Fábrica de sueños, labor de escritor, creación de ciudadanía… Problemas de aforo

 CASA DE LOS LIBROSdWilliam Faulkner aseguraba que cuando era niño su abuelo le hacía recitar cada día un versículo de la Biblia. El milagro que inicia el descubrimiento de la vocación de los jóvenes que quieren ser escritores suele parecerse en todos los siglos y en todas las épocas.

Concha Espina leyó sus primeros libros en el colegio de monjas y escribió sus primeros poemas a los trece años. Lee y escribe, lee y escribe, y espera con ambición el día en que consiga por fin dedicarse en exclusiva a las letras.

Manuel Gutiérrez Aragón estudió Filosofía y Letras. Iba para escritor pero, como muchos otros jóvenes de su generación, sintió que el cine era el medio perfecto para contar sus historias.

Hace unos años Manuel Gutiérrez Aragón se apartó voluntariamente de la dirección cinematográfica y se dedicó a su otra gran pasión: la escritura. Su primera novela, La vida antes de marzo, ganó el Premio Herralde. Elegido miembro de la Real Academia Española en abril de 2015, tomó posesión de su sillón, el F, en enero de este mismo año con un discurso titulado En busca de la escritura fílmica en el que analizaba la relación entre el cine y la escritura.

Este es el corazón, el meollo, de la actividad cultural central de Lantxabe en Aiete desde hace once años.

El viernes vivimos, en vivo y en directo, en el Centro Cultural de Aiete, de la mano de Pedro Berriochoa, la pasión por la escritura que, esta vez, tomó forma de historia cotidiana.

Cuando un cocinero se hace famoso, escribe un libro. Cuando un deportista se hace famoso, escribe un libro. Cuando un criminal se hace famoso, escribe un libro. Cuando un alpinista se hace famoso, escribe un libro. Cuando un actor se hace famoso, escribe un libro. Cuando un locutor de televisión se hace famoso, escribe un libro. Cuando un cantante se hace famoso, escribe un libro. Cuando un político se hace famoso, escribe un libro. Cuando un millonario se hace famoso, escribe un libro. Cuando un corrupto se hace famoso, escribe un libro. Cuando un expresidiario se hace famoso, escribe un libro. Cuando un famoso se vuelve más famoso, escribe otro libro.

Y así de forma sucesiva. Todos los caminos conducen al libro. Sin embargo, cuando un HISTORIADOR escribe un libro no puede hacerse cocinero ni deportista ni actor ni político. Cuando un HISTORIADOR escribe un libro, puede pensar que ya ha cumplido su misión

Ahora bien ¿Qué piensa un historiador cuando detrás de su obra se juntan cientos de personas? ¿Cuando ha de firmar decenas de ejemplares en la presentación de su libro? ¿Cuando el escritor acude ingenuamente a una reunión de amigos y se encuentra con un aforo a reventar?

Lástima que a alguno de los asistentes no se les dejó acceder al salón por problemas de seguridad en el aforo ¡Las autoridades permiten un máximo de 150 personas en el salón de actos!

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