El próximo domingo la “Vuelta a Donostia-Donostiako Itzulia”, llega al caserío Katxola y continua su itinerario por el Bosque de Miramón
En el caserío, alrededor de las nueve de la mañana, esperaremos la llegada de estas personas esforzadas del paseo a pie o en bicicleta. Tenemos mucho gusto en enseñarles este barroco y bello caserío, en plenitud de equipamiento, desde que trasladamos el tolare y demás piezas etnológicas del caserío Munto, tan querido por los donostiarras.
Hace unos días nos visitó el presidente de honor del Club Vasco de Camping y su comentario espontáneo fue ¡pero esto es un museo!. Un museo en plena actividad, lugar de elaboración de sidra, de txotx, de fiestas populares, y de diversas actividades relacionadas con la cultura material de Euskal Herria, y próximamente centro de interpretación del Bosque de Miramón
La Vuelta a Donostia-Donostiako itzulia es una oportunidad única de conocer de cerca el patrimonio natural, cultural e histórico de la ciudad, pero en esta segunda tercera etapa los atractivos en los jalones 2 (caserío Katxola) y 3 (Bosque de Miramón) son particularidades de gran belleza.
Es la fachada sur de la ciudad, por donde entra el viento caliente, en ocasiones acarreando vida y en otras los dolores de cabeza; más allá de la emblemática bahía de la Concha, y su marco incomparable, este frente sur es más modesto, pero más rico en matices, en atractivos que nos proporciona la naturaleza y la mano de las mujeres y hombres de la tierra. En esta loma de Oriamendi podemos conocer el imponente anfiteatro, el frontón recientemente dedicado a Miguel Gallastegi, el caserío Katxola, las sendas que atraviesan el bosque a un asfaltada cota 85 ideal para el paseo, incluida la bicicleta, diversas especies vegetales y el anuncio de una rica fauna que sólo se encuentra penetrando en el interior del Bosque, en sus espacios salvajes y en las riberas de las dos errekas (Pakea y Mando), es la periferia de la ciudad desconocida que nos está esperando.
El bosque y el monte forman parte de nuestra cultura y modo de ser, vivimos rodeados de naturaleza, tenemos esta oportunidad de conocer esta singular ciudad que es nuestra también.
El recorrido se puede hacerse a pie o en bicicleta de montaña. El itinerario, en total, tiene una longitud de 54 kilómetros. Todo él se ha señalizado con marcas de pintura blanca y azul, para poder seguirlo fácilmente, a pie o en bicicleta de montaña. En el punto de inicio de cada etapa se han instalado paneles o “tótems” indicativos con las características principales del recorrido. La etapa de Katxola se inicia en Añorga Txiki y finaliza en el Poligono 27 Martutene, con un total de 13,3 kilómetros.
Desde Añorga-Txiki, se asciende, hasta el paseo de Oriamendi, se coge una calle paralela, menos transitada, que desemboca en el frontón Miguel Gallastegi y el anfiteatro, hasta llegar al caserío Katxola,
Los viajeros harán una paradita para visitar el caserío y luego se adentrarán en el Bosque de Miramon, uno de los pulmones verdes de la ciudad, en plena fase de recuperación y rehabilitación, gracias a la iniciativa ciudadana. Se alcanza la colina de Oriamendi, tras pasar junto al Museo de la Ciencia y, recorriendo la muga con Hernani, se desciende por Basozabal hasta la vega del Urumea, para llegar a Martutene. En esta parte del recorrido cierran el horizonte las siluetas de los montes que rodean la cuenca alta del Urumea. Se asciende, finalmente, la colina de Antondegi, lugar que sorprende por la conservación de su ambiente rural, pese a la proximidad de los polígonos industriales.