Esta tarde, a las siete, en la casa de cultura de Aiete, Aurora González y Lola Arrieta, presentan un fascinante viaje a la península de Anatolya, la Capadocia, la costa Mediterránea y la del Egeo, para finalizar, y disfrutar durante cuatro días, de las maravillas de Estambul
El pasado año atravesamos la Puerta de los Leones, en Micenas, y pudimos llegar hasta el Palacio de los Atridas donde la historia y el mito confluyen. Allí imaginamos a los héroes aqueos que decidieron atravesar el Mar Egeo para rescatar a Helena, raptada por el príncipe troyano Paris. (Al regreso, esta leyenda histórica la celebramos en el simposio del Suharri). Y así tuvo su origen la guerra de Troya, que a mediados de mayo visitaremos. La Troya de los grandes poemas épicos de la Antigüedad, la Iliada y la Odisea de Homero.
Viaje cultural a Turquía
En el cruce de caminos entre oriente y occidente se encuentra uno de los países más bellos del mundo: Turquía. La influencia de culturas procedentes de Asia y de Europa (y también de Africa) le ha proporcionado unos atractivos únicos. Una visita a este país supone adentrarse en los caminos de la historia y del arte, en una naturaleza variada y espectacular
La vieja península de Anatolia alberga además de la belleza de Estambul, otros lugares, rincones, ciudades y ambientes repletos de sorpresas.
El encanto de las villas y las islas que rodean al Mar de Mármara -entre los disputados estrechos de los Dardanelos y del Bósforo-, las mitológicas costas del Egeo, con sus aldeas pesqueras y su venerada arqueología, las blancas playas del Mediterráneo, la memoria de civilizaciones antiquísimas y el inmenso interior que conserva el nombre antiguo de Anatolia, cuna de la Humanidad y tierra de profetas, y, en su corazón, la intrigante Capadocia, primera etapa del viaje, una curiosa zona resultado de erupciones volcánicas que la Naturaleza y de la mano del hombre, que han ido tallando hasta crear paisajes lunares y fascinantes arquitecturas rupestres, amén de templos, monasterios y ciudades enteras.
Y, por supuesto, para terminar el periplo, el toque exótico de Estambul
Las Delicias de Turquia
Desde el Ciclo de Literatura y Cine de Lantxabe, que se viene desarrollando en la Casa de Cultura de Ayete, se ha organizado este viaje a las Delicias de Turquia del 3 al 16 de mayo de 2019
Es un viaje diseñado por nuestras ‘guías culturales’ con la colaboración, en este periplo, de la agencia de viajes del Corte Inglés, que han creado una ruta exclusiva.
El viaje cultural a Turquía va precedido y motivado por las lecturas y las películas inspiradas en el mundo turco, acompañadas de una serie de charlas relacionadas con el viaje
El viaje cultural a Turquía incluye el «savoir-faire» de los 10 viajes anteriores organizados por diferentes rincones de Europa
El itinerario se inicia en la Capadocia de la geología para las hadas. Capadocia es una fascinante región, con paisajes irrepetibles. Visitaremos, entre otras, el valle de Goreme y sus iglesias bizantinas decoradas con frescos. Valle y pueblos de Uchisar, Avcilar y Guvercintik, las chimeneas de las hadas. Ciudad subterránea de Ozkonak, con la posibilidad de realizar un paseo en globo. Visita de un Kervansaray en la ruta de la seda.
En Capadocia sobran los efectos especiales. Es, simplemente, otro mundo. Los pasos siguientes son Konya, la meca de los derviches giróvagos y Antalya, leve bailarina de piedra. Y desde aquí hasta la costa Licia, en el Mediterráneo, conocida por el color azul de su mar, en la que veremos las antiguas ciudades de Side, Aspendos y su teatro, Perse y Antalya. Se hace un pequeño crucero en barco y se continuac el viaje por la costa sur mediterránea, visitando Phaselis, Olympos, Myra, ciudad natal de Santa Claus, Letoon, hasta Fethiye, una bella ciudad costera. Afrodisias, teatro, agora, templo…. Los romanos construyeron sobre estas balsas formadas por una fuente termal calcárea; Hierápolis, la gran ciudad-balneario. Ciudad a la que los enfermos peregrinaban en la antigüedad. La combinación de las ruinas y el paisaje lunar es sobrecogedora. Y Pamukkale, (Castillo de algodón), una alucinante cicatriz blanca sobre el valle; maravilla natural de gigantescas cascadas blancas
Hasta llegar a las mitológicas costas del Egeo. Kusadasi, bella y animada ciudad costera. Dicen que en la antigua Esmirna pudo nacer Homero. «Es el lugar más hermoso del mundo». Efeso, una de las más prestigiosas ciudades de la antigüedad. Sus dos kilómetros de ruinas conservan maravillas como el Templo de Adriano o la Biblioteca de Celso. Troya de la que dicen sólo hay una la de Héctor, -aunque la arqueologia ha encontrado hasta VII- escenario de las batallas narradas por Homero. Bergama o Pergamo, junto con Alejandría, el centro principal de la civilización helénica en oriente y capital de la provincia romana de Asia.
Claves de Estambul
La última etapa del viaje estará dedicada a Estambul
Fue Constantinopla, luego Bizancio y después Estambul. Ha sido capital de varios imperios y sus calles están llenas de historia y de rincones encantadores.
Sensual, magnética, cautivadora, pero también caótica, enrevesada y ruidosa, la más famosa de las ciudades turcas es el lugar donde Europa y Asia cruzan sus destinos, el puente donde termina un continente para que el otro de comienzo sin solución de continuidad. Y es en este carácter de encrucijada, en esa condición de vivir a caballo entre dos mundos, en esa mística sensación de pisar a un mismo tiempo Oriente y Occidente, donde reside su encanto irresistible.
La ciudad nos ofrece múltiples posibilidades de disfrute como la que proporciona la realización de un Crucero por el Bósforo. De Santa Sofía al palacio de Topkapi, un recorrido ilustrado por la capital turca que incluye los mejores ‘hammans’ y, en la orilla asiática, el barrio bohemio Kuzguncuk, para tomar el ‘brunch’
En los tres/cuatro días de Estambul se visitará la ciudad antigua: Santa Sofía y el Museo Arqueológico. El palacio de Topkapi. El Palacio sumergido. La mezquita Azul y el antiguo Hipódromo. El Bazar de las especias y el Gran Bazar. La mezquita de Solimán y el Acueducto de Valente.
La zona oeste con El Cuerno de Oro, colina y mezquita de Eyup, el cementerio y el Café de Pierre Loti. La zona alrededor de San Salvador de Chora, maravillosa iglesia bizantina. La muralla de Constantinopla y el complejo Imperial de Fatih Mehmet.
En la orilla asiática, el Palacio Beylerbeyi, el Puente colgante del Bósforo, el barrio de pescadores de Ortakoy y el Palacio de Dolmabahce.
Y, finalmenente, el barrio más europeo de Beyoglú. El puente y la torre de Gálata, la calle mayor o Istiklai Caddesi, el pasaje de las Flores, el Pera Palace Hotel, (en el que se alojó Agatha Christie) y la Plaza de Taksim, lugar de encuentro y celebración de eventos públicos.
El viaje cultural a Turquía se ha organizado para 50 personas, la mayoría son asistentes al ciclo de literatura y cine. El grupo irá acompañado durante todo el recorrido por un guía de habla turca y español, con acreditado conocimiento de la realidad cultural y social de Turquía.
Organización:
– Lourdes Huesca y Lola Arrieta
– Aurora González. Viajes El Corte Inglés. C/ Gregorio Ordoñez 9-11. Donostia. (Junto al centro Comercial de Arcco) Teléfono, 943466554.
E-mail: comercialsansebastian@viajeseci.es
PRESENTACIÓN DEL VIAJE CULTURAL A TURQUÍA
Casa de Cultura de Aiete
Tanto la añorada Montserrat Roig como gurús de vieja y nueva escuela como Nicholas Negroponte o el italiano Nuccio Ordine conciben la cultura como potenciador exclusivo de la bondad. La cultura, el conocimiento, definidos con error y premeditación narcisista como insustituibles, serían el lugar de la salvación, el recto camino de acceso al paraíso humanista. En cambio, la ignorancia es perniciosa y por eso los poderosos la favorecen. Como sabían y advertían los clásicos, eso es falso de toda falsedad.
Si observamos las acciones de los cultos y de los muy cultos veremos que no son mejores
El conocimiento favorece a quien dispone de él, con más exactitud al que paga a los productores o compra los réditos del conocimiento. Son una subespecie de aprovechados con una dosis mínima de entrañas, exhibidas no tanto de cara al espejo como de la galería. Hablando a nivel global, o si queréis glocal, cuanto más cara, o sea más buena resulta una ópera, más proporción de explotadores y cómplices de explotadoras estarán sentados, y se supone que emocionados, en la platea.
No hay conspiración universal que conduzca a sustituir la cultura por el entretenimiento. Es la demanda, estúpidos, como saben todos los que no son estúpidos. Si en algo coinciden la buena gente de verdad, los que querrían aprovecharse de los otros a tutiplén pero no disponen de suficiente inteligencia, no de cultura, para conseguirlo y la gran mayoría de practicantes de la ética ambivalente, es en las pocas ganas de comerse el coco. Contra el rechazo universal a la cultura no hay escuelas, recetas ni discursos. La gente tiene ojos en la cara. Si observamos las acciones de los cultos y de los muy cultos veremos que no son mejores. En este grupo, la proporción de buenas personas y de hijoputas es idéntica a la media de los incultos. El afán culturalista es en todo caso un virus que muy pocos disfrutan y unos cuantos más hacen ver que sufren. Si los segundos presumen de pertenecer al grupo de los salvadores de la humanidad es por vanidad, no por conocimiento.