Decenas de personas, más de cien, se citaron para ver cine de arte y ensayo, dirigido por un auténtico protagonista en la materia de nuestra ciudad -Juan Berasategi- y en el lugar que la vecindad señaló como casa de cultura: el palacio de Aiete
Llegaban perplejas y asustadas a la sala Ghandi de los derechos humanos
No entendían como una de las joyas más rutilantes, brillantes, espléndidas de San Sebastián pudiera estar sepultada por la negritud.
Y ponemos el grito en el cielo ¡ la casa de cultura y los jardines del palacio son para los que los habitan, para la vecindad que disfruta de sus favores, no sólo, ni principalmente, para los oportunistas que van a sacase la foto o para los que la usan, como antaño, para invitaciones esporádicas !