francia desde los años setenta, tras la creación de la revista Hara-Kiri (antecedente de Charlie Hebdo) y la colaboración con programas de televisión en los que aparecía dibujando.

Bernard Maris, Georges Wolinski, Jean Cabut, Charb y Tignous. / Afp
Bernard Maris, Georges Wolinski, Jean Cabut, Charb y Tignous. / Afp

Cabu fue el autor de aquella imagen en la que aparecía Mahoma sobre un fondo rosa “abrumado por los fundamentalistas”, llorando, con las manos en la cara, indignado: “Es muy difícil ser amado por idiotas”. Un número especial. Si hay algo que no soportan los fanáticos es el humor, porque es el síntoma que desvela una sociedad con plenas garantías de libertad de expresión.

Albert Monteys, uno de los fundadores de Orgullo y Satisfacción y ex dibujante de El Jueves explica a este periódico que Cabu es uno de los grandes del humor gráfico francés. Se reconoce desolado porque ha sido “un golpe muy fuerte contra la libertad de expresión” y hace un llamamiento a toda la sociedad para defender el trabajo en libertad de los humoristas. “El humor gráfico está siendo atacado, se le considera peligroso. Con el rey y con la política te juegas una demanda, un juicio y poco más. Pero esto es un cambio de paradigma y hay que reaccionar”, cuenta. Dibujar como oficio de riesgo.

La amenaza es el humor

“Nuestro único poder es seguir haciendo lo que hacíamos antes. Nuestra lucha es el dibujo y seguir opinando desde el ingenio”, cuenta Monteys, que comparte con la cabecera francesa el empeño contra la complacencia con la izquierda, la derecha y los fanatismos religiosos. “La gran pregunta es por qué el humor es tan peligroso para el fanatismo. El humor es el final de la fe, porque hace que la gente pierda el respeto a las cosas y las cuestione”.

La revista más cercana al semanario francés en nuestro país es Mongolia, que como reconoce Eduardo Galán, uno de sus fundadores, es deudora de Charlie Hebdo. Remite al agudo texto que el dibujante Darío Adanti publicó hace unas semanas, El humor es el primer muerto (actual a su pesar), para entender por qué el humor duele tanto.

“Este brutal ataque indica hasta qué punto el humor está comprometido con la libertad de expresión de una sociedad. El humor se ríe de todo aquello que es rígido e incuestionable. El humor satírico ataca lo indiscutible. Mongolia también ha sufrido la intolerancia religiosa, pero no vamos a parar, que lo sepan”, asegura. Galán dice que no hay dibujante en el mundo que acceda al chantaje de extremistas religiosos y envía condolencias a la gran familia de la publicación francesa.

Cuando Cabu bajaba a la calle y abocetaba con urgencia los ambientes parisinos, era el Robert Doisneau del dibujo pero sin tanto azúcar. De hecho, sus personajes retratados se convertían  en mártires del ridículo, porque Cabu exageraba sus caracteres, el contexto, la situación hasta explotar la estupidez. Sarkozy llevaba cuernos cuando pasaba por su mano, “para darle un aire de diablo”. El expresidente francés amenazó con un café al dibujante para tratar de quitarse el complemento demoniaco. Sin embargo, muchos prefieren las armas a los cafés. Incluso los juicios, a lo largo de su carrera profesional ha tenido que hacer frente a 11 y todos los ha ganado. La resistencia a la libertad no descansa, pero la libertad tampoco

Peio H. Riaño

 (Foto Reuters)

Los dibujantes franceses Georges Wolinski (a la izquierda) y Cabu (a la derecha), en Cannes, en 2008. Ambos asesinados esta mañana.

 

 

5 comentarios en “Cabu, el dibujante que se atrevió a burlarse de los fanáticos y silenciaron a balazos”

  1. Buscar la causa del atentado ocurrido el 7 de enero en París en la venganza es un análisis simplista; que es un ataque a la libertad de expresión, sin duda. En el año 2006 la revista francesa Charlie Hebdo publicaba caricaturas no de Mahoma sino de los fundamentalistas que actuaban en su nombre. Las críticas de entonces son demasiado poco para constituirlas en única causa. No nos dejemos llevar por análisis descontextualizados. Los yihadistas acudirán a cualquier medio violento en su lucha permanente por alcanzar publicidad y poder como vía para establecer un universo islámico.

  2. A mi toda esta historia me recuerda el asesinato a manos de ETA -7 de mayo del 2000- del periodista de Andoain José Luis Lopez de Lacalle

    1. Con cada atentado terrorista de inspiración yihadista reaparece el coro de voces que pretende responsabilizar a la religión musulmana y a sus practicantes por los asesinatos cometidos en su nombre.
      En nuestro país, ante un crimen etarra, como el realizado con José Luis, a quien tanto queríamos, el coro de voces siempre mencionaba el conflicto vasco no resuelto. Sus herederos, algunos instalados en áreas de responsabilidad del gobierno vasco, mencionan una y otra vez esta sagrada palabra “gatazka”.
      Al primer terrorismo, el yihadista, a la interpretación fundamentalista de la religión se le atribuye una naturaleza intrínsecamente violenta y excluyente
      A los segundos, los practicantes del terror, se les señalaba como héroes porque eran portadores de las esencias patrias.
      Luzia Garzia

  3. Será que la matanza de Charlie Hebdo me ha dejado muy tocado (mucho), pero apenas me he fijado en que los terroristas eran yihadistas. Yo sigo mirando a Charb, Cabu, Wolinski, Tignous y el resto de muertos.
    Y aunque no son los primeros, los siento tan cercanos como sentí entonces el asesinato de Lacalle. ¿Por qué los asesinos se ceban en estas personas? Entonces con el periodista y viejo luchador José Luis, ahora con estos dibujantes satíricos (¿somos conscientes de esta monstruosidad?)
    Estoy conmocionado como pocas veces

  4. Mustafá Farinés

    Los yihadistas matan caricaturistas porque están financiados por Occidente; el vídeo que muestra cómo se remata en el suelo a un policía herido está trucado; seguro que todo esto es un autoatentado del Gobierno francés para estigmatizar a los musulmanes; la culpa de que algunos musulmanes practiquen la ablación de clítoris es sin duda de la OTAN; si los palestinos tuvieran su propio estado, los yihadistas aceptarían de superbuen grado los chistes sobre el profeta; todo esto es una conspiración; los dos hermanos son chivos expiatorios y si uno de ellos recibió entrenamiento militar en Yemen fue porque una voz en su cerebro se lo ordenó, probablemente, Radio Martí; los dos terroristas gritaron “¡Alá es grande!” para desconcertar a los investigadores, la típica pista falsa; la culpa de todo la tiene Israel; los gobiernos consienten este tipo de matanzas para aumentar el control social sobre la población; es normal que fusilen humoristas para vengar al profeta, con lo desigualmente repartida que está la riqueza en el mundo; peor fueron las Cruzadas; detrás de esto, está la CIA; detrás de esto, está el Mossad; detrás esto, está la OTAN; Ahora seguro que esto les sirve de excusa para invadir otro país; más allá de que los dos presuntos matarifes sean tan franceses como Sarkozy o Marine Le Pen, es normal que pasen estas cosas, después de que Occidente haya arrasado sus países; mucho ‘Charlie Hebdo’, pero nadie dice nada de las matanzas de Boko Haram; los que recuerdan que el terrorismo de Boko Haram, Abu Sayaf, el Estado Islámico, los talibanes, Hamás o Al Qaeda se ejerce en el nombre de Alá son islamófobos; a este tipo de terroristas nunca los cogen vivos porque uy, si hablaran, la de cosas que se iban a saber, no hay más que ver lo que pasó con los secuestradores de los aviones del 11-S: todos muertos; los dos encapuchados que ametrallaron la redacción de una revista humorística lo hicieron en nombre de la lucha antiimperialista, lo que pasa que no lo saben y creían actuar en nombre de Mahoma; aunque en realidad, es todo muy complicado porque lo cierto es que estaban financiados por Occidente; no lo quieren decir, pero seguro que esto es obra de los serbios, que como los de la eta están muy calladitos últimamente

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