El CuCo, ave de la ilusión, mascota de las fiestas de Aiete

Llega al barrio en fiestas. Dicen que viene desde África, tras volar más de 5.000 kilómetros, y le damos la bienvenida, como a toda esa pobre gente que huye del hambre y de la guerra. Además son capaces de comer muchos gusanos, el de la procesionaria también, y otros con forma humana, concretamente al depredador de los espacios públicos

Este año, dicen que se escuchó por primera vez el pasado 22 de marzo, y que se fue de entre nosotros por San Pedro, pero uno al menos se ha quedado en Aiete, -ver la foto- probablemente escondido en el Bosque de Miramón.

Nada más llegar al Bosque, el macho se hizo notar. Comenzó a cantar su particular melodía, diciéndole así a la hembra que ya está preparado para la fecundación.

Tiene una larga cola, y es fácil de identificar cuando se encuentra en una rama, pues parece que estuviera tomando el sol, con la cabeza echada para atrás y la cola mirando hacia arriba.

En nuestro caso es de cabeza verde y gorda, barbilla roja, patas cortas y, dotore dotore, se adorna de Txapela, pequeña para semejante cabezón.

Dicen que es mucho más fácil de oírlo que de verlo pero no en nuestro caso que es bien visible.

Al cuco le gusta el bosque de Miramón, y se le puede ver bastantes veces posado en las ramas, pero también en los alrededores del caserío Katxola.Es una especie protegida.

Come casi cualquier cosa, principalmente insectos.

Es un Cu-Co, porque, como es sabido, la hembra del cuco coloca su huevo en los nidos de otras especies. Por lo general, en el de los pájaros pequeños. Quizás tenga tendencias socialistas desde bien pequeño.

La hembra cuco no construye ningún nido, ni cuida de sus crías, y pone sus huevos en los nidos ajenos. El cuco lo tiene todo calculado. En mayo la hembra cuco empieza, con sus huevos ya fecundados, a vigilar los movimientos de los pájaros de alrededor. Salvo excepciones, cada hembra vigila la especie que fue su madrastra. El cuco que creció en una familia de petirrojos suele vigilar las hembras petirrojo, y los nacidos entre alcaudones, las hembras alcaudones. Vigila más de un nido, y en cuanto el propietario del mismo lo abandona por un momento, el cuco entra, pone un huevo, y cogiendo otro del nido, huye rápidamente. Repite la misma acción unas 10-15 veces. Pero aún hay más, y es lo más maravilloso: en función de la especie que importuna, ¡el tamaño y color del huevo que pone varían! Pequeño y verde si pone en el nido del bisbita, rojo y algo mayor en el del colirrojo, blanquísimo en el del zarcero… El cuco es una de las aves más asombrosas.

Por eso la mascota de las fiestas de Aiete tiene esos tres colores rojo, verde y blanco

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