Mari Carmen Illarreta Peñagaricano (Gurugú, 1935) es una mujer vivaz y vital. Activa y activista de su iglesia, tiene una particular devoción hacia el Santo Cristo que lo siente presente. No oculta sus ochenta años y refiere con gracia y precisión absoluta hechos anteriores a los de su propia biografía. Es Mari Carmen una enamorada de las flores y atesora un jardín secreto en Alkiza. Ella misma es una flor de esas tantas que ha dado el país. Hay un tipo de gente que agradeces el haberla conocido y haber compartido un tiempo común, ese tipo de gente es Mari Carmen.
El patriarca de Alkiza fue su abuelo Miguel José Peñagaricano
Peñagaricano fue recogido por su amigo Domingo Carrillo en su caserío de Txabardegi, pero allá el caserío convertido en pisos estaba superpoblado. En esas, recibió la invitación de Joxe Machain (el padre de Manuel Matxain), que tenía una taberna, para ir a vivir a su casa de Txabola, al lado de la iglesia. Txabola era de un señor de Bilbao, al que Mari Carmen y su familia llaman Joxe Bizar (por su larga barba en un mundo campesino en donde el bigote o la barba eran exóticos). Joxe Bizar se enfadó con Matxain por el “subarriendo” a sus espaldas, y expulsó a Matxain, que pasó a su definitiva casa de Matxainene o Txabola Berri. Joxé Matxain padre de nuestro fraternal , el txapeldun Manuel Matxain y abuelo de Marian Matxian (en la imagen).
Así es el Aiete que está iluminando Pedro Berriochoa y que explica el cariño que se transmiten estas dos mujeres que son mucho más que amigas, cómplices de la historia que se va tejiendo en Aiete y que pronto leeremos en el libro de Pedro
Pedro tiene referencia de un documento de la Chancillería de Valladolid de 1583, sobre un pleito entre la casa de Alkiza y la vecina de Ayet para el paso del ganado para pastar y abrevar. Comparecen por Alkiza, Luis de Aguirre, y por Ayet, Catalina de Ayet y su marido Domingo de Miravilles.
Un administrador de Mª Teresa Lardizabal Valenzuela), acudía todos los años por Santo Tomás al caserío de Santa Teresa a cobrar la renta de Alkiza, al igual que de otros caseríos Lazkano, Melodi, terrenos por Katxola… (el tejido de Aiete)
Joxepa, la madre de Mari Carmen, se casó con Agustín Illarreta. Era hijo de Juan José Illarreta, una de sus hijas se casó en Munto. Tenemos otro lazo: Mari Karmen es prima de Joakina y Juani.
Agustín y Josepa se pusieron a vivir en Gurugú en donde nacieron Josepi, Mari Carmen y Pedro.
Mari Carmen, que se reconoce muy danzarina acudía con su hermana a Hirubide, pero debían estar en casa antes de anochecer: “noiz etorri behar dute hoiek”, les dedía su padre Agustín. Allá conoció a su marido Iñazio Aierbe, un chico de Loiola con el que lleva casada 54 años. Iñazio es hijo de Bartolo Aierbe y hermano de Joxe Aierbe, distinguidos bertsolaris y autores de memorias caseras en la biblioteca Auspoa.
Mari Carmen tiene un vergel particular en los bajos de Alkiza con flores de todas clases, Iñazio cultiva una espectacular tomatera, pegada a la casa, mirando hacia el este. Todavía conservan el viejo etxerorde del viejo Alkiza. Allá enseña la historia de Aiete: ahora se refiere a la iglesia, ahora a Munto, luego a Mamelena, más tarde a los pinos extraños que plantó Barriola, luego de las fiestas del barrio… Oráculo de Aiete: tiene el barrio en su cabeza, con gracia, sin acritud, con verdad.