El gobierno de la participación ciudadana sigue sin escuchar a las mujeres de Aiete. Estas siguen reclamando, con más intensidad desde el 8 de enero, -fecha de la reunión del gobierno y la vecindad- que estas farolas, igual que las otras quince que sí lo hacen, se mantengan encendidas hasta las siete y media, hora del cierre del parque, para que las mujeres puedan atravesar los jardines con más seguridad y, entre otras cosas, asistir a las tertulias de la casa de cultura, que se reúnen hoy y mañana, evitando bordear los inhóspitos muros que rodean el parque.
En aquella reunión, celebrada el pasado 8 de enero, un vecino de la calle Palacio, se quejaba de la falta de contestación a las quejas de la gente. Las autoridades informaron que el tiempo de gestión de la respuesta es cosa de ellos, recibían un gran número de protestas al mes y al año y era necesario reagruparlas todas
¡¡¡QUE SE ENCIENDAN LAS FAROLAS!!!
Hasta dónde y hasta cuando debe llegar nuestro grito de protesta
La catedrática de economía Sara de la Rica alertó de que se puede estar abriendo otra brecha: la del empleo parcial, que se está convirtiendo en coto de mujeres. Ocupamos 3 de cada 4 empleos de este tipo. 1 de cada 4 vascas empleadas no lo es a tiempo completo.
Seguro que alguien piensa que son las propias mujeres las que piden esos trabajos. No y No. El 80 por ciento no lo quiere y se ve obligado a aceptar porque no le ofrecen otra cosa. Es una decisión del empresario (o empresaria). El subempleo, lo precario no se ofrece a los hombres, sino a las mujeres
Se suele decir que con la crisis hemos retrocedido décadas en derechos laborales. Me temo que también lo estemos haciendo en el plano de la igualdad.