La letra podía haber continuado “Santificado sea tu nombre y bendito sea el fruto de tu vientre….”
Pero también podíamos haber titulado “el sueño de Iñigo Segurola” refiriéndonos a que, cuando presentaba su proyecto ganador, siempre situaba en primer lugar el circuito Amara, Jardines de Aiete (por Morlans), espacio Katxola, caminos del Bosque -incluido el estanque- y salida por Illumbe, hasta volver a Amara.
De esta forma el Bosque lo era de Aiete y de Amara
Pues bien ayer “el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” de la mano de la comunidad escolar de Amara Berri, como se puede ver en la secuencia de las fotos que han facilitado los propios organizadores del paseo “mañanero”