Si denunciamos el ensañamiento con las paredes del frontón “Miguel Gallastegi”, si estuvimos con el Concejal Delegado denunciando los robos en la calle Paraíso, estamos autorizados a denunciar también el incívico comportamiento del vecino o los vecinos que sistemáticamente arrojan los vertidos de su jardín detrás de la pared.
Esta gente, como los pintores de las paredes del frontón, también siente el síndrome de Diógenes, pero sus detritus nos los echan encima a nosotros.
¡Basta ya!
Los escombros de sus jardines los deben depositar en los contenedores de basura o llevarlos a Garbigune, no arrojarlos detrás de la pared. Proliferan firmas que se llevan el residuo a vertederos.
El vecino es el responsable del residuo hasta su tratamiento final
Hemos identificado una mala praxis en la gestión de residuos de jardinería. El ayuntamiento debe inspeccionar para acabar con ella.