Es una de las más antiguas reivindicaciones de Lantxabe, la asociación de vecinos de Aiete.
El inicio de las obras obligará a cerrar el bidegorri de Morlans. Muchos usuarios saldrán perjudicados, pero no ha habido otra solución.
El departamento de Proyectos y Obras explicó que los trabajos para crear los accesos mecánicos durarán nueve meses, aunque no concretó cuánto tiempo permanecerá cerrado el bidegorri.
La actuación, que costará 1,5 millones de euros, correrá a cargo de la UTE Otegi-Gaztañaga-Urbycolan y consistirá en la puesta en marcha de dos elevadores, que darán servicio a cerca de 3.700 vecinos de la zona.
El primero de los ascensores será inclinado y unirá el paseo de Morlans con el de Izoztegi, mientras que el segundo, de tipo convencional, comunicará Pío Baroja con el paseo de Aiete.
La actuación más cara será la del ascensor inclinado, que subirá por la ladera, y tendrá un coste de 1,3 millones de euros. Recorrerá una distancia de 134 metros, salvando un desnivel de 38 metros. La cabina tendrá capacidad para 25 personas.
El segundo ascensor podrá acoger 13 personas y las acercará hasta la zona en la que está prevista la construcción del ambulatorio de Aiete, lo que no saben -o no quieren decir- es cuándo empezarán las obras del centro de salud.
La imagen de abajo corresponde al túnel de Morlans convertido en bidegorri