Paseo por los nuevos caminos de Miramón

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La nueva pasarela de acero galvanizado permite un paso cómodo por encima de Mando Erreka para llegar al acceso de Illunbe.

Las dos vaguadas que abrazan el parque tecnológico reverdecen con nuevos caminos que conectarán Illunbe y Aiete

Los trabajos de acondicionamiento de este olvidado bosque estarán listos el 20 de enero

Ha costado una década materializar esta actuación en el extremo sur de la ciudad, pero cuando arranque la tamborrada estará lista para su uso. El descuidado Bosque de Miramón, gracias a la tenacidad de Lantxabe, se abrirá a los ciudadanos con una nueva cara. Esta zona verde que abraza mediante dos vaguadas el parque tecnológico lucirá nuevos caminos que permitirán un agradable paseo entre robles a quienes desde Amara quieran llegar a Aiete a través de Illunbe. Intervenciones de accesibilidad, de regeneración vegetativa, de apoyo a la biodiversidad y de señalética completan un proyecto que permitirá a los donostiarras redescubrir un parque periurbano de 60 hectáreas que tenían olvidado.

La intervención en esta vasta zona verde estaba en la agenda de Lantxabe desde hace años. La Asociación exigía que se cumpliera la contrapartida de los compromisos económicos del parque tecnológico con el Bosque y con la ciudad. El actual proyecto de acondicionamiento del Bosque de Miramón se fraguó durante la legislatura pasada en un proceso de conversaciones del Ayuntamiento con la Asociación de Vecinos de Aiete Lantxabe y con el propio Parque Tecnológico. Definidas las necesidades por la vecindad, tras un amplio proceso de consultas, se lanzó un concurso de  ideas en el que participaron ocho equipos resultando ganadora la solución de Lur Paisajistak, equipo liderado por Iñigo Segurola y el arquitecto Jon Begiristain. De los 2,3 millones de euros que se pactaron invertir en el proyecto, al final se redujo la cantidad hasta 1,2 millones de euros para poder construir una nueva pasarela entre el edificio de las Juntas Generales y el paseo Mikeletegi. Las estrecheces de la crisis económica pospusieron los trabajos en el bosque y es finalmente el actual gobierno municipal -tras hacerse el remolón en sus primeros dos meses de gobierno-  quien sacó a concurso las obras que se adjudicaron finalmente por 820.237 euros, gracias a la bajada del 34% en el coste planteada por el ganador de la licitación, la UTE formada por las empresas Obegisa y Obearagon.

El compromiso municipal es que esa bajada se reinvierta en las obras pendientes del proyecto inicial de Lur Paisajistak

Una parte del presupuesto se ha empleado en limpiar, desbrozar y dar lugar a sendas, unas asfaltadas y otras no, diáfanas, de anchura suficiente y pendiente limitada; en generar dos nuevas entradas al bosque desde la zona de Illunbe -una a 400 metros de la plaza de toros y otra en la zona de Errotatxo, cerca del edificio de la Orquesta de Euskadi-; y en construir una ligera pasarela metálica al fondo de la vaguada Mando Erreka para solventar las dificultades de conexión del parque con la ciudad construida.

Señalética

Lantxabe incidió en el proyecto ganado por Lur Paisajistak para lograr tres objetivos: Dar visibilidad al Bosque, facilitar su accesibilidad y dotarles de la mayor facilidad para el paseo.

Se facilita la visibilidad del bosque mediante una señalética externa que advirtierte a la ciudadanía, desde fuera del parque, que allí hay un trozo de naturaleza por descubrir. Así, se colocarán unos «hitos-tótem» en las rotondas del parque tecnológico para advertir y orientar de la presencia cercana de este bosque, lo que se completará con la construcción de unas entradas principales muy visibles, al estilo de las del parque de Ametzagaina, confeccionadas a base de troncos de acacia de entre 8 y 10 metros de altura (ver entradas anteriores a esta web) con un círculo de acero corten con una muesca, símbolo gráfico de identificación del Bosque de Miramón Basoa. De la misma forma se identificará la Fuente de la Virgen

Acero galvanizado

Una de las claves de la accesibilidad de la nueva red de caminos trazada es la nueva pasarela construida aguas abajo de Mando Erreka. Este liviano paso de 64 metros de largo garantiza un tránsito cómodo hasta la entrada al parque por Illunbe. La gente de Lantxabe -véase esta web- técnicos municipales y responsables políticos- destacan las bondades del diseño de esta estructura de acero galvanizado (obra de Jon Begiristain) que mediante una «gran ligereza estructural» y con unos pilares cruzados permite solventar la complicada orografía de la zona.

Otro de los objetivos del proyecto es regenerar vegetativamente el bosque, eliminando especies invasoras mediante una repoblación de ejemplares de especies autóctonas. Se han desbrozado 17.604 m2 de terrenos de forma manual y mecánica, se han talado individualmente 104 acacias y 91 de ‘cupressocyparis leylandii’ y se ha actuado en varias zonas boscosa eliminando acacias jóvenes, alisos y laureles para plantar casi 3.000 ejemplares de robles, cerezos silvestres, arces campestres, castaños, avellanos, saucos y cornejos, según detalla la memoria del proyecto. Hay que destacar la plantación de 251 manzanos de sidra en el entorno del anfiteatro, y en la zona entre Ikusi y el robledal de Errotatxo. Esta actuación permitirá autoabastecer de materia prima la producción de sidra en el restaurado caserío Katxola, para regocijo de Lantxabe, encargada de gestionar el caserío. Las intervenciones incluyen también la colocación en los árboles de diferentes tipos de cajas-nido para potenciar la cría de aves (murciélagos, carboneros, herrerillos, agateadores, trepadores azules) e incluso pequeños refugios para el erizo común, el lirón gris, la lechuza o el cárabo.

Otra de las actuaciones importantes ha sido (lo está siendo en estos momentos) la regeneración de la presa existente en la otra vaguada, Parkea Erreka. Este embalse ha quedado con el tiempo colmatado por limos y sufre filtraciones que impiden generar una lámina de agua limpia. La dirección de obra explicó esta semana, en la visita que se realizó a los trabajos, que se han excavado los sedimentos acumulados con el paso del tiempo, se construye un «muro de gaviones» que permitirá retener los residuos que lleguen desde la parte alta de la regata, y se ha impermeabilizado la presa para lograr que se mantenga el estanque. «Aquí no se han visto jabalíes como en Oriamendi, pero sí muchas ardillas», nos explicaron. El Bosque de Miramón abre sus puertas a la ciudad.

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