Las obras de la plaza de Munto avanzan a buen ritmo. Una vez que la empresa empresa Landa e Imaz ha iniciado sus trabajos, es posible que cumpla el compromiso de finalización para finales de octubre.
Ahora sabemos que la factura de la plaza se hará en dos partes: Las obras en la superficie y el trabajo sobre la conservación de los muros y la antigua bodega.
Landa e Imaz tienen asignada la fase actual, pero el presupuesto de unos 60.000 euros para muros, escaleras y bodega se aprobará en los presupuestos de 2016, será una nueva empresa la adjudicataria del concurso, con lo que su ejecución se retrasa. Esta información no podía deducirse de la comparecencia en prensa del Concejal Delegado, lo hemos sabido ahora.
Por esta razón se pueden ordenar las dudas en dos fases:
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Construcción de la plaza
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Reforzamiento de los muros, las escaleras y el hueco de la bodega
Construcción de la plaza
La acera que da al paseo de Aiete va a ser lo más amplia que se pueda, tal y cómo se decidió en las reuniones de la vecindad. El tramo de muros queda como hasta ahora. La iniciativa general, que sometemos a la ciudadanía de Aiete, es que el ayuntamiento se ponga a trabajar en un paseo de Aiete, con aceras continuas y más anchas, como si se tratara de una avenida.
La empresa contratada tiene instrucciones precisas e insistentes de respetar la decisión vecinal en cuanto a conservar el trozo de muro y escaleras acordados.
La señalética de la plaza. No sabemos si está en el proyecto de plaza o de conservación de muros, en todo caso son obligatorias señales y recuerdos ligados al espacio cultural que define la plaza. Cualificar el entorno con señas de identidad propias de la historia al carácter del caserío y del barrio de Aiete. En esta tarea está trabajando Lantxabe con un proyecto propio. Eventos relacionados, hechos históricos, edificios singulares o restos arqueológicos que tenemos en la plaza y que podemos encontrar en el barrio. Y utilizar el espacio de la bodega para alguna de estas informaciones.
En cuanto a los árboles -como se dice en la entrada del pasado 21 de septiembre- en la última reunión asamblearia, celebrada en la casa de cultura el pasado 14 de mayo de 2014, se acordó añadir a la propuesta de colocar una docena de manzanos, que recordaran el carácter sidrero de Munto, el mantenimiento de los abetos de la plaza. Tres árboles de gran porte que condicionan tanto la distribución de los manzanos, como la localización de los caminos.
Respecto a que los bancos sean de madera y con respaldo y que alguien los pruebe antes de encargarlos, falta por concretar si este gasto se imputa a la obra de la actual empresa.
Hacer visible la plaza. Lantxabe ha recordado a los técnicos municipales la necesidad de dotarle a la plaza de una luz de referencia que resalte su monumentalidad durante las horas nocturnas.
Siempre que podemos insistimos en que el paseo de Aiete es una rancia calle, llena de obstáculos para la gente que va andando y una pista de aceleración para los autos. Este paseo es un monumento a la fealdad. Para Lantxabe la plaza debería ser la primera piedra para empezar a terminar con esta pesadilla.
La plaza de Munto es una palanca sobre cómo hacer un barrio que deje de ser conocido como dormitorio y resulte lo más agradable y sano posible para vivir. Se trata de ir haciendo progresos, de ir, paso a paso, mejorando la vida de la gente que vive y visita Aiete. Es acertada la idea de lograr que el paseo de Aiete sea eso, un paseo, no una carretera. Lograr que la circulación por el paseo sea amable. La plaza de Munto ayuda a convertir el paseo en una gozada de ir andando por el paseo. Pasear, andar es salud pública y ahorro.
Es necesario que, al finalizar la obra, se facilite visualmente la conexión peatonal entre la plaza, las aceras y la vía de circulación. En imprescindible crear un clara prioridad peatonal frente al tráfico rodado que, además, facilitará la conversión general del de Aiete en una zona de paseo. En la actualidad existen paradas de transporte público en las cercanías de la plaza, es ineludible estudiar la mejor ubicación y frecuencias.
Reforzamiento de los muros, las escaleras y el hueco de la bodega
Los técnicos municipales no tiene decidido como será el cierre de la pared de lo que llamamos bodega. Delegan en la vecindad sobre qué recuerdos del caserío exponer en ese espacio. Obviamente la pared ha de ser traslúcida, con un material trasparente, un vidrio especialmente resistente no sólo al vandalismo, también a la fricción y a la erosión del tiempo, pero hemos de proponer si toda la pared de la bodega ha de ser de este cristal especial o reducir el espacio
El Concejal Delegado aprueba que el espacio de bodega se habilite con algún resto arqueológico del caserío, que es una forma de poner en valor lo que queda conservado
Aunque en origen, el proyecto encargado a la empresa Landa e Imaz, no incluía farolas, la iniciativa de Lantxabe ha facilitado su implantación y la conexión de luz el citado hueco de bodega.
La fuente en la bodega. Podemos seguir con la ideas. Están las pegas presupuestarias. Como dice Landakin la bodega está situada en la cota más baja del caserío, donde antes estaban las barricas y se bebía sidra, ahora podía ser la zona de agua. Hacer una fuente y una lámina de agua que discurra a lo largo de un elemento curvo que asome en el piso superior a modo de barandilla. Para evitar que esta zona pudiera convertirse en sucia, peligrosa u oscura, gracias al elemento curvo antes mencionado, se crea fondo de saco redondeado, en el cual no se puede acumular suciedad. De esta forma, además, se adelanta el fondo, para quede mejor iluminado. Al estar a cota inferior este espacio se conecta de forma sonora y visual con el resto. De forma sonora porque al llegar la lámina de agua hasta arriba, desde arriba se escucha el agua, se intuye dónde está, de forma que queda integrado dentro del espacio, no queda residual. Y de forma visual dejándolo en parte descubierto.
La escalera de piedra. Lantxabe ha puesto en valor ante los técnicos esta escalera y su caráter de gran protagonista en el futuro de la plaza. Lo era antes de derumbar el caserío, salía en todas las fotos y, sobre todo, era el acceso obligado al caserío.
La escalera añade al espacio en su conjunto un valor histórico, referencial, original… ofrece la posibilidad de diseños polivalentes. Se presta a diferentes usos, además de como una seña de identidad del espacio y elemento diferenciador. La ciudadanía de Aiete tendrá que decidir si quiere unas escaleras de adorno o de tránsito. Los artistas municipales no se han esforzado mucho. Ahora es la oportunidad de darla la máxima visibilidad para los que viene del centro.
Nombre de la plaza. En las fiestas se ha inaugurado el bolatoki y se le ha llamado “Manuel Matxain”. Así ha quedado. Nada más se sabe. Matxain era un grandísimo txapeldun echando a la toka ¿y si la plaza de Munto de llamara plaza Manuel Matxain?. Esta es otra duda pendiente.
En todas las reuniones que se han tenido en el barrio para hablar del caserío Munto, desde la primera, celebrada a finales de enero del 2013, cita convocada en la Casa de Cultura y en la que el ayuntamiento avisaba de la casi imposibilidad de mantener Munto erguido, pasando por las sucesivas convocatorias y asambleas, tanto en el el centro cultural, como el Topaleku o en la local de la asociación de vecinos, la propuesta de que el recuerdo de Munto se hiciera a través de una gran maqueta ha sido permanente.
De hecho, en la reunión que celebramos en el Topaleku, marzo de 2014, un vecino se ofreció como experto.
Edorta J. Larunbe
Lo lógico sería que la plaza se llamase Plaza/Plazuela de Munto, Munto Plaza. Todos los vecinos conocemos esa zona por Munto.
La plaza Otxanda, al lado, la de los juegos infantiles y los bares Cuélebre y Munto Berri, también se le conoce como plaza de Munto