La concejala Marisol Garmendia vota por la parcela colindante con la Casa de Cultura de Aiete

O al menos es lo que se afirma en un medio informativo local. Dice que la parcela próxima a la Casa de Cultura es “pública y municipal” y que si los vecinos eligen ésta, el Ambulatorio se estrenaría el año que viene.

Sin embargo la finca junto al Colegio Mayor de Aiete, según Marisol Garmendia, es propiedad de una comunidad de vecinos (los nº 41 y 43 del paseo de Aiete, al otro lado de la calzada, como se ve en la foto); parte de la finca fue cedida al Ayuntamiento para construir el vial que une Amara y El Antiguo, y la parcela restante, hasta ayer completamente residual, abandonada, pasto de escombros y de ratas, resulta que, según la mencionada concejala, se mantenía en propiedad privada. Decimos hasta ayer, porque esta tarde, dos personas, una adulta y otra joven, se afanaban en limpiarla de maleza.

¿Se puede pedir responsabilidad al arquitecto municipal, al ofrecer las dos parcelas registradas como de propiedad municipal, para que la vecindad elija la que, en su opinión, es más adecuada?

Garmendia hace un intencionado símil. En la Parte Vieja, el gobierno ofrece a Osakidetza locales de los que todavía no dispone, y, en Aiete, brinda una parcela a la vecindad, que no es propiedad municipal. Esta simpleza tiene el manoseado objetivo partidario de hacer daño a otro partido, en este caso al partido del gobierno municipal. Es la vieja forma de hacer política.

Las cosas reales suceden de otra manera.

Tras más de tres años, como se sabe, de poner la vista en diversas opciones de terrenos hábiles para levantar un ambulatorio (Jolastoki, Oblatas, otras ocho parcelas rechazadas por Osakidetza), el concejal de urbanismo mandata al arquitecto municipal, responsable de la zona Oeste de San Sebastián, la tarea de encontrar parcelas municipales ubicadas en la zona central del barrio -condición ésta, que ponen Osakidetza y la asociación de vecinos- y encuentra que hay dos fincas que reúnen estas características.

Ricardo Burutarán pide su parecer a la asociación de vecinos, y es Lantxabe, de motu propio, como hizo con la plaza de Munto, quien organiza encuestas, reuniones, asambleas con todos los estamentos de Aiete, para que sea la ciudadanía quién tome una de las más importantes decisiones políticas para el barrio de Aiete: decidir dónde de construye el Ambulatorio y exigir que se haga en el plazo más breve.

Se le puede decir a nuestra edil que, en este proceso de responsabilidad ciudadana, el gobierno municipal no ha tenido nada que ver, ni tan siquiera sabemos si le ha parecido bien o mal, que hayamos sometido a pública consulta y referéndum, sus dos propuestas; sin atenernos al rígido reglamento de consultas ciudadana, se hace a la brava, por la iniciativa ciudadana, con sus propios  medios y voluntarismo.

El grupo municipal al que pertenece Marisol apoyó el proceso vecinal que llevó hasta la plaza de Munto; el que  se está llevando ahora es más profundo, por su interés social, y más extenso, por la participación trasversal e inter-estamental de la vecindad. El objetivo es lograr el más amplio apoyo y colaboración de la ciudadanía del Aiete. En la reunión del miércoles participaron todos los sectores del barrio, entidades, escuelas, clubes, centros, conventos…y profesionales.

A Garmendia se le puede informar, cómo, la mayoría de los asistentes a la cita, además de hacer Política, participando por el Ambulatorio, por el Centro de Salud en Aiete, el Equipamiento más importante para un barrio; es gente que no está a las órdenes de Bildu, empezando por la propia asociación, que no ha estado nunca a las órdenes de nadie.

Meter la lucha partidaria con Bildu y frenar el ambulatorio, es una grave irresponsabilidad. Cegada por la obsesión partidaria, la mencionada edil,  hace daño a los vecinos de Aiete. Y contribuye a que, como pronostica la concejala,  puedan pasar otros seis o siete años, sin que tengamos el deseado centro de salud.

Y ahora la ciudadanía de Aiete no aguanta más, o por lo menos, están asqueada de las maniobras políticas que retrasan la implantación de un servicio comunitario básico. Por eso se reúne, por eso se participa con intensidad, con decisión, por eso se está dispuesta a llegar a dónde haga falta

La concejala Marisol Garmendia ha elegido un equivocado terreno para confrontar con Bildu; con la salud no se politiquea. Hay que sacarla del terreno del careo partidario.