Esta semana que empieza escucharemos a los consejeros del Gobierno desgranar los detalles del proyecto de presupuestos. Tengo verdadera curiosidad por escuchar a Jon Darpón hablar de las inversiones que piensa hacer Osakidetza en el 2016 y si incluye una partida para el proyecto de amblatorio
Por otra parte, más general, me gustaría saber a qué va a dedicar Ángel Toña los dos millones de euros en que ha aumentado el presupuesto de vivienda. Supongo que a la ley de vivienda. Tengo curiosidad porque esos 2 millones están muy lejos de los 60-80 anuales que el mismo Gobierno dijo que le costaría su aplicación. Así que, o entonces engordaron deliberadamente la previsión de gasto para justificar su oposición a la ley (recuerden que se la impuso la oposición) o con la cantidad que han presupuestado no podrán cumplirla.
Queda una última opción: que el Gobierno vaya a alargar el desarrollo reglamentario de la ley más allá de este mandato, un año en que se ahorraría su coste y no molestaría a los críticos con la ley, como los empresarios de la construcción. Por que no creo que lo hayan fiado todo a un recurso del Gobierno central. No soy tan mal pensada.
Ya ven, al final, el efecto llamada mundial del que habló Erkoreka se traduce en dos milones.
¡Cómo se divierten a nuestra costa!
En su reacción al sabotaje contra Bizkaibus, a SORTU no se le puede achacar incoherencia. Ha cogido la misma plantilla que en agosto del año pasado, cuando no fueron 8, sino 5 los autobuses incendiados, y con un objetivo parecido: la excarcelación de presos enfermos.
El comunicado de ahora es un calco del de entonces. Sortu rechaza el ataque «porque se enmarca totalmente fuera de la estrategia de la izquierda abertzale» y porque sólo beneficia a aquellos que pretenden perpetuar el conflicto, es decir, a aquellos que vulneran a diario los derechos de los presos vascos».
Si después del sabotaje del domingo han parado un minuto para la reflexión, no lo parece. Lo han salvado con un corta-pega, que, además, deja en el aire la siguiente pregunta. ¿El rechazo es porque no es estratégico, porque no ayuda a la causa, o porque, como dijo Arraiz en el Parlamento y escribió en una carta en prensa, «la violencia siempre es el peor camino? Si hace un mes que escribió y declaró esto (se lo diremos a nuestros hijos…aseguró), ¿por qué no lo dice en voz alta cuando hay que decirlo?
Esta semana que empieza escucharemos a los consejeros del Gobierno desgranar los detalles del proyecto de presupuestos. Tengo verdadera curiosidad por escuchar a Jon Darpón hablar de las inversiones que piensa hacer Osakidetza en el 2016 y si incluye una partida para el proyecto de amblatorio
Por otra parte, más general, me gustaría saber a qué va a dedicar Ángel Toña los dos millones de euros en que ha aumentado el presupuesto de vivienda. Supongo que a la ley de vivienda. Tengo curiosidad porque esos 2 millones están muy lejos de los 60-80 anuales que el mismo Gobierno dijo que le costaría su aplicación. Así que, o entonces engordaron deliberadamente la previsión de gasto para justificar su oposición a la ley (recuerden que se la impuso la oposición) o con la cantidad que han presupuestado no podrán cumplirla.
Queda una última opción: que el Gobierno vaya a alargar el desarrollo reglamentario de la ley más allá de este mandato, un año en que se ahorraría su coste y no molestaría a los críticos con la ley, como los empresarios de la construcción. Por que no creo que lo hayan fiado todo a un recurso del Gobierno central. No soy tan mal pensada.
Ya ven, al final, el efecto llamada mundial del que habló Erkoreka se traduce en dos milones.
¡Cómo se divierten a nuestra costa!
En su reacción al sabotaje contra Bizkaibus, a SORTU no se le puede achacar incoherencia. Ha cogido la misma plantilla que en agosto del año pasado, cuando no fueron 8, sino 5 los autobuses incendiados, y con un objetivo parecido: la excarcelación de presos enfermos.
El comunicado de ahora es un calco del de entonces. Sortu rechaza el ataque «porque se enmarca totalmente fuera de la estrategia de la izquierda abertzale» y porque sólo beneficia a aquellos que pretenden perpetuar el conflicto, es decir, a aquellos que vulneran a diario los derechos de los presos vascos».
Si después del sabotaje del domingo han parado un minuto para la reflexión, no lo parece. Lo han salvado con un corta-pega, que, además, deja en el aire la siguiente pregunta. ¿El rechazo es porque no es estratégico, porque no ayuda a la causa, o porque, como dijo Arraiz en el Parlamento y escribió en una carta en prensa, «la violencia siempre es el peor camino? Si hace un mes que escribió y declaró esto (se lo diremos a nuestros hijos…aseguró), ¿por qué no lo dice en voz alta cuando hay que decirlo?