Para estas navidades esperamos el final de la obra del Bosque de Miramón; el año que viene por las mismas fechas, el ascensor, y, dentro de dos años, si el tiempo -y el oportunismo electoral no nos desengaña- el ambulatorio.
Pues bien, a pocas semanas tendremos entre manos -mejor dicho entre pies- el bosque de Miramón.
Y esta es una seña de identidad de Lantxabe que hemos aprendido con nuestra práctica de defensa de lo público, de lo colectivo, de lo que nos pertenece a todos, de lo que Hannah Arend llamaba la felicidad pública.
El Bosque estará más bello que nunca y trae consigo unos nuevos paseos para los donostiarras que no diremos rivalizan con los de las tres playas, ni con las tres esculturas, ese del recorrido que lleva del Peine los Vientos a Sagües, y viceversa, probablemente el paseo más bonito de mundo…. Pero después el Bosque de Miramón se puede encumbrar al segundo puesto, al menos, en Donostia. Una caminata para personas entre 3 y 99 años, que es como se conocen los paseos tipo cota 85, es decir el actual paseo de Miramón.
Estos paseos se redondean gracias a la elegante pasarela de acero galvanizado y los itinerarios son múltiples y de diferente largura con cada proyecto que queramos poner en marcha.
La foto del panel que hemos elegido es una imagen simbólica, representa la lectura que del proyecto aprobado por la vecindad hace el creador y director de obra de transformación del Parque; quiere decir que el Bosque de Miramón se mete en la ciudad, concretamente hasta la plaza de Cataluña y el barrio de Morlans.
Una descripción de los nuevos paseos que posibilita la pasarela son los siguientes.
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Paseos en redondo por el Bosque, bordeando la erreka Mando, o la erreka Pakea, o las dos o pasear por una de las orillas, saltando después a la otra, gracias a la pasarela. O entrar por la zona de Katxola y Miramón y salir por el mismo sitio dando una vuelta completa al Bosque sin necesidad de retrocesos. O bajando por la más antigua pasarela o siguiendo desde Erramunene, en línea recta por el nuevo camino hasta la nueva pasarela y de allí completar el circuito. O al revés venir desde Ilunbe, dar una vuelta completa, pasando o no por la recuperada laguna, la fuente del virgen con descanso o no, y volver a Ilunbe.
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Asociar cualificara de estos paseos al barrio de Morlans, a los jardines del Palacio de Aiete pasando por Erramunene, por detrás del colegio Aleman, Axular, Aite Ikastetxea, Etxadi; o empezando al revés, desde Morlans por la Avenida Madrid, Anoeta, Ilunbe, bosque de Miramon, por cualquiera de los circuitos y salir por el espacio Katxola y retornar. Este paseo, parecido, sin pasarela, lo hizo la comunidad escolar de Amara Berri, en la primavera, en la que incluía una visita al caserío Katxola.
Estos paseos se hacen entre robles, manzanos, pinos autóctonos, fresnos, avellanos, rodeados de fauna voladora y pequeños mamíferos, del sonido de los pájaros y de la sorpresa de alguna ardilla, conejo, erizo o lo que salte.
¿Cuál es novedad programática que ofrece Lantxabe? No el equipamiento, en este caso Bosque, Medio ambiente. Esa no una novedad en nustros planes de actuación. La nueva riqueza programática que aporta Lantxabe, sin quererlo, es la defensa de la salud pública, que integraremos en nuestro ADN ideológico. Caminar es sin duda uno de los ejercicios físicos más saludables
Sabemos que un paseo diario aporta numerosos beneficios
El paseo por el Bosque es un paseo tranquilo, sin prisas para ir a ningún sitio, con más compañía que a que elijamos y si vamos solos, acompañados por nuestras ideas; no tenemos que llamar por teléfono, ni comprar nada en el camino.
Caminar por Miramón, en medio de esa flora intensa, facilita una meditación activa agradable. Prestamos atención a nuestros pasos, a nuestra respiración a las sensaciones físicas que se producen en nuestro interior y en el ambiente. No caminamos para llegar a algún lugar, sino por el mero hecho de caminar.
Nos integramos en el entorno del bosque, observamos lo que vemos, porque siempre es distinto, bello, natural. Escuchamos el trinar de los páramos, sentimos la naturaleza, la temperatura y la humedad del bosque; nos cruzaremos con gente, pero no con coches, casas, calles, sólo vegetación y frío, sol, lluvia…
Podemos mantener un paso rítmico que no sea demasiado rápido, disfrutando del andar
Y si vamos por la cota 85, sentimos el suelo, el ligero asfalto conglomerado y si nos metemos dentro del Bosque palparemos los senderos de tierra y barro.
Disfrutar de los pasos por dar sin pensar en el punto ni de llegada, ni de retorno porque no es necesario, gracias a la nueva pasarela