El Centro Cultural Aiete acoge hasta el 24 de marzo, la exposición Frida Kahlo, artista y activista sobre la pintora mexicana. Aitziber Alonso, comisaria de la muestra, ha creado unas ilustraciones que repasan la vida de la pintora mexicana.
En la exposición pueden verse impresiones de la obra de la pintora y objetos inspirados en ella, así como un mural hecho para esta ocasión por la artista suiza Paoletta Balmelli.
Frida Kahlo nació en Coyoacán, en la Ciudad de México en 1907, tres años antes de que estallara la Revolución Mexicana. Su padre, Wilhem (Guillermo) Kalho, de ascendencia húngaro-alemana, se casó en México, tuvo dos hijas y, al poco tiempo, su mujer falleció.
Entonces, se casó con Matilde Calderón, originaria de Oaxaca, con la que tuvo cuatro niñas más, Matilde, Adriana, Frida y Cristina.
Guillermo Kahlo trabajaba para el Gobierno mexicano como fotógrafo.
Con seis años, Frida enfermó de poliomelitis, por lo cual su pierna derecha quedó más corta. Después de estudiar en el colegio alemán, ingresó con 15 años en la Escuela Nacional Preparatoria. Desde muy joven, Frida estuvo comprometida con las ideas de la revolución, militó en el Partido Comunista y fue una fiel activista de izquierda.
Sabía español, alemán, inglés, francés y náhuatl. Su padre le contagió su admiración por el arte mexicano y le enseñó a hacer fotos y colorearlas.
Cuando tenía 18 años, tuvo un trágico accidente. El autobús en el que viajaba fue arrollado por un tranvía. Las consecuencias para ella fueron graves y la operaron más de 30 veces a lo largo de su vida.
Tuvo que soportar grandes dolores y no pudo tener hijos. Debido al accidente, estuvo inmóvil varios meses. Sus padres le regalaron pinturas y un caballete para que se entretuviera y le colocaron un espejo bajo el dosel de su cama con el que podía autorretratarse.
En 1929, Frida se casó con el pintor Diego Rivera, la persona que más influyó en su pintura. De las 143 pinturas de Kahlo hizo a lo largo de su vida, 55 fueron autorretratos influidos por la técnica del retrato fotográfico que aprendió de su padre. Expuso en Estados Unidos y Europa, recibiendo alabanzas del escritor André Breton y del artista Pablo Picasso.