En 1990, la escritora y periodista, entrevistaba, en El Cairo, a Naguib Mahfouz –objeto de la tertulia literaria en Aiete por su obra «Entre dos palacios»-, cuando éste se encontraba en un momento cumbre dentro de su carrera literaria y vital. Hacía solo dos años, en 1988, que le había sido concedido el Premio Nobel de Literatura, hecho que le procuró fama y un prestigio internacional.
En esta ocasión es José Manuel Padilla el que hace la entrevista a Lolo Rico,
Los años 80 fueron un revulsivo en diversos ámbitos: social, político y por qué no decirlo, también televisivo. Este espacio – TV-era el de La Bola de Cristal, que estuvo dirigido por Lolo Rico y presentado por Alaska, sin olvidar a la famosa “Bruja Avería” y los electroduendes.
Lolo Rico ¿Cómo se gestó la idea del programa?
Me llamaron de TVE y me plantearon la posibilidad de hacer un programa infantil. Fui a Prado del Rey y me dijeron que el programa iba a durar hora y media, los sábados por la mañana y que sería infantil y juvenil y que si yo quería que el programa era mío. Y a pesar de que los sábados había muy poca publicidad. Pensé que reuniendo a un buen equipo y a amigos podríamos hacer un buen programa desde hora y media a tres.
¿Qué características diferenciaba La Bola de Cristal de otros programas infantiles?
La Bola de Cristal era un programa muy transgresor, muy vanguardista y los programas que había entonces eran muy conservadores y convencionales y La Bola de Cristal no era ni una cosa ni otra.
¿Qué anécdotas destaca de su época cómo responsable del programa?
Como responsable del programa había anécdotas diarias. Dentro del equipo hicieron, por su cuenta, un documental sobre Tierno Galván, me lo pusieron a mí y les dije que era muy bonito, estaba muy bien hecho, me emocionaron. Me conmovió mucho el criterio que tenían de mí, casi se me saltaban las lágrimas. Cuando les dije que no era para tanto, el grupo me respondió “para nosotros la imagen eres tú”.
¿Sería posible desarrollar La Bola de Cristal en la actualidad?
No sería posible, y cada vez lo es menos.
¿Por qué?
Por falta de libertad.
¿A qué achaca esa falta de libertad?
Lógicamente se lo achaco a la política, al funcionamiento de quienes gobiernan hoy en España, que es muy restrictivo, muy autoritario y con falta de libertad de expresión.
Ahora bien, antes había un momento en el que a todo el mundo le gustaba La bola de cristal pero ninguna emisora, ni ningún responsable de la televisión se han decidido a hacerlo. No es solamente hoy.
¿Qué diferencia a los niños de los 80 de los niños de ahora?
Pues la misma que hay entre la gente de los años 80 y la gente de ahora. Los niños son siempre lo que son los mayores. Los niños son siempre niños y siempre son como niños, creativos, imaginativos, siempre desean entender lo que no comprenden. Siempre sueñan y fantasean y hay que darles cauces para esos sueños y esas fantasías, para sus juegos y sus ilusiones. Hay que abrirles camino y enseñarles. Si no se les enseña, realmente, los niños no pueden aprender, ni en los 80 ni ahora.
¿Qué elementos debe tener un programa infantil para que guste a los padres y a los niños?
No lo veo demasiado difícil, lo demostró La Bola de Cristal. Lo que tiene que tener es inteligencia, humor y conocimientos. La cultura no tiene por qué ser aburrida, ni lo entretenido tiene que ser vacío. A los niños y a los mayores les gustan las cosas buenas, bonitas y que les entretengan.
¿Recuerda algún momento del programa con especial valor para usted?
Recuerdo muchos, había un gran equipo. Hay que tener en cuenta que una producción audiovisual no la hace nunca una persona sola, la hace siempre un equipo. Yo tuve la suerte de estar a cargo de un gran equipo. Un grupo que se permitió elaborar, que busqué personalmente. Había mucha libertad para elaborar La Bola de Cristal, para experimentar.
Cada vez que nos reuníamos y hacíamos un programa especial, en realidad, cada viernes cuando visualizamos el programa que íbamos a emitir el sábado siguiente era como una fiesta, porque disfrutábamos mucho estando juntos. Cambiando impresiones y además nos llevábamos muy bien.
¿Cómo logró La Bola de Cristal reflejar los cambios sociales que se estaban produciendo en nuestro país?
En primer lugar porque eran unos cambios evidentes y había una capacidad para interpretarlos, una sensiblidad política, una cultura, un conocimiento que permitía que La Bola… fuera, incluso premonitora. La crisis, el paro, eran algunos elementos que tenían cabida en el programa.
¿Qué elementos considera novedosos del programa?
Lo novedoso no eran los elementos, sino la forma de presentarlos en el programa. La imagen, su frecuencia, su ritmo, su cadencia, los grupos que se sumaron a la elaboración del programa. La mezcla de películas que inventamos nosotros, los electroduendes, con la Bruja Avería. Fueron muchos elementos…que constituía un programa con una imagen muy moderna de los años 80 de “La Movida” de Madrid, pero de ninguna influencia sobre algún contenido político, sino cultural. La Movida madrileña nunca fue política sino de estética. Los contenidos eran de un grupo que era de izquierdas y todo matizado. Allí se hablaba de todo tipo de género de música, de arte, literatura. Todo era una totalidad que le daba un cariz original y diferente.
¿Cómo se idearon los “electroduendes”?
En un equipo se hace todo entre todos. Por ejemplo el personaje más importante, a mi juicio, el que ha dejado más huella, la Bruja Avería. Este personaje se me ocurrió a mi. Pensé que tenía que haber un personaje que fuera el malo siempre, en casi todas las cosas, no solo infantiles sino de adultos hay buenos y malos. Pero tenía que ser un malo “inofensivo”, inocente y simpático. Que al mismo tiempo cayera bien. Tenía que ser una “bruja buena”, que hiciese averías, que estropeara todo lo que tocaba, y ¿cómo íbamos a llamarla? Pues la Bruja Avería. Su imagen la hizo Miguel Ángel Pacheco hay otros elementos que se pusieron en marcha por todo el equipo.
¿Quién diría que es la bruja Avería en la actualidad?
La bruja Avería en la actualidad es un mito. Es un personaje que hasta ahora no ha pasado. Es un mito, un apuntador crítico de lo que va pasando. En concreto la bruja Avería y los Electroduendes que han marcado y han dejado huella en dos generaciones.
¿Por qué desapareció el programa?
Por una cuestión de censura. Censuraron un esqueche que trataba de la escuela pública o escuela privada. Como casi todos los esqueches de La Bola estaba lleno de humor. Pero yo estaba a favor totalmente a favor de la escuela pública y a alguien le sentó mal y se censuró. Como yo no podía censurar a mi equipo no podía permitir que me censuraran a mí. La Bola había durado 4 años con toda la libertad del mundo y sin ninguna censura y creí que era el momento de ponerle fin.
¿Algún consejo o recomendación para los nuevos profesionales de la televisión que quieran arriesgar en nuevos formatos para programas infantiles?
Que sean libres, que no admitan que les quiten la libertad. Que por mucho talento que se tenga. El talente y el ingenio son importantísimos, el humor, la ironía, la imaginación, para niños y para mayores. Nada de ello vale si se admite que manden otros en ti. Si estás haciendo un trabajo creativo debes hacerlo con libertad, no vale que lo haga otro por ti y ese es el único riesgo que debe asumir, no hay otro. Luego está la capacidad de hacerlo mejor o peor de triunfar o fracasar. El riesgo es ser capaz de decir “no, basta” o “sí, esto es lo que voy a hacer quieran ustedes o no quieran”.