«Quid pro quo» es una locución latina que significa literalmente «Quid en lugar de quo», es decir, la sustitución de una cosa por otra. El sentido original de la locución es el acto de cometer un error gramatical. Con posterioridad se extendió su uso para indicar un error conceptual, o la confusión entre personas de gran parecido. En el Teatro, y desde la época romana, se convierte en un recurso dramático para crear situaciones de humor y conflicto que se producen por la confusión entre un personaje y otro.
Hoy, el ingenio de Olariaga nos ofrece su particular «Quid pro quo»