La imagen elegida por la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia muestra a Pablo Vicario hondeando el arma con la que asesina a Santiago Nasar, bañado en sangre.
Y decimos que es un «spoiler» porque desvela una parte de la trama de Crónica de una muerte anunciada, aunque en realidad, el propio título, ya advierte que el secreto no está en el crimen sino en el arte de la escritura de Gabo. Lo de decir spoiler es pues una broma para conseguir un título, que relacione dos actividades culturales, que se celebran en Donostia durante esta semana.
¿Cual es pues el supuesto spoiler? En la novela de García Marquez, el narrador nos cuenta como Ángela Vicario se casó con Bernardo San Román. En la noche de bodas Bernardo San Román se da cuenta que Angela no es virgen, y la devuelve a su familia.
Pedro y Pablo Vicario, son sus dos hermanos gemelos, de 24 años, y deciden vengar a su hermana que dice de Santiago Nasar ser el autor de la deshonra.
Pedro Vicario, según la declaración propia, fue el que tomó la decisión de matar a Santiago Nasar, y al principio su hermano no hizo nada más que seguirlo. Pero dio por cumplido el compromiso cuando, en el primer intento, les desarmó el alcalde; entonces fue Pablo Vicario quien tomó el mando y fue él quien asesinó a Santiago Nasar.
Más allá de esta anécdota, por otra parte, previsible en la novela, la Crónica de una muerte anunciada, según algunos críticos, está alejada de los rasgos del realismo mágico, es una novela rápida, que sigue paso a paso, casi cronométricamente, los sucesos, con una gran riqueza en la caracterización de los personajes y de ambiente parecido al del resto de su producción; lo mismo que el lenguaje, tal vez menos barroco que en ocasiones anteriores. Sobresale especialmente por su perfección constructiva: el material narrativo se dispone de manera que, pese a anunciarse el desenlace en la primera página, mantiene durante toda la novela en vilo al lector; sólo en el último capítulo se llega a comprender el cúmulo de fatales circunstancias que condujo a un crimen tan fácilmente evitable y que nadie deseaba.