Ha sido una semana laboriosa pero hemos llegado a tiempo. Todo está preparado en Katxola. Las manzanas limpias, aseadas, cuidadas al detalle, con exquisito mimo, dejadas las de Ekogune, -hemos dejado pasar un mes- esta misma mañana se recogían en los prados del caserío Azkonobieta, en Urnieta, y se traían al caserío.
Junto a Joseba, cómo no, Juan Carlos, Angel, Jaime y también Iñaki Larrañaga, de la Dipu, experto en manzana y manzanal, y otro compañero ingeniero.
Allí, el propio Joseba, de Azkonobieta, en un alarde de fuerza y generosidad, él solito -los demás rondamos años- ha subido los 20 sacos de 35 kg al primer piso, lugar de la matxaka y el tolare, en los que mañana se triturá la manzana y se prensará la pulpa resultante.
Con el amarillo y espeso mosto, mañana, haremos nuestro particular brindis, y tendremos a nuestro entrañable Antxon en el recuerdo.
Matxaka y tolare, como los txorros del oro; la txalaparta y la kirikoketa preparadas; las castañas preparadas para cocer; las exposiciones de manzana y recuerdo de las fiestas de Aiete en su sitio; tenemos también la toka del caserío Munto, en la que tantas tiradas hizo el campeonísimo Manuel Matxain; Rufino, esta mañana, nos traía sidra de su cosecha para alternar con el mosto que nos dará la manzana; mientras, Mari Carmen Illarreta, está preparando sus tortillas.
Señoras y señores, esto es auzolan, esta es la felicidad del trabajo colectivo, esta la fiesta más popular, la que llega a todos -todos- nuestros sentidos, la que invade y anega nuestros recuerdos, la que nos une a nuestros ancestros, la que que nos llega e inunda el alma y nos encoge de emoción
Esta soleada mañana Katxola presentaba su cara más guapa y aseada.