Las alegaciones presentadas por Lantxabe, sustancialmente, defienden el mantenimiento del actual canal Lugaritz-Amara, ampliando el servicio al barrio de Aiete, mediante la perforación, que se puede practicar, desde la parcela municipal cercana a los jardines del palacio de Aiete y Centro Cultural, hasta las actuales vías del Topo..
Estas alegaciones son una alternativa a la concepción centralizadora del trazado que se adentra bajo la playa de La Concha en un tramo de 300 metros –desde La Perla hasta el Hotel Londres– a una profundidad de 30 metros en el espacio comprendido entre la línea de bajamar y pleamar, desprotegiendo a La Concha, sus aguas, el lecho marino y el subsuelo. La Ley de Costas dice: «únicamente se podrá permitir la ocupación del dominio público marítimo terrestre para aquellas actividades o instalaciones que, por su naturaleza, no puedan tener otra ubicación o presten servicios necesarios». Pues bien tenemos otra posibilidad de ubicación, la que propone Lantxabe.
Este nuevo y conflictivo trazado que proponen las autoridades en un entorno urbano, bajo las casas situadas sobre los suelos fluvio-mareales que se extienden desde Morlans, por todo Amara, afecta y debilita 311 edificios.
Además de eso están las repercusiones sobre “el descenso de la tapada de roca disponible”. Y otros asuntos de carácter técnico que avalarían una solución como la propuesta por Lantxabe.
El barrio de Loiola contará dentro poco más de año y medio con una nueva estación del Topo, una infraestructura que se construirá sobre un viaducto de 82 metros de largo ubicado en la travesía de Loiola. El Gobierno Vasco informó ayer de que ha adjudicado las obras de construcción de la nueva estación de Loiola, así como del proyecto de conexión peatonal entre ambos lados de este barrio, bajo el edificio-puente.
La estación ha sido proyectada por el equipo de Lamela y Vauum y está formada por dos cajones metálicos trapezoidales, envueltos en una malla metálica. El viaducto sobre el que se asentará tendrá 82 metros de largo.
La ejecución de este trabajo ha sido adjudicada a la UTE compuesta por las empresas constructoras Altuna y Uria, Comsa y Moyúa por 9,2 millones de euros, menos de los 12,8 fijados como máximo en la licitación, que se hizo pública el pasado mes de junio. El plazo de ejecución ofrecido por la UTE ganadora es de 18 meses, por lo que la obra será una realidad en primavera de 2017, según el calendario previsto.
Entonces, los vecinos de Loiola no solo contarán con una nueva y moderna estación del Topo sino que podrán pasar bajo el ancho viaducto sobre el que se ubicará, que comunicará de modo diáfano la zona de Ciudad Jardín con el resto del entorno. De este modo, se recuperarán para uso público más de 10.000 metros cuadrados y desaparecerá el actual terraplén que sujeta las vías y que ha ejercido como trinchera que ha partido el barrio en dos en los últimos tiempos.
Los estudios de demanda del metro realizados por ETS cifraban los usuarios del metro en 45 millones y ahora se habla de 24. Ana Oregui, consejera del gobierno vasco, ha pasado de considerar la obra del metro en el centro de Donostia de un proyecto faraónico y para el que era necesario hacer un debate público, a mostrar su conformidad y apoyo. El proyecto comenzó suponiendo un coste de 140 millones y ahora ya vamos por los 160 sin IVA, ni infraestructuras auxiliares. Dbus realizó un informe en el 2011 en el que habla de grandes afecciones y competencia entre dos servicios públicos en vez de ser dos servicios complementarios