Nadie sabe si en el estercolero de la política española podrán germinar los ideales de Podemos, como las cien flores, que prometió Mao Zedong en el Libro Rojo. Este país podrido en su raíz por la corrupción ha permanecido unos días bajo la nieve. Su fulgor incontaminado, antes de convertirse en barro, ha cubierto de belleza los tejados de Ayuntamientos cuyos ediles están en la cárcel, los terrenos recalificados a saco por la codicia, los espectros fantasmales de las obras paralizadas por la crisis. La pureza de la nieve ha caído también sobre la cólera de la gente, sobre los desahuciados, los mendigos, el ganado, los caballos salvajes y todas las alimañas. La ola de frío sobrevenida a destiempo ha hecho que la savia de los árboles siguiera dormida este invierno un poco más. Pero, como siempre, al final del frío se abrirá una grieta luminosa en la niebla y el deshielo reventará este año en una primavera muy poderosa. Mientras florezcan los montes, valles y barrancos se van a celebrar elecciones municipales y autonómicas, que sin duda se van a parecer a una película de familias mafiosas, como a una muerte entre las flores, que en este caso no serán las cien flores de Mao, sino la que nos regalará la naturaleza. El ciudadano cabreado podrá votar o largarse al campo para recrearse en el esplendor sobre la hierba. Si en medio del paisaje encuentra una ruina de la antigüedad, la almena inasequible de un castillo o la pared vertical de un acantilado, en todas ellas descubrirá una grieta donde ha brotado un limonero, un olivo, una higuera, un laurel cuya semilla ha sido depositada allí por un pájaro. En medio de esta encrucijada entre la política y la naturaleza puede que el ciudadano también se pregunte en qué urna se hallará esa grieta donde pueda introducir su voto sin perder la dignidad.
Manuel Vicent
Pasó por Barakaldo Pedro Sánchez y fue aclamado al grito de «Presidente, Presidente». Sanchez tuvo desde un primer momento el respaldo del PSE tras destituir a Tomás Gómez y ayer por los vítores tuvo el de la militancia personificada en el frontón barakaldés. No el de todos los presentes.
Fue un apoyo no sustentado en argumentos, porque el lider socialista como esperando a que escampe, no dijo ni pío del lío de Madrid.
Que si estamos cambiando el PSOE, que si quiero un partido de ganadores, que si nosotros limpiamos y ellos manchan…
Sanchez se fue de Euskadi con un baño de masas. Nada incómodo. No creo que fuera casualidad que lo que se convocó hace semanas como una asamblea abierta se convirtiera en un mitin de altos decibelios. ¿Saben qué son las asambleas abiertas? Según la convocatoria inicial de Barakaldo, un dialogo directo con el lider, sin temas tabú.
Nos desayunamos con la comparecencia de algunos sindicalistas en la Audiencia Nacional imputados por el uso de las tarjetas black de Caja Madrid. Y seguimos con El País que titula en primera página: “CCOO de banca gastó 14 millones en comidas y viajes en cinco años”. El día anterior el titular era: “CCOO de banca pagó 3.7 millones en sobresueldos a sus delegados”. El interés del periódico puede ser cualquiera, desde la simple información al ataque directo al sindicato o al intento de engrasar el nuevo pacto de moderación salarial que se está negociando. O todo a la vez. Pero, lo cierto, es que más allá de las imprecisiones que pueda tener, parece bastante documentado y refleja unas prácticas sencillamente impresentables.
Por ejemplo, define mal cuando habla de “delegados” porque la información refleja que son los dirigentes del sindicato, una pequeña nomenclatura que goza de los privilegios que aparecen. Sobresueldos, como los llama El País, o el eufemismo de “retribuciones complementarias” como lo denomina CCOO de Banca ( Comfia ), pero que no son otra cosa que un salario más que reciben (además del salario que cobran de la empresa los liberados) y que alcanza a cantidades nada despreciables, de hasta 20.000 euros al año en algunos casos. Pueden ser hasta legales ¿pero justos y éticos? El montante es de 3,7 millones de euros en total de complementos salariales de 2008 a 2012, años de crisis en los que se destruyeron 45.000 empleos en el sector. Seguro que habrá gastos justificados en viajes y acción sindical, pero aquellos de comidas en restaurantes selectos ( alguno propiedad de exdirigentes de Comfia ) y otros sin justificar recuerdan la barra libre de las tarjetas black . Y tampoco está claro de dónde sale la financiación para cubrir estos dispendios. Muy mal si es de la cuota de los afiliados y peor si sale de las entidades financieras, y no está claro el concepto.
Lo más grave de todo esto es que el tema se podía haber detectado e impedido hace años. En 2007 saltó a la prensa la inexplicable e inexplicada fortuna amasada por la entonces secretaria general de banca de CCOO . A pesar de las peticiones de investigación y la exigencia de adoptar medidas contundentes que se hicieron (a nivel público y en los órganos de dirección), se taparon las cosas por la dirección oficialista. Si no se hubieran puesto tantas manos en el fuego para justificar lo injustificable y se hubiera actuado de inmediato, quizá CCOO se podría haber ahorrado el actual escándalo y el de las tarjetas black de Caja Madrid, que también afectó a la pareja de la exsecretaria general. Ha habido demasiada complicidad porque Comfia ha sido un puntal del aparato y de los secretarios generales posteriores a Marcelino Camacho .
Mal asunto si toda la explicación es como la entrevista de El Intermedio con las patéticas respuestas del secretario general de Comfia , basada en la lógica del yo me lo merezco porque trabajo mucho, había que motivar o repartíamos porque había para repartir. La campaña en las redes sociales para quitar filo a los hechos hace ruido pero no es nada convincente. Como tampoco vale el argumento de que si nos votan es que está bien hecho todo lo que hacemos. Es la reacción típica y tópica de los viejos aparatos políticos cuando resultan cogidos en renuncio.
Lo fundamental es responder a estas preguntas: ¿los dirigentes sindicales tienen que tener privilegios respecto a los afiliados y a los trabajadores? ¿Es ético recibir financiación de las empresas? Para mí la respuesta es clara: No, en absoluto, y creo que opinan lo mismo la inmensa mayoría de los afiliados y afiliadas . El daño que hacen estos escándalos y conductas a la credibilidad de CCOO es enorme. Por eso, la siguiente pregunta es ¿a qué espera la dirección confederal del sindicato para dar explicaciones, actuar contundentemente y limpiar la casa? Porque la decencia del sindicalista que está repartiendo hojas a las siete de la mañana, la de aquel que está pendiente de cárcel por una huelga o la de la plantilla de Coca Cola de Fuenlabrada , por poner un buen ejemplo, es incompatible con la falta de decencia de unas pocas personas. Interesadas “penélopes” que deshacen el trabajo que la mayoría construye honestamente. Y no se nos olvide algo muy obvio: nada puede cambiar el que imita lo mismo que dice combatir.