Celebramos el Centenario del Mejor Pelotari del Mundo con el Txotx de la sidra de Miramón (Aiete-Donostia). Incorporamos a nuestro estímulo la entusiasta labor del potente grupo de ‘la sidrería de Katxola’, el combate de las mujeres por la igualdad y la lucha de los pensionistas que a esa hora, empapados por la lluvia, se manifestaban, masivamente, en las calles de Donostia y de todas las ciudades de Euskadi y de España.
A partir de las 18:30, el caserío vivió su fiesta más emocionante.
El txotx egizalea fue el propio Miguel Gallastegi, que el pasado 25 de febrero cumplió 100 años. Miguel, ‘más listo que el hambre’, interactuó con el presentador, facilitó su trabajo y nos ofreció algo más que las palabras sagradas del ‘Txooootx’, su propio mensaje, su ejemplar ideal de vida y acción, su presencia permanente en Aiete, Oriamendi, Miramón. Miguel, uno de los más ilustres vecinos de nuestro barrio.
La lluvia, que cayó sin piedad, no desanimó a los seguidores de las actividades del caserío, ni al propio Miguel, ni a su reconocida familia, ni a los manifestantes donostiarras, pero obligó a suspender -una vez más ¡Qué pena!- el partido de pelota en el frontón ‘Gallastegi’.
El resto del programa siguió su curso, ‘puertas adentro’. Desde muy pronto niñas y niños se entretenían con la creativa arquitectura pedagógica que heredamos del Topaleku. Las personas que acudían por primera vez al caserío contemplaban la belleza y pulcritud del ‘museo de caserío sidrero’ que seguramente no tiene parangón ni dentro ni fuera de Euskal Herria, es una joya que tenemos la fortuna de disfrutar. Allí están también los antiguos cabezudos de Aiete, el toro de fuego, los bolos y la sokatira. La lluvia impidió la sokatira y el recuerdo que somos campeones del mundo, pero antes de llover, en ese ‘resol’ de la primera tarde se pudo hacer la tirada de toka y de bote (en este caso en un caldero pequeño).
En esa primera hora de la tarde, la trikitixa de las hermanas Ezeiza, pusieron felicidad y animación en los alrededores del caserío, en la plaza Pakea, bordeando el frontón, alegría contagiosa que luego inundó el caserío hasta la hora del txotx.
Todo estaba dirigido hacia las 18:30, en plena tormenta de agua llegaron, primero Manex, el excelente y entrañable bertsolari de Aiete, y Nerea, la directora de Irutxuloko Hitza, y segundos después, a las seis y cuarto, nuestro admirado Miguel y su familia. Su encantadora sonrisa cautivó a la gente desde el primer momento. Todos querían estar con Miguel, sacarse fotos con él, abrazarle, besarle. Miguel es un tipo formidable.
Fue el encargado de proponer el brindis y el primero en probar el mosto de manzana de Miramón, fermentada durante estos 5 meses, con la entrega y la pasión del ‘grupo de la sidrería de Katxola’, hasta convertirse en la sidra más pura de la provincia -luego se comprobó por parte de todos su exquisito sabor-
Manex puso muy alto el pabellón de la creación artística del bertso. Bertos sencillos pero cargados de cariño y de txispa, hacia Miguel, hacia el caserío, hacia el mundo de la sidra.
La apasionante jornada finalizó con la entusiasmada actuación del vivo grupo Bi Aldetakoak, que acompañan música y letra de autores de ambos lado de la muga. Forma un grupo de siete artistas guipuzcoanos y de Iparralde, dirigidos por el el muy cordial Javier Arrue. Muchos de los presentes, cancionero en mano, entonaban las canciones que el grupo fue desgranando hasta quedarse casi sin fuerzas.
Lo bueno es que quedó sidra para la fiesta se junio y, los expertos aseguran, que el descorche en diciembre, mostrará la más magnífica sidra de la comarca.