Trenes rigurosamente vigilados, la novela más conocida de Bohumil Hrabal, es una divertida y entrañable historia sobre la resistencia frente al invasor alemán durante la Segunda Guerra Mundial, protagonizada por los empleados de la estación de tren de un pequeño pueblo checoslovaco. El descubrimiento del amor y del deseo están presentes en la narración del despertar al mundo adulto del aprendiz y verdadero héroe de la novela, que sigue los pasos del hedonista factor de la estación tras la atractiva telegrafista.
Bohumil Hrabal junto a Vaclav Havel, es el autor checo más conocido en el mundo, y el presidente de la República Checa a menudo ha tributado en sus escritos homenajes a Hrabal
Sus novelas, fábulas y cuentos sobre la vida cotidiana estaban protagonizadas por personajes que encarnaban a hombres y mujeres con los que sus lectores se identificaban fácilmente. El humor era una de las claves de su producción literaria. Hrabal sabía reducir al absurdo la existencia cotidiana y sacar el máximo partido a situaciones anodinas.
El escritor falleció en 1997, hace 20 años y ahora, Seix Barral, reedita su novela.
Los ciclos de literatura y cine del 2015, tenían como colofón, “Trenes rigurosamente vigilados” película de Jirí Menzel estrenada en el año 1966 (Óscar a la mejor película extranjera en 1967) y basada en la novela citada.
El film dura 93 min.
Jirí Menzel, el director, es un reconocido miembro de la Nueva Ola Checoslovaca de Cine.
Se proyectaba al día siguiente de la tertulia sobre una novela de Milan Kundera, y ambas tenían como referencia la “Primavera de Praga”, 1968.
Era diciembre del 2015, las farolas de los jardines de Aiete estaban apagadas. Costó llegar a la sala Ghandy, a dónde fuimos extrañados porque un partido políco utilizaba el salón de actos, que luego no usó.
El resto del invierno los jardines del palacio vieron la luz de las farolas, pero ha llegado el del 2016 y 2017 y nos han vuelto a sumir en la oscuridad.
Volviendo al film, la película -y la novela- estaba ambientada durante la ocupación Nazi de Checoslovaquia y relata la vida de Milos, un joven funcionario de los ferrocarriles checos que carga con el karma de una genealogía de perdedores y desgraciados. Milos trabaja en la estación de trenes local junto al mujeriego Hubicka, al demente e hipócrita jefe de estación Zednicek, y a la bella telegrafista Zdenka. El colaboracionista director de los ferrocarriles del pueblo les encarga la misión de proteger ciertos trenes estratégicos, indispensables para los planes de dominación del Führer en Europa central. Milos verá ahí la oportunidad de escapar a la maldición de los varones de su familia que no han sido nunca verdaderos hombres. Pero nuestro protagonista tiene un gran problema: no puede satisfacer los deseos de su novia Masa. De este modo, no se puede concentrar en la misión que le han encargado, ni podrá convencer al mundo de un valor desconocido hasta el momento en su familia.