Es la misma sorpresa que sintieron las chavalas y chavales del colegio inglés. Cuando acaban las escaleras de acceso a la esplanada del caserío, llegan al final de la calle Paraíso se en encuentran de manera repentina e inesperada, de sopetón, con Katxola, un bellísimo superviviente del barroco caserío-lagar.
La visita a Miramón Basoa es una excursión única y bien preparada por Amaraberrimendizmendi que es el nombre de la sección montañera de Amara Berri Gurasoak. Organizan salidas y caminatas por los montes del entorno, siempre en un ambiente familiar y con un recorrido adaptado a todas las edades.
En la mañanera de hoy Katxola ha sido el protagonista.
En esta salida han participado alumnos y padres de Amara Berri, ex-alumnos, hermanos y demás familiares, y amigos acompañantes. Total cerca de 80 personas llenas de ganas de pasarlo bien, de curiosidad, de andar, de aprender…
La de hoy ha sido una bonita travesía. Han unido los dos centros más grandes y significativos de Amara Berri, como son Morlans y Ferrerías. Han hecho, lo que ellos llaman, la fenomenal ruta del Parque de Aiete y el desconocido Bosque de Miramón. (Que es la esencia del proyecto de Lur Paisajistak)
Goizetiko jarduera dugu hau Donostia betean. Ibilbide eder honen bidez Amara Berriko zentrorik handienak eta garrantzitsuenak, Morlans eta Olaeta, alegia. Bide ikusgarri honetatik Aiete Parkea eta ezezaguna dugun Miramon Basoa zeharkatuko ditugu
Hoy Pablo e Iñaki estaban al mando de la expedición.
Y los de Lantxabe hemos compartido con ellos el trayecto que une también nuestros dos centros más significativos: el Topaleku y Katxola. Hemos atravesado Etxadi por sus soportales, el Miralles, hemos visto el muy avanzado estado de las obras del edificio de Aiete Ikastetxea, hemos avanzado, dejando a la izquierda, la plaza Hiru Damatxo, el Colegio Inglés, Axular Lizeoa, el Colegio Alemán, hasta llegar a la calle Erramunene, que los chavales iban deletreando. Y accedemos al Bosque por una de las entradas que potenciará el proyecto de la vecindad que ganó Lur Paisajistak en el concurso de ideas. De allí nos dirigimos al caserío hasta alcanzar las escaleras que nos elevan, de sopetón, hasta Katxola.
Desde Lantxabe hemos planificado, diseñado y puesto en práctica las actividades de cultura material que este Museo vivo ofrece a los escolares, con el objetivo de complementar su educación “en sociales” y hacer la visita más dinámica y participativa. Este programa de Lantxabe se organiza también con la finalidad de acercar la arqueología de la fabricación de la sidra a la sociedad donostiarra, mostrando el trabajo de los arquitectos Muñoz-Baroja y Jose Gorritxo que reconstruyeron el caserío como si fuera “la mezquita columnaria de Córdoba”, enseñando los fondos etnográficos del caserío Munto: tolare, kupelas, tina, taller de carpintero, mesas y mostrador, etc, presentando al propio caserío como una joya por dentro y por fuera.
Las actividades que organiza Lantxabe se dirigen fundamentalmente a dos tipos de público: aquellos visitantes, fundamentalmente escolares, de todos los niveles -últimamente nos han visitado la Aiete Ikastetxea, el colegio inglés y esta mañanera especial de Amara Berri- y los que vienen a Katxola de forma más individual formado grupos interesados por el caserío y los baserris en general.
Katxola como museo y expositor de arte es todo menos aburrido para los niños. Se lo pasan estupendamente. Todos sabemos lo importante que es para ellos la experimentación, el movimiento, el sonido, la novedad, la materialidad , los secretos, colores, texturas….El juego, en este caso, el juego y el sonido: txalaparta, toka, bolos, bote.
En el colegio se proyectan esas actividades pero en el caserío toman una forma multidimensional.
En Katxola, padres e hijos, hemos compartido la experiencia de la fabricación de la sidra, hemos observado las diferentes etapas en su gestación y la estéticas que las rodea. Padres e hijos han descubierto, juntos, el arte y la arquitectura del museo vivo que es nuestro baserri, un espacio de estímulo y de juego en su contorno, si añadimos el frontón y el teatro-anfiteatro
Podemos decir que esta puesta de largo del caserío, esta presentación en sociedad, ha sido un hallazgo para la doble generación que nos ha visitado. Si descubrimiento es la observación novedosa y original de algún aspecto de la realidad que nos rodea, normalmente se trata de un fenómeno natural, el encuentro con Katxola ha sido, para estos atrevidos montañeros, la revelación de algo que estaba delante de sus ojos pero permanecía oculto, secreto, desconocido.
Roto el velo del misterio, el caserío espera a otros visitantes curiosos deseosos de pasarlo bien aprendiendo.