El diseño propuesto por el departamento de movilidad sostenible para el carril-bici en Aiete, que hace obligatorias unas direcciones, cambia otras y capacita, en terceros casos, a una doble dirección, impedirá la dobla fila en la Goiko Galtzara, a la altura de la plaza de Otxanda.
Mientras tanto el Ararteko pide al Consistorio evitar esta doble fila en la citada calle.
El Ararteko, seguro que tiene otros puntos a examinar en el barrio, pero en este caso, fruto de una denuncia vecinal, exige al Consistorio que adopte “sin más demora” medidas para remediar los problemas que afectan al vecindario.
Un primer consejo que podemos extraer de esta noticia es el recurrir al Ararteko cada vez que veamos una violación de los derechos de ciudadanía.
El Ararteko ha pedido al Ayuntamiento de Donostia que adopte, “sin más demora”, medidas “adecuadas” para poder remediar la situación de incumplimiento de la prohibición de estacionar en doble fila y del deber de no obstaculizar la circulación en una zona del barrio de Aiete.
Según afirma el Ararteko, una comunidad de propietarios del paseo de Aiete solicitó en 2015 la intervención del Ararteko con relación a la supuesta falta de actuación por parte del Ayuntamiento ante la presencia de vehículos estacionados en doble fila en la zona de Goiko Galtzara y en la situada frente a un supermercado. Nota.- Se refiere a Solbes, lugar en que se han instalado una serie de bolardos.
De acuerdo con la queja, las infracciones denunciadas “estaban entorpeciendo la circulación vial y generando, además, molestias acústicas”. En concreto, se señalaba que los vehículos aparcados en doble fila “bloqueaban la salida de los debidamente estacionados”.
También impedían la circulación de los autobuses y de otros vehículos pesados que, al no poder pasar, “originaban importantes atascos y hacían sonar sus bocinas de modo estridente con las consiguientes molestias”. Esto es, al menos, lo que afirma el Ararteko.
La comunidad reclamante manifestó que el Ayuntamiento de Donostia conocía desde 2012 la situación que denunciaba, ya que habían presentado en dependencias municipales un escrito demandando una solución y otros dos posteriormente, el último en 2015.
El Ararteko solicitó información al Consistorio sobre las cuestiones planteadas y las medidas que, en su caso, hubiera previsto adoptar para solucionar el problema. Ante la “falta de respuesta”, el Defensor del Pueblo Vasco realizó gestiones informales con la Alcaldía, tras lo cual el departamento de Movilidad informó de las medidas adoptadas.
Sin embargo, según los reclamantes, “el problema persiste y no han apreciado ninguna mejora durante la tramitación de la queja”. Además, tampoco han observado que se hayan puesto en marcha las medidas de vigilancia y control del cumplimiento de la normativa de tráfico en la zona que el Ayuntamiento anunció. –
Sobre una información de E.P. en Noticias de Gipuzkoa