A propósito del Bosque de Miramón y
de los dichos «marear la perdiz» y «aburre a las ovejas»
Cuando se cazan perdices se las «marea»; se las azuza con perros para asustarlas y que levanten el vuelo. Esto se hace repetidas veces, dando la impresión de que se está perdiendo el tiempo y se está retrasando el momento de cazarlas; pero, se hace esto para cansarlas, porque la perdiz es un ave muy terrestre y de vuelo corto, y enseguida se fatiga, con lo cual es mucho más fácil cazarlas.
Aquí usamos esta expresión; pero, por ejemplo, en México se utiliza “pasear los caballos» o “arrastrar los arados«, con el mismo sentido.
En Donostia quizás estemos en el momento crítico de sustituir “marear la perdiz” por “marear las ovejas” (Y ¿aburrir?…Terminaremos hartando no sólo a las perdices sino a todo bicho viviente, esperando el inicio de los trabajos en el Bosque)
Escribiendo en serio. La aprobación definitiva del proyecto ejecutivo de rehabilitación del “Bosque”, presentado por Lur Paisajistak, está a la espera de su aprobación por el Gobierno Municipal, ahora en funciones; pero la “broma de las ovejas”, en este caso a cargo de Jorge Mendiola del Diario Vasco, dando una patada a seguir a la iniciada por Lantxabe en estas mismas páginas, nos hace recordar la transgresión y conculcación de los compromisos de la Red de Parques Tecnológicos con el “Bosque” de Miramón. Cuando el Parque Tecnológico de Donostia, se integra en la Red de Euskadi y pasa a ser dirigido desde Bizkaia, la gerencia de La Red empieza a perder intencionadamente el tiempo en rodeos, circunloquios o dilaciones que fueron retrasando y obstaculizando el compromiso firmado de hacerse cargo de la rehabilitación del Bosque, abonando los 2,4 millones de euros que debe.
Reclamamos a la Consejera de Industria, jefa máxima, pero su respuesta fue algo así como iros a reclamar al maestro armero, (El origen de esta frase se se remonta a 1703, cuando Felipe V creó esta figura militar dedicada a las reparaciones y mantenimiento del armamento) dando pábulo a la violación y quebrantamiento del convenio firmado en el 2004.
Aquella cantidad acordada se ha quedado en 1,4 millones de euros y varias iniciativas sugeridas por la vecindad y recogidas en el proyecto ganador del concurso de ideas, han quedado fuera del proyecto definitivo.
En el proyecto inicial, el ganador del concurso, estaba el rebaño de ovejas, pero el grupo formado por la vecindad, el propio Parque y responsables municipales, -que se mantuvo hasta los cambios de 2012 en el Gobierno vasco- tuvieron dudas y no dieron su aprobación, aunque la idea era muy interesante y hermosa.
La reseña de Jorge está, tal cual, en el proyecto inicial, pero no en el definitivo. Cuando Lantxabe reclama las ovejas que no se quieren en Ametsagaña, con la broma, no exenta de ironía y escepticismo hacia la política, estamos llamando la atención para que se apruebe el proyecto de Iñigo Segurola y Jon Begiristain, con carácter inmediato. Y el gobierno en funciones lo puede hacer.