…si dios quiere…
Ahora resulta que la urbanización, junto al ascensor, “invade terrenos situados fuera del dominio público”.
A la gente de Aiete le suena esta música: es la misma que escuchó cuando se proyectaba el ambulatorio. En aquella ocasión también se dijo que la parcela elegida era privada. Posteriormente se obvió el asunto
En esta ocasión, sin embargo, la Junta de Gobierno Municipal prevista para hoy, contempla aprobar la suspensión del final de las obras que ya llevan un retraso de dos años.
El sábado, 22 octubre 2016, se publicaban estas palabras atribuidas a la Concejala Delegada ‘El nuevo ascensor que unirá Morlans y Aiete será pronto una realidad. El proyecto está listo para ser aprobado por el gobierno municipal y tras un periodo de licitación que podría alargarse hasta los tres meses, las obras comenzarían en marzo de 2017. Con una duración estimada de los trabajos de nueve meses y, siempre que no surjan contratiempos, la conexión mecánica entraría en funcionamiento en diciembre’.
Dos años de percances parecen demasiados ¿Se imaginan ustedes estos contratiempos en cualesquier otra obra pública o privada? ¿Son adversidades o son errores? ¿Quién es el responsable de tanta necedad en la gestión privada y en la administración pública? ¿Quién paga estos yerros?
Ahora el Ayuntamiento desiste del procedimiento de contratación para la ejecución de las obras de reurbanización del entorno del ascensor inclinado de Morlans porque el proyecto, aprobado el 20 de noviembre del pasado año, “invade terrenos situados fuera del dominio público”. Así lo señala el dictamen, que recuerda también que la infracción que ha sido detectada “no es en modo alguno subsanable” ya que el trazado del bidegorri previsto en la actuación transcurre por terrenos que el Plan General de Ordenación Urbana ha calificado de equipamiento.
Antes fueron equivocaciones en las catas del terreno (atribuible a la subcontrata). Ahora el error consiste en no haber sabido que uno de los terrenos urbanizables eran propiedad privada ¿Qué empleado público ha quebrantado sus obligaciones?
La gente necesitamos tener estas informaciones para no pensar, como hace el periodista, que ‘este proyecto está gafado’. El infortunio está en las manos y el cerebro de los encargados de la obra. Se debería saber quién y por qué.
Público es que la obra prevista tiene un coste de 552.785 euros; que se habían presentado al concurso público dos empresas constructoras, Otegi-Gaztañaga Eraikuntzak y Campezo Obras y Servicios; que el proyecto en el que se basó la licitación municipal había sido redactado por el equipo de Isuuru Arquitectos, y que el desestimiento de ejecutar los trabajos, tal y como estaban previstos, obligará a rehacer o retocar el proyecto y volver a sacar a concurso la actuación.
Y mientras cientos de personas en espera para poder usar el funicular. Lamentable
Las fotos son del Diario Vasco y de Noticias de Gipuzkoa