El orgullo de la ciudad de la región de Ile-de-France a la que pertenece Versalles se fundamenta en varios pilares, algunos de ellos se disfrutan también en Aiete. Por ejemplo, la calidad de sus escuelas: algunas familias parisinas se trasladan al lugar para que sus hijos estudien en los centros versalleses; en el caso de Aiete, a sus cinco centros escolares, de alta calidad, se trasladan niñas y niños, jóvenes, de toda la comarca de Donostialdea. La identidad de Versalles, como la de Aiete, está ligada a estos establecimientos estudiantiles y cada uno de los grandes liceos, en una y otra localidad, ofrecen una especialidad concreta.
Ellos tienen el palacio y los jardines de Versalles, nosotros la casa de cultura y los jardines del palacio de Aiete, el orgullo de la ciudad.
Muchos versalleses parten a diario a París a trabajar, y otros muchos aietearras lo hacen hacia Donosti y los pueblos de Donostialdea.
Ellos tienen tren, un poderoso transporte público y los correspondientes carriles-bici. A los de Aiete se les niega el metro, Dbus nos toma el pelo y llevamos años reivindicando el bidegorri.
No es casualidad que las autoridades de las dos ciudades hayan elegido la foto de ciclistas. La bici encierra un gran simbolismo.