Fútbol, poder, delitos y novela negra

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No creo que la corrupción esté matando al fútbol, a no ser que hablemos de la FIFA”

Philip Kerr

El mejor momento para cometer un crimen es durante un partido de fútbol porque nadie se entera” , asegura el escritor peruano Santiago Roncagliolo. El autor de Pena máxima (Alfaguara) también ha subrayado en varias ocasiones el olvido del fútbol por parte de la literatura. Su novela no es futbolera, pero está, como la vida misma, transida de fútbol. Tras el escándalo de los sobornos de la FIFA, el Moggigate en Italia, el proceso derivado del fichaje de Neymar, el caso Messi o las sospechas sobre la compra de partidos en España los delitos cometidos en el mundo del deporte rey cobran especial relevancia. El poder y la presencia amenazante de determinados grupos ultras completan un panorama poco halagüeño. La novela negra se ha lanzado de lleno a pagar una de las deudas tradicionales de la literatura y BCNegra dedica uno de sus actos centrales de este jueves al asunto. Hablamos con algunos de los protagonistas y con los escritores que se atreven con el lado oscuro y a veces criminal del fútbol.

¿Por qué hasta ahora nadie le había prestado la atención que merece? “Creo que, por un lado, había un punto despectivo a la hora de escribir sobre fútbol, aunque muchos escritores fueran futboleros. Al mismo tiempo, la novela negra era considerada como un subgénero. La dignificación de los dos ámbitos se ha producido a la vez”, asegura Leandro Pérez, autor de Las cuatro torres (Planeta), un libro sobre la especulación y los manejos del fútbol.

¿El fútbol está irremediablemente corrupto? «La corrupción es tan antigua como la ley del fuera de juego» explica Horacio Convertini, ganador del premio Extremo Negro BAN 2013 con su novela El último milagro. “No creo que la corrupción esté matando al fútbol, a no ser que hablemos de la FIFA”, asegura, siempre provocador, el escocés Philip Kerr. Futbolero irredento, fan incondicional del Arsenal, Kerr acaba de publicar Mercado de invierno (RBA), posiblemente la aproximación más certera hasta el momento a estos problemas. En una conversación con EL PAÍS plagada de críticas a la FIFA, Kerr apunta a uno de los grandes problemas del fútbol: el dinero y los salarios de los jugadores. “Los clubes no van a poder seguir a este ritmo y los aficionados tampoco podrán aguantar para siempre las subidas del precio de las entradas”, afirma poniendo el dedo en la llaga. “En 20 años el fútbol va a ser irreconocible”, asegura antes de reconocer que no sabe en qué sentido. “Puede que la incorporación definitiva de EE UU al espectáculo cambie el deporte, pero me da la impresión de que lo que hará será acentuar el poder del dinero en el fútbol”.

La mafia y la ley del silencio

En su peor versión, el fútbol copia los códigos del mundo del crimen. El dinero ingente que llega desde las apuestas genera otro peligro. La compra de partidos está a la orden del día y salpica a jugadores, técnicos y directivos. Pero nadie parece haber hecho nada. “Se necesitan testimonios que corroboren que se actuó de manera ilícita. Y estos testimonios están dentro. Pero, ¿quién es el valiente en activo que delata a su equipo o exequipo? Sería la sentencia de muerte a su carrera”, cuenta Paz Castelló, autora de La muerte del 9 (ediciones Turpial), una visión crítica de este submundo en forma de novela negra. Como antigua jefa de prensa del Hércules, uno de los equipos implicados más de lleno en un caso de compra de partidos, Castelló sabe de lo que habla.

La violencia ha invadido el mundo del fútbol desde siempre. El fenómeno, que alcanzó sus peores momentos en Europa en los años ochenta, sigue muy vivo en América Latina, especialmente en Argentina. Convertinni, que ahonda en el problema del poder de las barras bravas en El último milagro, habla de una situación inquietante, de organizaciones que en nada tienen que envidiar a la cosa nostra. “Las barras son utilizadas como fuerza de choque por sindicalistas y políticos a nivel nacional y provincial. Y son alfiles decisivos en la política interna de los clubes.Ya no se trata sólo de regalar entradas o pagar viajes. Les ceden el control de los puestos de comida en el estadio, de los estacionamientos de autos y han existido casos en que las barras pasaron a manejar las divisiones menores de alguna institución. Y en este juego de extorsiones también caen jugadores y entrenadores, quienes pagan peaje para no ser insultados a la primera derrota. Los líderes de las barras, son, a veces, empleados públicos con salario y estabilidad laboral garantizada”

Dinero, poder y perdón, trío mortal

El capital llega en masa desde todos los rincones del planeta. Primero fueron los oligarcas rusos y los príncipes de las monarquías petroleras y ahora son los magnates chinos. Donde hay dinero hay corrupción y en ningún sitio hay más dinero que en el fútbol, coinciden en señalar todos los entrevistados.

El fútbol no vive en una burbuja”, afirma Leandro Pérez. “Pero este chorro de dinero hace que se expanda más y haya más historias relacionadas con los fichajes , con la especulación, la ingeniería financiera” añade. Carles Quílez, ex director de análisis de la Oficina Antifraude de Cataluña, periodista y escritor pone sus años de experiencia contra esa llamada ingeniería financiera al servicio de quien quiera escuchar: “El nivel de corrupción es similar al de otros ámbitos, incluido el político. Nuestros deportistas defraudadores actúan a título individual, asesorados, esos sí, por los mismos que asesoran, a título colectivo, a grandes estructuras políticas. Siempre son los mismos”, señala. El autor de Manos Sucias (Alrevés) avisa de que el fútbol no deja de pervertirse y pone su atención en un problema clásico e ignorado hasta el caso Neymar: las comisiones de los fichajes. “Claro que se inflan los fichajes con comisiones grotescas, pero hacemos ver que no lo vemos porque los clubes juegan, a la postre, con nuestros sentimientos y nuestras debilidades”, explica. “El caso Messi no ha servido de nada. Sólo ejemplariza la cárcel”, termina.

Ante estos desmanes, el aficionado mira a otro lado sin inmutarse y busca refugio en la ficción y el espectáculo. Perdona. “El ser humano, puesto en modo hincha de fútbol, vive en estado de ingenuidad. Es un sentimiento que iguala a todos. En su infancia han comprado el producto y no hay forma de que acepten de que se trata de una manzana podrida”, asegura Convertinni, “cultor de esta pasión malsana” y cuyo amor por San Lorenzo, confiesa, saca lo peor de él. Los fichajes se inflan con comisiones grotescas, pero hacemos ver que no lo vemos porque los clubes juegan, a la postre, con nuestros sentimientos y nuestras debilidades”Carles Quílez

Hay profundas aproximaciones a todos estos problemas (El lado sucio del fútbol, VV. AA. , Planeta, es uno de los grandes ejemplos), otras menos críticas y mucho más literarias (Tres actos y dos partes, Giorgio Faletti, Anagrama) y otras inclasificables, como la novela que publicó Javier Tebas, presidente de la Liga, bajo el ingenuo y voluntarioso título de El fútbol no es así (Tropo), pero parece que la inmersión del género negro en este ámbito no ha hecho más que empezar. “La novela negra es un terreno de juego muy adecuado para adentrarse en este mundo. El fútbol no se se juega sólo en el bar o en el campo, sino que es un espectáculo que se extiende a otros ámbitos y el de la literatura, que no está explorado, tiene todo su su interés”, abunda Leandro Pérez, que, tras su debut, tiene preparadas varias novelas más sobre el tema.

La pregunta sobre cómo será el fútbol en 20 años genera casi tantas dudas y titubeos como la de cuál será el estado de la novela negra para entonces. El escritor Ernesto Mallo decía este martes en Barcelona que el crimen no es un virus externo a la sociedad, sino algo intrínseco a ella y, por tanto, inevitable. Si esa misma sociedad planetaria tiene en el fútbol su altar y en los jugadores sus dioses, parece difícil que vaya a escapar del lado oscuro. La novela negra tiene terreno abonado para las próximas décadas.

15 comentarios en “Fútbol, poder, delitos y novela negra”

  1. Xabier, Realzalea

    Beste behin ere Xabier Etxaniz futbologoa oker dago. Idazle handia da, horrekin ezbairik ez, baina futbolaz ezer gutxi daki. Aurreko bere futbologian Reala eta realzaleak business classera egokitzen ez dakiten gizajotzat jantzi gintuen. Eta errealitatea erabat aurkakoa da.
    Gertatu ohi da talde bati pittin bat falta izatea goikoenen pare egoteko baina azpikoak mendean hartzeko aise ibiltzea. Ordea, Reala justu kontrakoa da. Iaz 7 taldek lortu genuen Europarako txartela (nahiz Realaren bidaia nahiko goiz bukatu zen Errusiako jet laga pairatuta). Bada, Vila-real etorri faltan, talde horietatik Athleticek soilik lortu du Anoetan puntuatzea. Oilar samar etorri zitzaigun Valentziak ere ozta-ozta lortu zuen berdinketa bat.
    Realaren arazoa ez da business blassean arrotz sentitzea. Justu aurkakoa, business classera ohitu denetik, hala moduzko taldeekin lehiatu behar duenean, low-costean, orduantxe galtzen du bere egonarria. Eta, noski, hori Ligako arduradunek badakite. Eta horregatik josi dute Lehen Maila sasi-taldez.
    Iazko denboraldia ikusita, batzuetatik bestetara zegoen jauzia ikusita, bistan zegoen egin beharrekoa. Iazko lehen hamarrak hartu eta ligaxka bat sortu. Egutegia gehiegi puztu gabe, Europan lasai ibilita (ez, Errusia ez dugu Europatzat hartzen, are gutxiago Krasnodar)… eta hortxe ibiliko ginen poz-pozik Anoetan garaipenak pilatzen.
    Baina ez, izorratu egin behar gintuzten eta berriz 20 taldeko Lehen Mailari eutsi. Almeria, Getafe, Malaga…. zer talde dira horiek! Ekar itzazue hona gure benetako mailako taldeak, Madril bat, Barça bat, Atletico bat, Sevilla, Valentzia, Athletic… Eibar bera gertuko talde gehiago edukitzeko! Edota, kolore apur bat emateko ekarri Elx bat. Baina ez Almeria ala Getaferik, otoi!
    Zeru guztien gainetik eta sasi guztien azpitik dagoen toki misteriotsua da Anoeta. Gure bussiness classetik zerua ikusten dugu Barça edo Madrili irabazita eta bat-batean hegazkinetik erori eta Getafeko sasiei loturik aurkitzen dugu geure burua. Izan ere, gure jokalariak handiei irabazteko onegiak baina txikiei irabazteko txarregiak dira. Baina, ba al da txikien artean banatzeko aberatsei lapurtzea baino jardun eskuzabalagorik?

  2. Lo llaman el deporte “rey”, levanta pasiones y desde ya hace un tiempo se “mueve” en un terreno embarrado, convirtiendo un deporte noble como el fútbol en toda una serie de despropósitos fiscales y financieros y de abusos sexuales (por parte de clubes poderosos y futbolistas de elite) en la que dicen es la mejor liga del mundo. El hecho de que unos pocos privilegiados eludan “presuntamente” sus obligaciones con el fisco o con la justicia ordinaria, no debe empañar la imagen de clubes y jugadores modestos que no se mueven en cifras “mareantes” y que quizá nos debiera hacernos sonrojar o al menos causar vergüenza ajena. El reciente Informe PISA deja al conjunto de las comunidades autónomas respecto a 2015 en una suerte de imagen (congelada), es decir, con unos resultados parecidos: bajando el nivel en ciencias, algo mejor en lectura, pero todavía muy lejos de los “campeones” asiáticos como Japón, Singapur o Corea del Sur. Los continuos recortes en educación, o las sucesivas y continuas leyes en esta materia, quizá hallan hecho mella en el sistema educativo. Y si bien hay comunidades con resultados aceptables, otras como la nuestra se quedan “sorpresivamente” en un lugar que no se merece

  3. Cristiano Ronaldo y Hacienda Evasión o victoria

    por Miguel Ángel Mayo de Mientras tanto
    Como si se tratara de la aclamada película de fútbol dirigida por John Houston, Evasión o victoria (1981), Cristiano Ronaldo se enfrentará durante el año 2018 al partido más importante de su carrera deportiva. Y al igual que los protagonistas de la película, pero esta vez en la vida real, el jugador portugués dirimirá su ingreso o no en prisión por los delitos fiscales por los que está siendo investigado. Dadas las similitudes existentes con el entorno deportivo y la película en cuestión, nos permitiremos realizar un símil con los elementos coincidentes de ese importante partido que Ronaldo ha de disputar.
    El estadio. A puerta cerrada, el evento constará de una primera parte, que ya se viene disputando en el Juzgado de Instrucción número 1 de Pozuelo de Alarcón, en la cual quedará cerrada la investigación de los presuntos cuatro delitos fiscales imputados al jugador (fase de instrucción). Y de una segunda y decisiva parte que se disputará en la Audiencia Provincial de Madrid, en la que se sentenciará sobre la culpabilidad o no respecto de los 14,7 millones de euros que actualmente le reclama la Hacienda Española (fase decisoria).
    El escenario. Aquí no está en juego un prestigioso trofeo deportivo, todo lo contrario, ya que Cristiano Ronaldo se enfrenta a peticiones de penas superiores a los siete años de prisión por los cuatro presuntos delitos fiscales cometidos, tres de ellos agravados, y que se castigan con penas mínimas de dos a seis años cada uno. El objetivo del delantero del Real Madrid es demostrar la inexistencia de una voluntad defraudatoria y convertir los delitos en infracciones administrativas (carentes, estas últimas, de penas de cárcel).
    El rival. Sin duda, Cristiano Ronaldo no tiene delante rivales para permitirse no estar atento ni un sólo minuto en el devenir del encuentro. Tendrá enfrente a un equipo formado por el Abogado del Estado, eje de la defensa rival, una Fiscalía encargada de calibrar los delitos imputados a un jugador al que ya se le ha escapado el tiempo para pactar un resultado que satisfaga a ambas partes, y un ataque demoledor por parte de la Unidad de Delito Fiscal de Hacienda cuyo peritaje no sólo ha dado señales de que se apuesta por un todo o nada, sino que se ha atrevido a aventurar penas de prisión como justo resultado final del partido.
    El equipo de Ronaldo. Al contrario que en la película, Cristiano Ronaldo no contará con Sylvester Stallone en la portería, ni con Pelé en la delantera, pero no parece estar por ello menos seguro de su victoria. El prestigioso despacho de abogados Baker&McKenzie asume su defensa y, por la gravedad de los cargos a los que se enfrenta, debe de haber asegurado rotundamente a su cliente la imposibilidad de encajar ni un solo gol. El ataque, reforzado y medido hasta el milímetro, vendrá apoyado por la complejidad normativa de este tipo de operaciones, liderado por un informe de la consultora Nielsen referido a la calificación de las rentas obtenidas por Cristiano como generadas fuera de España, un peritaje realizado por el bufete Equipo Económico −en el que se alegan irregularidades en la normativa aplicada en la liquidación realizada por Hacienda− y una batería de los mejores abogados fiscalistas encargados de demostrar la falta de voluntad y el desconocimiento en la posible actividad defraudatoria de su defendido.
    El colegiado. Si bien la primera parte del encuentro está siendo arbitrada por la Magistrada del Juzgado de Instrucción I de Pozuelo, la segunda parte, que determinará el resultado del encuentro, será arbitrada y por supuesto sentenciada por los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid, en cuya motivación de la sentencia deberán dictaminar o bien las penas de prisión correspondientes, o bien la inexistencia de delito y su inmediata remisión a la Agencia Tributaria para una liquidación en sede administrativa.
    El desarrollo de los noventa minutos. Hemos presentado a los protagonistas del encuentro, pero hemos pasado por alto las estrategias de uno y otro equipo, algo que daría para mucho más de un artículo pero que conviene desgranar para que los lectores puedan no sólo comprender en profundidad los elementos que están en juego, sino también hacer sus propias apuestas sobre el resultado final.
    Pues bien, por un lado, el peritaje de la Hacienda Pública estima una evasión fiscal realizada por el jugador al ocultar 14,7 millones de euros derivados de sus derechos de imagen utilizando un montaje de empresas radicadas en el extranjero. Más concreto, Ronaldo simuló ceder sus derechos de imagen a una sociedad llamada Tollin Associates LTD, domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas y de la que era socio único, para a su vez ceder la explotación de dichos derechos de imagen a otra sociedad ubicada en Irlanda con el nombre de Multisports&Image Management LTD, que era la que «efectivamente» se dedicó a la gestión y explotación de los derechos de imagen de Cristiano Ronaldo y sin que la sociedad ubicada en las Islas Vírgenes Británicas desarrollara actividad alguna. Todo ello con el único objetivo de ocultar sus ingresos al fisco español y no tributar por dicha renta.
    Por otro lado, la estrategia de la defensa consiste en demostrar que este entramado societario correspondía a un esquema de tributación ya aceptado por la hacienda británica cuando Ronaldo jugaba en el Manchester United; y que, con la normativa tributaria internacional en la mano, sería una tributación como mucho cuestionable, es decir, una mera discrepancia valorativa que no podría ser considerada dolosa al basarse en una interpretación razonable de la norma (apoyada asimismo por una regularización en periodo voluntario de estas rentas al poder entrar en diferencias de valoración con las realizadas por la Hacienda española).
    En suma, nos encontramos ante una batalla jurídica que se puede resumir gráficamente del siguiente modo: «testaferros, paraísos fiscales y nula tributación» versus «discrepancias de valoración, interpretaciones razonables e irregularidades normativas».
    Que ruede el balón. En fin, el partido ya ha comenzado, y desde el punto de vista jurídico será –de hecho, ya lo está siendo− apasionante. Y para Ronaldo, al igual que el título de la célebre película de Houston, determinará si cometió una evasión que imputaría penas de prisión, o si obtendrá una victoria que hasta el momento ninguno de los innumerables jugadores de fútbol inspeccionados y regularizados por la Hacienda Española ha conseguido ni siquiera de forma muy remota.

  4. la alegoría del mestizaje

    Un equipo “franc-africano”: Mbappé y Umtiti (Camerún) Dembélé (Mali-Senegal), Kanté y Sidibé (Mali), Pogba (Guinea), Nzonzi y Kimpembe (Congo), Matuidi (Angola), Tolisso (Togo). Hay jugadores tan rubios como le gustan a Le Pen (Griezmann) y tan fornidos que podrían militar en la aldea de Astérix (Pavard, Giroud), pero además hay españoles (Lucas Hernández, Lloris), un exotismo filipino (Areola) y una menor representación magrebí de la habitual -Nabil Fekir- que convierte a Francia en el equipo de United Colors of Benetton y en la alegoría del mestizaje.

  5. Larraitz Guesalaga

    Las mujeres juegan en otra liga. Los medios apenas hablan de nosotras y el público no nos distingue con el patriotismo que suscitan los caballeros. Los medios informativos echan la culpa al interés del público. El caso es que el deporte femenino sufre la misma maldición que la esgrima, el salto de pértiga o la hípica: solo se las ve cada cuatro años en los Juegos Olímpicos. Ha sido siempre así, pero ahora que las mujeres estamos ganando terreno en la política, los negocios, la ciencia o cualquier otro sector económico, las competiciones deportivas son el reducto de los hombres enanos en los que se ven fuertes y resisten a la invasión femenina.

  6. Raúl Bravo habría ordenado el ataque armado contra Darko Kovacevic la semana pasada en Atenas, en el que un desconocido disparó un tiro al exrealista, que salió ileso al esquivarlo. Según el diario serbio ‘Telegraf’, que apunta a fuentes de origen griego sin especificar’, el exjugador del Real Madrid estaría detrás del asalto. La Policía griega no ha dado ningún detalle de la investigación, aunque se sabe que está estudiando imágenes de una cámara de seguridad del barrio de Glyfada para intentar esclarecer los hechos.
    Según el ‘Telegraf’, Kovacevic podría haber sido objeto del ataque en relación con el caso Oykos, la trama de apuestas, partidos amañados y blanqueo de capitales que acabó con Bravo procesado y en la cárcel el pasado mes de mayo, ahora en libertad bajo fianza. ‘La Gazzetta dello Sport’, haciéndose eco del medio serbio, añade el posible móvil de Raúl Bravo: «Kovacevic podría haber estado al tanto de algunos detalles sobre la compra y venta de partidos en España». Al parecer, Kovacevic habría comentado algo sobre esta trama con algún tercero y esta persona habría cometido alguna indiscreción que no gustó a Bravo, excompañero de Kovacevic en el Olympiacos, al que culparía de esa filtración y, de ahí, según aseguran en Serbia, la decisión de atacarle. Toda la trama tuvo desde el principio una conexión griega, de ahí el nombre de la operación policial. Oykos significa casa. La versión de que Raúl Bravo ordenó personalmente el ataque a Kovacevic sorprende en Atenas, ya que ambos tuvieron una relación buena durante sus días en el Olympiacos. La Policía mantiene abiertas todas las vías de investigación.

  7. Aperribay gana las elecciones
    Uno, que se ha pasado media vida jugando al fútbol federado, siempre se ha imaginado la Federación Guipuzcoana de Fútbol como una oficina cualquiera, llena de gente aburrida tramitando fichas, seguros médicos (ojo que en esto también hay lío), poniendo los horarios de los partidos y, si me apuras, con esos afortunados privilegios para conseguir entradas de eventos balompédicos. Por eso hay algo que se me escapa. No entiendo la violenta guerra de vanidades que se ha desatado para sustituir a Juan Luis Larrea. Era obvio que 33 años en el poder desgastan mucho, más aún cuando el donostiarra siempre ha adoptado un papel protagonista hasta el punto de ser durante una gran temporada el tesorero de la Federación Española, pero visto lo sucedido una vez ha dado el paso a un lado resulta imposible no pensar que quizá hubiese sido mejor que no hubiera cambiado nada.
    Lo primero que hay que tener en cuenta es que si los actuales mandamases de nuestro fútbol son Javier Tebas y Rubiales, en las autonómicas te puedes encontrar una fauna de cuidado. El que parecía un proceso para modernizar tanto la federación como el fútbol ha acabado en una impresentable y poco ejemplar guerra de guerrillas entre dos plataformas formadas por anónimos que no han estado a la altura de lo exigido una vez se han convertido en personajes públicos. Con la consiguiente trascendencia que cobran tus palabras. Las acusaciones desde sus respectivas trincheras han sido constantes, como si les fuera la vida en ello, cuando al resto del planeta le daba bastante igual. Por eso algunos hemos llegado a creer que en la sede de la Federación guardaban el oro de Moscú, porque mi impresión era que el fin justificaba todos los medios. Que valía cualquier cosa con tal de menospreciar y atacar al rival. Y no, lo siento, en estos cargos, no puede valer todo y como representantes del fútbol guipuzcoano están obligados a mantener un mínimo de decoro. Lo peor es que, de lo que menos se ha hablado ha sido de sus programas electorales. Es decir, el debate enriquece y aquí no ha habido ninguna posibilidad de que la competencia les permitiera mejorar porque no se podían ni ver. Una cosa de locos.
    Empiezo por el bando perdedor en el que su cabeza de lista, Adrián Merino, parecía adoptar la medida más coherente visto el lamentable espectáculo en el que se había convertido la carrera por la presidencia. Una semana antes de las elecciones anunció su renuncia por lo que le iba a sustituir José Luis Colina, uno de los veteranos federativos. Sinceramente, las normas impedían que se cambiaran las planchas durante el proceso electoral, por lo que su intención era aguantar hasta que se votara, para después presentar su dimisión. Una maniobra legal pero cuanto menos discutible en el apartado ético y moral. Sus adversarios les catalogaban de continuistas.
    Y luego está la candidatura ganadora. Liderada por Manu Díaz, un aficionado del Athletic, pasión que no ha ocultado en sus redes sociales donde ha mostrado poseer un gatillo fácil. Bueno, ahora dice que ya no es zurigorri, lo cual sí que parecería inquietante porque a los niños hay que decirles que a los cinco años elijan un equipo y lo mantengan para toda la vida. Si cambia por el fuego que más calienta, desconfía, siempre. Aunque por supuesto es respetable y no le inhabilita (al menos legalmente), resulta bastante sorprendente que sea él mismo quien se postule para presidir la Federación Guipuzcoana y que no haya ningún otro miembro de su plataforma que diga «menudo disparate, mucha gente no lo va a entender». Y es curioso, porque una de las primera patatas calientes con las que se va a encontrar el nuevo presidente es el caso del Antiguoko y su firma como club convenido del Athletic para los próximos diez años, celebrado en Ibaigane como su mejor victoria del curso pasado.
    Es precisamente esta marejada que generó la fuga del club del Antiguo la que puso nervioso a Jokin Aperribay y decidió tomar cartas en el asunto de forma tan descarada como reprochable. El presidente de la Real está en lo más alto del fútbol guipuzcoano, se encuentra a otro nivel, no se entiende cómo decidió mancharse las manos de esa manera en un asunto en el que debería haberse mostrado ecuánime. Primero, en una rueda de prensa en la que, a una pregunta preparada con su medio amigo, respondió que «le gusta que haga esa pregunta» mientras sacaba un folio que tenía preparado. Lanzó una oda a Larrea, a quien le ha empujado a que se vaya de la Federación, y tras un teatrillo, «como presidente de la Real no debería mojarme, pero lo voy a hacer» se posicionó a favor de la candidatura de Manu Díaz. El caso es que, dos de sus consejeros, el director de la cantera y el presidente de la Fundación, auténtica mano derecha del presidente en la sombra, comenzaron una rueda de visitas y llamadas a los clubes para convencerles de que votasen a Manu Díaz. Hace un mes, cuando el tema parecía decantarse de forma manifiesta del bando de Merino, convocaron a las dos partes en Anoeta para intentar que llegasen a un acuerdo. En el encuentro, el propio Aperribay propuso a Merino que Díaz fuese el presidente y él un vicepresidente con mucho poder, «casi más que el presidente». Como es normal estos se frotaban los ojos, iba a ser el primer vicepresidente que mandara tanto o más que un presidente. Lo que le sentó mal, y ninguna de las dos partes tenía una voluntad de ceder en sus pretensiones, desistió en su original e inesperada misión de casco azul. Y a partir de ese momento, no sabemos si con la música de El Padrino sonando de fondo, el propio presidente ha ido llamando a todos los clubes suplicándoles una limosna en forma de voto. Con medidas de presión tan pintorescas como visitas a Anoeta para chavales, equipaciones como chándals, obras de sus instalaciones. En una sola palabra, patético. Muchos presidentes de clubes se han quedado asustados con la agresiva y pendenciera actitud que ha adoptado la Real.
    Ahora llegará el momento en el que nos explique de forma clara y rotunda la razón por la que se ha postulado de forma tan visible y notoria para asegurarse el control de la Federación. El caso es que, al menos hasta la fecha, no lo tenemos nada claro ni nadie nos lo ha razonado. Y que conste que esto no es una historia de buenos y malos. Ni los buenos son muy buenos, ni los malos son tan malos. Todos han estado fatal. El fútbol guipuzcoano se merecía unas elecciones más limpias y que, en lugar de dividirse, unieran. Pero el que se ha quedado en claro fuera de juego ha sido la Real, un club que, como reconoce un extxuri-urdin en privado, «va como un avión en lo deportivo, pero por dentro es de regional». A quien corresponda.

  8. El 25 de enero de 1995 el jugador del Manchester United Eric Cantona respondió con una patada voladora a Matthew Simmons, seguidor del Crystal Palace y afiliado al partido neonazi National Front, después que éste le hiciera el saludo fascista y le propinara insultos racistas.
    Eric Cantona, (ahora es actor de cine) ha mostrado en distintas ocasiones su compromiso antifascista. Fue sancionado 9 meses sin jugar, pero dijo: “tendría que haberle pegado mas fuerte”

  9. Superliga, ahora ya sin careta

    Pablo Muñoz
    Hace ya tiempo que el fútbol dejó de ser un deporte para convertirse en un negocio mil millonario, un negocio sometido a las tensiones de la competitividad económica, de las crisis financieras o, sin ir más lejos, del trance imprevisto de una pandemia. Como tal negocio, en el fútbol se imponen las leyes del mercado del mismo modo que se exponen a ellas los bancos, las constructoras o las farmacéuticas. Poco tiene que ver esta realidad con la actitud pasional, sentimental, fanática, de las masas de aficionados que secundan ese negocio sin pretenderlo.

    No es ningún secreto que los clubes de elite suman un endeudamiento astronómico, déficit que tiene mucho que ver con los desorbitados sueldos que perciben no solamente los futbolistas considerados «figuras», sino cualquier chaval que comienza su carrera escogido por los ojeadores en el patio de la escuela y acaba como profesional en uno de esos clubs de campanillas. A controlar el negocio y rentabilizar la deuda entraron empresarios buitres capitaneados en este caso por Florentino Pérez, quien sacó de la chistera el conejo de la Superliga. Florentino, ya saben, esa especie de constructor tiburón cuyo único afán ahora es cómo generar dinero a manos llenas acaudillando a los doce clubs más ricos de Europa para jugar entre ellos el más excelso campeonato de fútbol que hayan visto los tiempos. Los socios, por supuesto, ni voz ni voto. Les basta con poner el sentimiento y la nostalgia.

    De momento, no parece que esta opa hostil al fútbol como disciplina deportiva vaya a prosperar. De momento, digo, porque Florentino seguirá maquinando negocio y echándole jeta y demagogia, que hace falta mucha para asegurar que la Superliga iba a servir para salvar el fútbol modesto, como ha tenido la desvergüenza de proclamar. Conviene, ya que estamos, dar a conocer las cifras del negocio que el presidente del Real Madrid iba a acaudillar, y conste que no son las cuentas de la lechera.

    De entrada, la Superliga iba a contar con el aval de la empresa financiera JP Morgan, que aportaría 3.500 millones de euros a repartir ente los clubs fundadores, para echar a andar y gestionar la iniciativa. Añádanse 400 millones para el vencedor, cuatro veces más que en la Champions League, 350 millones a cada club sólo por participar, un denominado y gaseoso fondo de solidaridad estimado en 10.000 millones, el control total sobre derechos comerciales y audiovisuales cuantificado en el triple del montante que actualmente se reparte en la Champions, que vendría a reportar a cada club al año y durante 23 años 4.000 millones de euros. Por si fuera poco, se ofrecerían los derechos televisivos y de imagen a las grandes productoras como Netflix y Amazon.

    Como puede verse, un pastizal que iría a parar a esas grandes empresas disfrazadas de clubs deportivos, algunas de ellas ya cotizan en Bolsa. Esto es en lo que los tiburones financieros quieren convertir a doce selectos clubs de fútbol, entrañables entidades que en un tiempo representaban el sentir de la afición y la pertenencia a un colectivo social.

    No les ha salido bien, de momento, pero al menos ya se han quitado la careta y podemos comprobar que nada de espíritu deportivo, nada de impulsar la afición al fútbol. Simplemente, se trataba de tiburones a quienes el fútbol y el deporte les importan una mierda.

  10. Creo que el futbol, el deporte-rey, se está envileciendo. Demasiado dinero en juego, demasiadas intromisiones de los jeques árabes y de magnates rusos en busca de negocio y tapaderas. También demasiado faraonismo de algunos presidentes; y, si no, véase el enfrentamiento, en el que no quiero entrar porque no quiero que me acusen de pro o anti nada, de los dos mayores clubes con la Liga, que esa es otra. En las próximas horas, cuando comience la Asamblea de la Liga, tendremos probablemente nuevas muestras de la batalla campal en la que se ha convertido, sobre todo en España, el deporte en el que unas cuantas ‘estrellas’, mimadas hasta el esperpento, y un par de grandes ejecutivos, que quieren mantener su poder a base de hacer caja rápida, reinan de manera despótica y caprichosa.
    Y en cuanto a Messi, subido literalmente a la cumbre de la torre Eiffel, alguien debería decirle que las leyendas, para serlo, han de cumplir una cuota de humildad, de gestos solidarios, de comportamientos ejemplares. Ya hemos tenido bastante con figuras como Ronaldo: demasiadas fotos en yates junto a rubias de plástico en paisajes de ensueño. Ahora que estamos en plena polémica nacional sobre la educación que recibirán (o no recibirán) nuestros niños, quizá sería bueno que alguien empezase a bajar a estos ídolos tatuados de los pedestales y los pusiese frente a algún espejo implacable, lejos de los parientes cobradores, de los pelotas y aprovechados que les ríen todas las gracias y desgracias. Sería, sin duda, algo muy educativo. Pero, hoy por hoy, no me queda sino gritar que estoy hasta los ‘messmísimos’ de toda esta gente. Y tengo la impresión de que no soy el único.

  11. Los hinchas del Schalke 04, también conocido como el equipo de los mineros porque está asentado en Gelsenkirchen, donde antiguamente proliferaban las minas de carbón, han echado abajo esta semana el fichaje de Sergi Enrich. El club alemán pretendía contratar al exjugador del Eibar, pero lo ha descartado por la oposición de sus aficionados, que no quieren que vista su camiseta un futbolista condenado a dos años de cárcel por grabar y difundir una grabación mientras mantenía relaciones sexuales con una joven sin el consentimiento de la víctima. En Alemania no ha pasado desapercibido un nauseabundo episodio que durante cuatro años en el Eibar fue un tema tabú. Durante los cuatro años que duró el proceso que medió entre los hechos y la condena, la directiva presidida por una mujer, no abrió la boca. Estaba en su derecho. A todo acusado le ampara la presunción de inocencia. El Eibar solo condenó los hechos una vez se hizo pública la sentencia. Pero lo cierto es que en ese intervalo de cuatro años (al margen de que renovó dos veces el contrato del jugador), hubo un apunte que dejó en un pésimo lugar al club. Seis meses antes de conocerse la sentencia, no puso ningún reparo a que Enrich fuera elegido capitán. Y el capitán, en cualquier equipo, debe ser un ejemplo dentro y fuera del campo.

  12. Los poderes mediático, económico, judicial y político están rendidos a Florentino y sus negocios
    Fonsi Loaiza (Cádiz, 1990) sabe bien lo que es acabar en los tribunales por atreverse a cuestionar el statu quo. Doctor en Medios de Comunicación y Cultura, Loaiza ha diseccionado el poder de los medios de comunicación y la incidencia que estos tienen en la sociedad. Pero, además, maneja a la perfección las redes sociales, desde donde denuncia lo que para él son “injusticias palmarias”. La lucha contra las desigualdades y por el deporte popular son las dos grandes pasiones que le han llevado a escribir Florentino Pérez, El poder del palco (Akal, 2022). Un libro que cuenta cómo un político mediocre, Florentino Pérez, se convirtió en un magnate de los negocios y llegó a presidir uno de los clubes más grandes del mundo: el Real Madrid. Más allá del mito, conversamos sobre uno de los personajes más poderosos e influyentes de España. Uno de esos que, si bien no están en el gobierno, sí ejercen el poder desde el palco del Santiago Bernabéu. Un lugar donde, como recuerda Loaiza, “el fútbol es lo de menos”. ¡Es el mercado, amigos!

    Decía Manuel Azaña que, en España, la mejor forma de guardar un secreto es escribir un libro. ¿Por qué decidió escribir uno para contar los negocios oscuros de Florentino Pérez con todo el impacto que tiene en las redes?

    Veía necesario retomar los libros y su alma revolucionaria. Como en los medios tradicionales no me iban a dejar hablar de Florentino, quería usar el arma que todavía tenemos, la libertad de expresión, en algunas editoriales y medios. A partir de ahí, comencé una investigación para contar la historia de Florentino y descubrir algunos de sus secretos. En un país donde Florentino Pérez te llama para que cambies un pie de foto que no le gusta, escribir un libro con la libertad que me han dado en Akal me pareció la mejor forma de contar esta historia.

    ¿Cómo fue el proceso para escribirlo? ¿Ha recibido presiones?

    Tengo la gran suerte de ser un paria, no me pueden echar de ningún lugar. Recuerdo al periodista José María García, que se atrevió a criticar a Florentino Pérez y a Aznar. Se unieron y consiguieron cargárselo; ahora bien, él era una figura periodística que llegó a ganar más que Zidane en su momento. Tenía mucho que perder. Yo, en cambio, sólo tengo mi palabra. Y Florentino Pérez no me la puede quitar, ni a mí ni a nadie. Esa es nuestra gran suerte y esperanza.

    La burguesía catalana y la oligarquía española no tienen problemas en aliarse para llevarse los contratazos

    Muchos no lo saben, pero la carrera de Florentino Pérez comienza en Catalunya, de la mano del clan de los Pujol.

    Sí, de hecho no se puede entender la figura del 3% de Jordi Pujol sin entender la figura de Florentino Pérez. La justicia señala que la empresa de Pérez, ACS, era una de las que estaba detrás de la trama de corrupción de Convergència. En una comparecencia pública en el Parlament, Florentino Pérez llegó a admitir que, hasta el año 2000, que se convierte en presidente del Real Madrid, acude a todos los mítines de Convergència. ¿Qué hacía en los mítines de Convergència? ¿Es que le gustaban Artur Mas o Jordi Pujol? ¿O es que lo que le gustaba eran las adjudicaciones que se llevaba y que se sigue llevando? Se vio a Pérez en la boda del conseller Marc Giró junto al president Pere Aragonés. La burguesía catalana y la oligarquía española no tienen problemas en aliarse para llevarse los contratazos.

    Dice en el libro que seremos el único país donde una persona compra una constructora a precio de saldo y al mismo tiempo se mete en política, como hizo el presidente del Real Madrid. ¿Qué problema tiene España con sus élites?

    ¿Qué está buscando un empresario con ansias de poder cuando se mete en política? Claro y raso: sacar beneficios para su empresa. El problema que tiene España y su Transición es que las familias que mandaban durante el franquismo son las que siguen mandando actualmente. Por ejemplo, la familia March llega a financiar el golpe de Estado de Franco y Florentino Pérez es uno de los empleados de esta familia a través de sus empresas. Él se da cuenta muy pronto de cómo funciona ese clan de familias que actúa en la sombra. Pérez llega al Ayuntamiento de Madrid antes de las primeras elecciones democráticas, designado por el alcalde franquista Juan de Arespacochaga, quien sería expulsado del PP años más tarde por apoyar públicamente la dictadura de Pinochet en Chile. Arespacochaga colocó al joven Pérez en un puesto al calor de la aristocracia franquista, y pronto lo convirtió en uno de sus discípulos más destacados. Durante la Transición, Pérez se convierte en concejal de Saneamiento y Medioambiente de Madrid por la UCD, y ocupa puestos en los ministerios de Transportes y Agricultura, y ahí se codea con algunas de las familias más poderosas de España.

    La familia March financió el golpe de Estado de Franco, y Florentino Pérez es uno de los empleados de esta familia

    Vivimos en una democracia liberal, pero, por lo que plantea en el libro, parece que se hace más política en el palco del Bernabéu que en el Congreso.

    Cuando empieza todo, Pérez cree que el poder está en los parlamentos y en las instituciones, y ello lo lleva a intentar crear un partido centrista en España: el Partido Reformista Democrático (PRD). Lo hace de la mano del padre de la Constitución Miquel Roca y del abogado Antonio Garrigues Walker. Si bien a nivel electoral la Operación Roca fue un fracaso, para él es todo un éxito, ya que esta aventura política le permite conocer de cerca a las familias más poderosas de España. Es en este momento en el que Pérez se da cuenta de que no necesita presentarse a unas elecciones, sino ganarse la confianza de estas familias y dar el salto al Real Madrid: para tener el poder no hacía falta estar en el gobierno.

    ¿Es imposible resistirse a los encantos de Florentino Pérez y sus amigos?

    Dentro de la democracia burguesa actual van a seguir mandando los oligarcas como Pérez. Me hace gracia que, a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, los medios españoles hablen de oligarcas por primera vez, porque son rusos. ¿Por qué no hablan de los oligarcas españoles como Florentino Pérez? Porque sus tentáculos están por todas partes. Él financia a la Fundación FAES de José María Aznar, pero no tiene ningún escrúpulo en financiar también a la Fundación Pablo Iglesias del PSOE. Es curioso que empresarios del IBEX puedan ir financiando a partidos políticos y a sus fundaciones. ¿Qué buscan las grandes empresas financiando a los partidos y a sus fundaciones? Yo creo que está claro. Desde el 15M, han cambiado todos los rostros visibles de la política, incluso el del Jefe de Estado, pero de facto mandan los mismos. ¿Acaso es casual que, al día siguiente de que el PP defenestrara a Pablo Casado, Florentino Pérez engalanara a Ayuso con la camiseta del Real Madrid?

    García Ferreras es una de las figuras clave para entender el poder de Florentino en la sombra

    Si hablamos de Florentino Pérez no podemos dejar pasar la figura de Antonio García Ferreras. O, como lo conoce Pérez, su ‘Ferri’.

    García Ferreras es una de las figuras clave para entender el poder de Florentino en la sombra. Entre sus grandes gestas está la de vetar en la Cadena SER a Matilde Fernández (exministra de Asuntos Sociales y exconcejala del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid) porque se opuso al gran pelotazo de la ciudad deportiva del Madrid, en los viejos y buenos tiempos de Aznar. Como premio, ‘Ferri’ ficha como jefe de comunicación del Real Madrid. Y, si a alguien le suena extraño esto que estoy diciendo, que se pregunte por qué La Sexta no informa sobre ninguna de las tropelías en las que está involucrado Florentino. Que se planteen los porqués de ese silencio absoluto. Había una cuenta en Twitter que se dedicaba a contar los días que pasaban sin que La Sexta hablase del desastre del Caso Castor…

    Al final acabamos todos pagando los fichajes del Real Madrid con los rescates a la banca

    ¿Cómo llega Pérez a convertirse en el hombre más poderoso del Real Madrid?

    Lo primero que hace es comprar un medio de comunicación llamado la Guía del Ocio. La primera vez pierde las elecciones contra el gran populista Ramón Mendoza. Y pierde porque se ve abocado a un debate, y él no se desenvuelve bien en ese terreno. Entonces se da cuenta de que necesitaba un revulsivo para ganar sin debatir, y decide quitarle a Luis Figo al Barcelona. Y consigue hacer esto gracias al banquero Miguel Blesa, entonces presidente de Bankia, que está detrás de operaciones de financiación del Madrid como la de Figo o la de Cristiano Ronaldo. Al final acabamos todos pagando los fichajes del Real Madrid con los rescates a la banca. De hecho, cuando Blesa fue defenestrado decía que lo que más le dolió fue que lo expulsaran del palco del Bernabéu.

    El poder mediático, el poder económico, el poder judicial y el poder político acaban rendidos a Florentino

    ¿Por qué es tan importante ese palco?

    Es poder puro y duro. Lo voy a explicar con un ejemplo. Allí van directores y periodistas de grandes medios, y su presencia es la forma que tiene Pérez de advertirles de que su equipo no se puede tocar en sus medios. Es una forma de comprarlos. Y lo mismo ocurre con gente del mundo de la política o la Justicia, como jueces importantes o incluso la entonces abogada general del Estado, que bajaba a pedir autógrafos a Cristiano Ronaldo. La imagen es escalofriante: el poder mediático, el poder económico, el poder judicial y el poder político acaban rendidos a Florentino y sus negocios en el palco del Bernabéu.

    Más allá del papel de los medios generalistas está el papel de los medios deportivos. Usted los acusa de crear “trajes a medida” para espectacularizar el fútbol. ¿Qué hay detrás?

    Tienes razón. Programas como Punto Pelota o El Chiringuito banalizan el deporte, y Florentino Pérez está encantado con ellos. Su función es sencilla: fomentar el hooliganismo y esconder las tropelías que hacen quienes están en los palcos. De hecho, el propio Pérez llegó a presentar la Superliga en Atresmedia de la mano de Josep Pedrerol. Eduardo Inda es otra de las figuras que ocupan un papel importante. Además, Pérez mandó a Javier Iglesias crear un medio de comunicación falso llamado Diario Bernabéu. Como premio, se convirtió en tertuliano de El Chiringuito y después fichó por OK Diario, de Inda. Un medio (OK Diario) financiado por Florentino Pérez a través de publireportajes de sus empresas.

    En el libro dice que hay tres grandes fracasos en la carrera de Pérez: la Operación Roca, la fusión de Iberdrola y la Superliga. ¿Cómo ayudan PP y PSOE a Florentino Pérez a conservar y expandir su poder?

    Llegaron a crearle una “enmienda Florentino” ad hoc para que se hiciera con Iberdrola. Hay una cuestión paradójica, y es que, cuando está el PSOE en el gobierno, Florentino aumenta más si cabe sus beneficios. Comprender bien esto es muy importante para entender la lentitud del PSOE a la hora de revertir las privatizaciones del Partido Popular, o a la hora de plantear un proyecto alternativo de futuro. El problema reside en que cada vez los tentáculos de Pérez se hacen más grandes, y resulta mucho más difícil para el poder político o incluso para el judicial escapar de ellos. Me viene a la memoria cuando un juez preguntó a Florentino Pérez si había financiado al PP y, al más puro estilo de la mafia, él le respondió que le molestaba la pregunta y que si lo conociese no se atrevería a hacerle esa pregunta.
    Para no acabar con un sabor amargo, pongamos el foco en los medios que se toman en serio esto del periodismo. ¿Cómo podemos construir una prensa valiente frente a los poderosos?

    Los periodistas han perdido muchas de sus libertades porque los medios convencionales están secuestrados. Algo insólito que estoy viviendo es que mi libro ha salido en portada en Francia, en Le Journal de Dimanche y, en cambio, no ha habido ni una reseña de El poder del palco en la prensa tradicional española. Parece que estamos volviendo a los tiempos del franquismo, donde había que leer prensa internacional para enterarte de lo que ocurría en tu propio país. No olvidemos tampoco que la última aparición pública de Juan Carlos I fue en el palco del Bernabéu, de la mano de Florentino Pérez…

  13. De Cantona a Unai Simón
    El portero de la Selección ha sido incapaz de trazar una flechita que una los insultos racistas a Vinicius, que tanto le preocupan, con el auge fascista ante el que, según él, los futbolistas deben callar
    Corría el año 2002 y el Zidane líder de la Francia futbolística a la que había hecho campeona del mundo cuatro años atrás entraba en campaña electoral pidiendo el voto contra el xenófobo Jean-Marie Le Pen. “Quiero pedirle a la gente que piense en las consecuencias que tendría votar a un partido que no se corresponde en absoluto con los valores de Francia”, dijo Zizou tomando así posesión del cargo honorífico de presidente de la República de los barrios. Un cargo que anteriormente había ostentado el Éric Cantona que, una fría tarde de enero del año 1995, decidió saltar la valla publicitaria que separaba el césped de la grada en el londinense estadio de Selhurst Park para patear el pecho de un aficionado fascista en lo que definió como el mejor momento de su carrera deportiva. Siempre autocrítico y altamente perfeccionista, Cantona revisó décadas después aquel momento que le costó una suspensión deportiva de nueve meses y no pudo evitar hacerse un duro reproche: debería haberle dado más fuerte.
    Arranca la Eurocopa de fútbol en una Europa inmersa en pleno auge ultraderechista y el nuevo ídolo de la Francia futbolística, Kylian Mbappé, toma el relevo de sus antecesores. Los tiempos han cambiado y, al frente del fascista Frente Nacional, ya no está el padre Jean-Marie, sino la hija Marine. ¿Qué es la ultraderecha sino un conglomerado de rentables negocios familiares? Preguntado en rueda de prensa por el momento político y las próximas elecciones francesas, el nuevo fichaje estrella del Real Madrid fue tan claro como lo fue 22 años atrás su maestro e ídolo Zidane: “Quiero dirigirme a todos los franceses, especialmente a los más jóvenes y pedirles que voten para defender los valores de diversidad, tolerancia y respeto”. ¿Qué es una Europa jodida sino aquella en la que numerosos medios califican hoy como “polémico” un mensaje que pide defender en las urnas la diversidad, la tolerancia y el respeto? Mbappé, que acaba de fichar por el Real Madrid líder mundial en antirracismo –todos somos Vini– no podría ni imaginarse que sus palabras denunciando a un partido esencialmente racista pudieran sentar mal a parte de su afición que hoy le pide que se calle y se dedique a meter goles. Bienvenido, Kylian.
    ¿Respeto? ¿Tolerancia? ¿En una rueda de prensa deportiva? Pero, ¿qué locura es esta?, se preguntó el portero titular de la selección española de fútbol Unai Simón poniendo, al fin, algo de sentido común en la polémica generada por Mbappé levantando el aplauso de los que no son ni fascistas ni antifascistas. “No sé si deberíamos opinar sobre ciertos temas, nosotros somos futbolistas”, declaró Simón, en claro homenaje a aquel capítulo de Los Simpsons en los que a Lisa le regalan una Stacy Malibú que, al tirarle de la cuerda, declara solemne: “A mí no me preguntes, yo sólo soy una chica”. Unai, que curiosamente sí consideró oportuno opinar tiempo atrás que el racismo sufrido por el delantero del Real Madrid Vinicius era un problema social que debía erradicarse, se mostró, en este caso que afecta a millones de Vinicius sin recursos, partidario de guardar silencio. Unai Simón ha sido incapaz de trazar una flechita que una los insultos racistas que le preocupan con el auge fascista ante el que, según él, los futbolistas deben callar. Unai Simón no es mi amigo, así que sus valores y su coherencia me importan poco. Unai Simón tampoco es ni debe ser ejemplo de nada, no es la tarea de ningún deportista serlo. Pero entiendan la preocupación que genera en un futbolero como yo saber que bajo los palos de la selección hay un tipo incapaz de trazar la evidente trayectoria que une dos puntos. Esto, especialmente en los córners, puede ser un problema.

  14. La periodista Julia Otero se ha hecho públicamente una pregunta tras escuchar las palabras de Unai Simón, portero de la selección española y del Athleti, que aseguró que los futbolistas no deberían meterse en política. Todo ello después de que el francés Mbappé hiciera un llamamiento a los jóvenes de su país para no votar a extremistas.
    «El candidato de la extrema derecha le respondió por la noche en el informativo más visto de la televisión francesa, que un millonario no puede decirle a quién votar a quien no llega a fin de mes», ha explicado Otero.
    Mbappé, y otros futbolistas de color diferente, sufren insultos constantes y a los que no son futbolistas la extrema derecha les quiere expulsar de su país
    La periodista ha destacado, «que más de 200 deportistas de primer nivel han firmado una carta en la que piden a los franceses que frenen aquellas fuerzas que pisotean el respeto hacia el diferente».
    «Aquí nos cuesta imaginar algo así. De hecho, el portero de España, preguntado al respecto, dijo que los futbolistas deben dejar la política para otros», dice Julia
    «Y nos preguntamos: ¿¿¡¡Sí!!?? ¿Por qué?», ha dicho Otero antes de añadir: «¿Llevar la camiseta de un equipo o una nacionalidad impide pronunciamiento político alguno para no molestar a un segmento de la afición?».

  15. El fútbol mudo, sordo y ciego
    “Creo que tenemos muchas veces la tendencia a opinar demasiado de ciertos temas cuando no sé si deberíamos opinar o no”. El portero de la Selección Española y del Athletic, Unai Simón, se refirió así este lunes a las declaraciones de Mbappé en las que sugería a los jóvenes ir a votar ante la presencia de “los extremos” a las puertas de Francia, en referencia a las posibilidades de victoria de Marine Le Pen en las próximas elecciones francesas. Mbappé, criado en los suburbios pobres de París, sabe qué significa no ser blanco y no ser rico, y los riesgos que supone eso ante un posible gobierno racista de ultraderecha.
    Opinar no es obligado, claro, pero deslegitimar al que sí opina es desproporcionado e injusto. ¿Deben los futbolistas españoles salir en defensa de valores de justicia e igualdad? No lo pone en sus contratos millonarios con los clubes ni con los patrocinadores, así que formalmente no. Sin embargo, si ellos quisieran, podrían ayudar a mejorar el mundo con simples frases. Igual que se convierten en líderes imitables en gestos, peinados y gestas, lo cual les reporta grandes cantidades de dinero, podrían serlo en valores, lo cual les reportaría grandes cantidades de satisfacción.
    El primer paso sería la firmeza contra los comportamientos violentos en el campo o la intolerancia al juego sucio y al racismo. En el césped aún queda mucho por hacer. Fuera hay, simplemente, un estruendoso silencio que se estremece cuando alguien como Mbappé toma posición. Quien se calla y se pone en posición subsidiaria está en su derecho, e inevitablemente participa de un concepto del futbolista como un artesano al servicio de una gran cadena que es la que decide y piensa. Sus clubes hacen constantemente política, y también política económica.
    Los futbolistas españoles tienen detrás un historial reciente poco honroso. Salvo excepciones como Messi o Isco, el colectivo calló ante el beso forzado de Rubiales a Jenni Hermoso.
    Opinar es opcional, pero sugerir que no se debe opinar sobre los peligros de la ultraderecha o cualquier otro porque se es futbolista sería dejar la crítica y el debate público a los politólogos y los partidos políticos únicamente. Los ciudadanos podemos y debemos opinar y preguntar, también pueden quienes son deportistas y a la vez líderes de opinión. “Soy futbolista y los temas políticos hay que dejárselos a otros”, dijo el portero este lunes. Hay que recordar que la política también regula el fútbol o los impuestos y el sector deportivo. Al contrario de lo que opina Simón, los futbolistas españoles no suelen opinar de nada en público, siquiera cuando hay un clamor a su alrededor y es su tema. La tendencia parece la contraria: no ofender en lugar de defender.

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