Mide 135 cm de alto y 198 cm de ancho. Fue pintado hacia 1555, y actualmente se conserva en la Alte Pinakothek de Múnich (Alemania).
Visitamos la Alte Pinakothek una calurosa mañana del 4 de julio de 2015, con ocasión del viaje organizado por Lantxabe al Sur de Alemania
Eran las once de la mañana cuando nos encontramos delante del cuadro
Ya habíamos visto otras versiones de esta escena, en la que Vulcano descubre a su esposa Venus poniéndole los cuernos con Marte. Por lo general, les pilla in fraganti en la cama, pero en este cuadro Tintoretto ha modificado ligeramente la iconografía tradicional y esconde a Marte debajo de la mesa. El indiscreto perrito ladra hacia el escondite y Marte saca la cabeza (casco incluido) para intentar hacerlo callar. (Juan I Aranbarri, cuidador de los detalles, es el autor de las fotos, incluida esta de la cabeza de Marte) A Marte, se le ha olvidado coger el escudo, que sigue sobre la mesa (vemos a Vulcano y a Venus reflejados en él). Cupido duerme en una especie de cuna y nos da a entender que entre Venus y Marte ha habido algo más que palabras. Y el pobre Vulcano, mientras tanto, se inclina sobre la cama en la que reposa su desnuda señora y levanta con cuidado el vaporoso velo que cubre sus partes pudendas para mirar, no sea que siga Marte por ahí dentro.
Hacía calor, pero nos quedamos absortos con tanta belleza reflejada en las colecciones de Lucas Cranach, Matthias Grünewald, Hans Holbein, Alberto Durero (Retablo Paumgartner, Autorretrato con pelliza, Los Cuatro Apóstoles, etc.); Rogier van der Weyden, Lucas van Leyden y Jan Gossaert; Rubens (El rapto de las hijas de Leucipo), Van Dyck y Jacob Jordaens; Giotto, Fra Angelico, Botticelli, Leonardo (La Madonna del clavel) de la que hemos escrito en estas páginas, Rafael, Carracci, Tiziano
Tiene también una fuerte presencia de la pintura española en la colección está justificada tanto por la calidad de las obras, especialmente las del Siglo de Oro, como por el hecho de que Baviera formaba parte de los territorios de los Habsburgo, casa reinante también en España. Un cuadro de Velázquez (el inacabado Retrato de hombre joven), algunas de las más extraordinarias escenas de género de Murillo (Niños comiendo uvas y melón, Anciana espulgando a su nieto o Niños jugando a los dados), un San Francisco de Asís de Zurbarán, el Vendedor de cuadros de José Antolínez y el retrato de María Teresa de Vallabriga de Goya son algunos de los que podemos recordar.